Ecuador: ¿Por qué rompieron los indígenas con el Gobierno?

Servicio de Información Indígena

Perú, 12 de agosto de 2003

 

Crónica de una ruptura anunciada

Cuando Lucio Gutierrez asumió el mando presidencial en su discurso aparecieron algunos signos contrarios a sus promesas de campaña. Con el nombramiento del ministro de Economía y su tendencia evidente, se percibió con claridad la opción del presidente. Los nombramientos de ministros y otros funcionarios de Pachacutik fueron motivo de duros forcejeos con Sociedad Patriótica, en Relaciones Exteriores particularmente, porque el partido del Presidente lo quería todo para sí.

Luego el presidente invirtió parte considerable de su tiempo en visitar a las comunidades indígenas, pero no junto con sus aliados del movimiento Pachakutik, ni de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, CONAIE, sino de un grupo de opositores a ellos congregados en el Frente de Defensa de los Pueblos Indígenas Campesinos y Negros del Ecuador, FEDEPICNE.

Las visitas se distinguieron por congregar a numerosa población indígena bajo el anzuelo de la presencia del presidente, quien asiste con regalos que van desde picos, palas, azadones y pelotas hasta una que otra computadora y arroz. Lucio Gutierrez repite los métodos asistencialistas del ex Jefe de Estado, Gustavo Noboa, quién tuvo la intención de dividir y debilitar al movimiento indígena, pero ahora con un elemento adicional: la promoción de nuevos líderes y una nueva organización, FEDEPICNE, vinculada al partido del gobierno. FEDEPICNE, una organización desconocida hasta la instalación del nuevo gobierno, hoy controla la Secretaría Indígena y se ha convertido en el principal instrumento de las políticas oficiales dirigidas a las comunidades. Este apoyo político del gobierno lo ha impulsado a extender sus operaciones a 11 provincias del país.

Dirigentes de otras organizaciones indígenas como la FENOCIN y la FEINE, observaron en esta política del presidente una orientación divisionista antes que encarar la solución de sus problemas acumulados.

Observan que la gestión que se realiza expresa la limitada visión paternalista, asistencialista y filantrópica con la que Gutiérrez encara el problema de los pueblos indígenas y no satisface las demandas de las naciones originarias que van desde el establecimiento de un estado plurinacional, el reconocimiento efectivo de sus derechos, la solución del problema de la tierra y la extirpación de todo rezago de colonialismo y racismo.

La gota que derramó el vaso

El parlamento de Ecuador rechazó el miércoles 06 de agosto un proyecto de ley enviado por el Presidente Lucio Gutiérrez para introducir normas para el control de los trabajadores estatales. Esta decisión asestó un golpe al pacto de asistencia financiera suscrito por Ecuador con el Fondo MonetarioInternacional (FMI). El proyecto configuraba una nueva estructura legal para unos 350.000 funcionarios y era uno de los temas acordados con el FMI.

Los diputados - incluidos algunos del movimiento Pachakutik - consideraron que el proyecto era insuficiente para reordenar y frenar el crecimiento de la burocracia y de su caótica masa salarial, que consumirá este año unos 1.900 millones de dólares, 27,9 por ciento del presupuesto del gobierno central.

La negativa del parlamento mostró las dificultades de Gutiérrez para cumplir las reformas legales y medidas contempladas en el acuerdo por 205 millones de dólares firmado en marzo con el organismo multilateral.

A través de la norma el gobierno esperaba acabar con los escollos que bloquean un manejo transparente del presupuesto y cortar el crecimiento de su planilla laboral a fin de evitar presiones fiscales que ahoguen a su sistema monetario, la dolarización, adoptado en el 2000.

El revés provocará nuevos retrasos en el cronograma y harán más difíciles las relaciones de Gutiérrez con el FMI, que recientemente expresó su preocupación por la demora en la aplicación de la agenda.

El rechazo del parlamento es el corolario de una serie de problemas que afectaron al proyecto, que originalmente contaba con dos capítulos destinados a sentar nuevas reglas para la contratación de la burocracia y unificar los rubros salariales estatales para eliminar una serie de distorsiones.

Tras varios pasos en falso, Gutiérrez dividió el proyecto y remitió al parlamento la parte reglamentaria y aplazó sin fijar una fecha el envío del capítulo referente a los cambios salariales de la burocracia.

El FMI, que he entregado en dos desembolsos 85 millones del crédito, realizará la segunda evaluación de los avances del programa ecuatoriano en septiembre. En el caso de que Ecuador apruebe la revisión recibiría un tercer desembolso de 42 millones de dólares.

Post ruptura

Los indígenas ecuatorianos comenzaron a definir acciones de oposición al Gobierno con duras críticas al Presidente Lucio Gutiérrez, al que acusan de traicionar sus promesas electorales.

El presidente de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), Leónidas Iza, dijo a EFE que la agrupación que lidera, y su brazo político, el Movimiento Pachakutik, se oponen a las decisiones económicas del jefe de Estado. ''No permitiremos que destrocen el patrimonio de Ecuador'', puntualizó al aludir a lo que los indígenas consideran políticas privatizadores de empresas públicas, aunque ''lo intentan disfrazar hablando de concesiones''.

La oposición al Gobierno se decidió en una reunión en la que participaron unos 400 integrantes de la CONAIE y del Pachakutik, entre ellos varios dirigentes que formaron parte del Gobierno, como Nina Pacari, la primer mujer que accedió en la historia del país al cargo de Ministro de Relaciones Exteriores.

Junto con Pacari, salieron también de sus cargos los ministros de Agricultura, Luis Macas, y de Turismo, Doris Solís, y presentaron sus renuncias otros 300 funcionarios que llegaron al Gobierno como cuota de Pachakutik.

Iza dijo que no harán ''una oposición ciega'' a Gutiérrez y advirtió, ante las propuestas de otros movimientos de reclamar la revocación del mandato del jefe de Estado, de que Ecuador no está preparada para más convulsiones sociales. Si el Gobierno continúa actuando ''contra el pueblo'', éste ''soberanamente tomará una decisión'', enfatizó el presidente de la CONAIE. Sin embargo, dijo que los dirigentes indígenas acatarán lo que las bases decidan, incluso si eso los conduce al extremo de propiciar levantamientos en busca de un cambio de Gobierno. Los indígenas aún recuerdan enero de 2000 cuando derrocaron al entonces presidente Mahuad tras una revuelta apoyada por un grupo de coroneles rebeldes liderados por Gutiérrez, pero lo que más preocupa ahora a los líderes de la CONAIE es consolidar la agrupación, que el Gobierno asegura está dividida.

Tan pronto se rompió la alianza con el Gobierno surgieron claros indicios de fricciones entre distintos grupos de indígenas, como, por ejemplo, los amazónicos que se apuraron en hacer público su apoyo a Gutiérrez.

En la cita también se definieron más sanciones contra indígenas que no acataron las decisiones de la entidad como el castigo al diputado Salvador Quisphe, a quien bañaron en agua fría y ''hortigaron'', un rito ancestral que consiste en fregar el cuerpo del imputado con hierbas urticantes.

Humberto Cholango, Presidente de ECUARUNARI aclaró que el castigo que comenzó con Quishpe es sólo el inicio, pues quienes han contravenido las disposiciones de la CONAIE deberán ser sancionados como parte de ''un antecedente histórico para el movimiento indígena''.

Los indígenas están defraudados del Gobierno, al que ahora tildan de ''traidor'' pues -según dijo Iza- ha ido ''contra los pobres'' al acatar ''todo lo que dice el Fondo Monetario Internacional''. El Gobierno suscribió un acuerdo con el FMI en marzo pasado por 205 millones de dólares y ahora intenta cumplir con los compromisos con ese organismo multilateral.

Por su parte Gutiérrez lamentó que Pachakutik haya perdido la "oportunidad histórica" de cogobernar, aunque los indígenas no se sienten fuera del destino del país y hablan ya de un "gobierno alternativo". La Conaie ha pedido a los indígenas que estén "alertas" sobre lo que pueda ocurrir tras la ruptura y ha advertido de que vigilarán las acciones del Gobierno en materia económica.

La indígena Nina Pacari pidió a sus compatriotas que estén alerta ante la política internacional que en el futuro asuma el Gobierno. La ex ministra aseguró que el paso de Pachakutik por el Gobierno fue interesante porque permitió a los indígenas y sectores sociales conocer por primera vez, de cerca, aunque por poco tiempo, todos los espacios del poder.

 

Fuente: Servicio de Información Indígena N° 27

 

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