Dirigentes indios de Latinoamérica llaman a preparar la "toma del poder político"

Rosa Rojas

Diario La Jornada

México, 5 de junio de 2003

La necesidad de construir espacios de poder y autogobierno indígena, consolidar sistemas de administración de justicia y funciones públicas autónomas -educación, salud, seguridad-, así como sistemas de deliberación (parlamento indígena), combinando "de manera flexible distintas formas de lucha, legales y extralegales", se planteó en el documento final de las Jornadas latinoamericanas del movimiento indígena, resistencia y proyecto alternativo.

Al acto, organizado por las universidades Nacional Autónoma de México, Autónoma Metropolitana, Autónoma de Puebla y de la Ciudad de México, asistieron dirigentes indígenas y especialistas de Perú, Bolivia, Chile, Ecuador, Guatemala, Colombia y México. El documento citado presenta, "como material para seguir la reflexión", un resumen de los asuntos discutidos del 28 al 30 de mayo.

Los participantes señalaron que se requiere "levantar un internacionalismo indígena", con el objetivo de permitir el intercambio de conocimientos, experiencias de lucha y, si es posible, "emprender acciones conjuntas en todo el continente".

Enfatizaron la necesidad de establecer alianzas con otros movimientos sociales, urbanos y rurales, tanto para lograr el reconocimiento de sus derechos en aquellos lugares donde el movimiento indígena no es mayoritario, como para "establecer rutas de acceso al poder político con base en un amplio frente contrahegemónico de fuerzas subalternas".

Se advirtió que la desunión y a veces la confrontación interna, que es aprovechada y alentada por las fuerzas contrainsurgentes para golpearlos, son parte de las debilidades de los movimientos indígenas; conviene pensar a éstos "como un mosaico de diversidades sociales dinámicas. Ni organización homogénea ni dispersión total", se dijo.

Algunos de los participantes señalaron la necesidad de preparar la "toma" del poder político, entendido éste como "una revolucionarización de las estructuras de gobierno adecuadas a nuevas prácticas de entender la política y de recuperar la gestión de lo público por la propia sociedad".

Sin embargo, se agrega, "el problema de la toma del poder no depende únicamente de la mayor fuerza que cada movimiento indígena tenga en cada país, pues hay movimientos, como el zapatista en México, que no comparten este planteamiento".

También se dijo que los movimientos indígenas de América Latina reivindican la importancia de ocupar y participar en los distintos foros internacionales que abordan los problemas indios, con el objetivo de hacer oír en ellos su voz autónoma y limitar la "forma arbitraria" en que los gobiernos han decidido sobre estos temas.

Sin embargo, se indicó que el proceso de reconocimiento en instancias internacionales de derechos para los pueblos indígenas ha mostrado limitaciones, "tanto en relación con el contenido que aceptan los estados como en cuanto a sus posibilidades de ejercicio, además de que el ordenamiento jurídico internacional, tras la guerra en Irak, está herido de muerte".

Respecto a la participación de las mujeres se reconoció que pese a los esfuerzos que ellas despliegan en todos los ámbitos, dentro del movimiento indígena la voz de este sector no es siempre escuchada. Las ponentes reclamaron su derecho a la participación.

Se afirmó que los movimientos indígenas se han convertido en fuerzas sociales fundamentales de las luchas de los pueblos y naciones latinoamericanas en la resistencia contra el sistema neoliberal, convirtiéndose en fuerzas imprescindibles para transformar "las injustas relaciones económicas y las excluyentes relaciones políticas que agobian a los pueblos latinoamericanos".

 

 
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