Los ecuatorianos definen su futuro en las urnas





Amparito Suárez - Agencia Informativa Pachacámac

Quito, 18 de octubre de 2002




Este domingo 20 de octubre más de 8 millones de ecuatorianos tendrán la posibilidad de manifestar su respaldo a las numerosas candidaturas que aspiran ocupar dignidades tales como: presidente y vicepresidente de la República, parlamentarios andinos, diputados provinciales, consejeros y concejales.

La millonaria campaña electoral desatada por los distintos partidos políticos tuvo una inversión de alrededor de 2 millones de dólares, según lo confirmó el Tribunal Supremo Electoral, organismo encargado de regular el gasto electoral y llevar adelante los comicios. Sin embargo, analistas independientes consideran que en realidad ese gasto sería cinco veces superior al señalado.

Pese al gigantesco despilfarro de recursos en medios impresos, radiales y televisivos, las encuestan revelaban que el 40% de ecuatorianos se ubicaban dentro del grupo de indecisos, porque no sabían o no querían votar por ninguno de los 11 binomios presidenciales pues en todos ellos descubren rastros de corrupción, manipulación, grandes intereses de grupos económicos y poca o nula respuesta a las verdaderas necesidades ciudadanas.

El problema más topado por los distintos candidatos en sus discursos de campaña fue sin duda el de la inseguridad ciudadana, problema para el que se proponían múltiples soluciones, la que más sorprendió sin duda fue la propuesta de una acelerada militarización ciudadana para que se defienda de la delincuencia, esta propuesta fue realizada por el Partido Social Cristiano, de extrema derecha.

La ley ecuatoriana de elecciones señala la prohibición de publicar encuestas 30 días antes de las elecciones, sin embargo, las encuestadoras siguen realizando sus estudios, los cuales son entregados al Tribunal Supremo Electoral y los partidos políticos.

Esto ha traído grandes sustos entre los partidos tradicionales. Por ejemplo, se sabe que existe un triple empate técnico en la intención del voto popular. Con 16 puntos se encuentran los candidatos: el socialdemócrata y ex presidente Rodrigo Borja; Lucio Gutiérrez, coronel quien lideró la revuelta cívico-militar que depusiera al presidente Jamil Mahuad el 21 de enero del 2000; y, León Roldós, banquero, ex vicepresidente y quien ha reunido en torno suyo a conservadores, socialistas -sus coidearios-, demócrata cristianos y populistas.

El socialcristiano (extrema derecha) Javier Neira, quien en 1987 debiera huir del país por haberse apropiado de dinero estatal, se encuentra con 13 puntos. El multimillonario bananero Álvaro Noboa, quien está en campaña desde hace 4 años, descendió desde los 24 puntos a los 10.

Álvaro Noboa ha señalado que si él no gana el país se incendiará, lo cual ha sido duramente muy criticado por la ciudadanía, la cual reclama más trabajo y no más violencia. Mientras tanto, la gente de Rodrigo Borja se muestra nerviosa por el avance de Lucio Gutiérrez y León Roldós.

Todo indica que el presidente no será electo en esta primera vuelta, por lo que habrá una segunda ronda entre los dos más votados el 24 de noviembre del presente año.

Quien sea el nuevo mandatario deberá enfrentar una de las peores crisis económicas que recuerde el país. Una crisis profundizada por la dolarización impuesta por el defenestrado Jamil Mahuad y continuada por su vicepresidente y actual mandatario.

Deberá enfrentar una creciente violencia causada por los elevados índices de pobreza y marginalidad, la falta de presupuesto para la salud, educación y seguridad social.

Diferentes datos señalan que en el último año han salido del país más de un millón de personas, en busca de fuentes de trabajo en España, Italia, Holanda, Estados Unidos, Inglaterra, entre otros, ya que en Ecuador la crisis cerró miles de empresas, con las consecuencias ya señaladas. Este es un punto muy complicado pues quienes han salido son mano de obra calificada y por lo tanto las posibilidades de reconstruir el país se han mermado, sin embargo, ellos envían al Ecuador algo más de 3 mil millones de dólares anuales en calidad de remesas familiares, convirtiéndose en el segundo rubro de ingresos, solo después del petróleo.

Asimismo, tendrá que presentar frontal batalla en contra de la corrupción enquistada en el aparato estatal y privado; la evasión de impuestos especialmente entre los grandes conglomerados económicos del país.

Todas las candidaturas, a excepción de la de Lucio Gutiérrez, han expresado su voluntad de mantenerse con la dolarización, la misma que ha significado bonanza para los pocos grandes empresarios y la miseria para la inmensa mayoría de ecuatorianos.

Lucio Gutiérrez, del Partido Sociedad Patriótica, ha señalado que el país debe salir de la dolarización pero de manera programada, tomando en cuenta los impactos sociales, que este cambio significaría. Esta propuesta ha sido apoyada por el sector indígena, campesino y urbano populares del país.

El 40% de indecisos esperarán el último momento para definir su voto, ellos serán quienes marquen la diferencia. Puede ser la continuidad o el cambio. El pueblo ecuatoriano espera que este 20 de octubre no sea como el día de la independencia de Ecuador respecto a España, cuando acertadas frases señalaron: "Último día del despotismo y primero de lo mismo".







 
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