Quito, 22 de agosto de 2003
Con una ceremonia ritual y rindiendo homenaje a los héroes indígenas de Abya Yala (América), que cayeron por lograr justicia social, la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin) dio inicio a la jornada de movilizaciones pacíficas que se realizaron en todas las provincias del país, como señal del descontento popular de la política del gobierno de Lucio Gutiérrez. Bajo el lema "Por la defensa de la soberanía, la democracia y la vida", cientos de indígenas y campesinos, que llegaron de diferentes sectores del país, se concentraron en la Plaza Indoamérica de la ciudad de Quito.
La ceremonia indígena estuvo matizada con la participación de los yachacs, quienes realizaron un ritual como símbolo para combatir la corrupción, terminar con los delincuentes de guantes blancos que han saqueado las arcas fiscales, pero sobre todo para reafirmar la resistencia y la unidad de los sectores indígenas y campesinos frente al gobierno de turno.
Pedro de la Cruz, líder nacional de la Fenocin, depositó una ofrenda floral, frente al busto del héroe indígena Rumiñahui y se dirigió a sus bases en su idioma indígena el Kichwa, para despertar la conciencia de este pueblo que ha sido utilizado por los politiqueros y engañados, como ocurrió con el Presidente Lucio Gutiérrez, que se identificó como un candidato de la unidad de izquierda, que prometió realizar cambios profundos para lograr la reconstrucción nacional y que hoy se presenta como un régimen continuista del neoliberalismo y obediente a las imposiciones del Fondo Monetario Internacional.
El líder invitó a sus organizaciones de base para iniciar la marcha pacífica recorriendo la Avenida Pérez Guerrero, hasta reunirse en el parque El Arbolito con las otras organizaciones de trabajadores, sociales y el pueblo en general para demandar un cambio en la conducción del país. Los indígenas, campesinos y afro-ecuatorianos de la Fenocin, gritaron consignas en contra de la aplicación del cobro del impuesto al predio rural rústico, impuesto que pretende acabar con sus escuálidas economías.
El Presidente de la Fenocim, Pedro de la Cruz, dijo que el diálogo con el gobierno ha fracasado, por eso el Congreso de los Pueblos declaró la oposición popular y democrática al gobierno social cristiano, neoliberal y autoritario de Lucio Gutiérrez.
Puntualizó que en estos seis meses los diálogos no han sido fructíferos pues el gobierno se ha burlado de los compromisos. Si el presidente quiere dialogar debe dar pruebas de un cambio de políticas y de ser capaz de honrar la palabra empeñada y los acuerdos firmados durante la campaña electoral.
Las organizaciones que participan en el Congreso de los Pueblos dijeron que "han asumido una gran tarea que es la reconstrucción de la unidad programática y estratégica de las organizaciones sociales, indígenas campesinas y laborales, para alcanzar alianzas con las fuerzas políticas democráticas y con los sectores nacionalistas de las Fuerzas Armadas".
Pedro de la Cruz indicó que la jornada de movilización pacífica que realizan las organizaciones que forman parte del Congreso de los Pueblos, es para evitar la pretensión del gobierno de Gutiérrez y del Fondo Monetario Internacional de imponer definitivamente el proyecto neoliberal privatizador. "Por eso, las organizaciones indígenas campesinas, sociales, laborales y las fuerzas políticas democráticas construimos una alianza para detener la ofensiva privatizadora y retomar el mandato histórico de un cambio profundo hacia un Ecuador más justo y equitativo", afirmó el líder.
Pedro de la Cruz solicitó al Presidente del Congreso Nacional, la participación de este poder del Estado para lograr los cambios que requiere el país, frente al fracaso del diálogo y compromisos firmados con el coronel Lucio Gutiérrez.
El dirigente indígena campesino dijo que las organizaciones que integran el Congreso de los Pueblos y que hoy participan en las movilizaciones respaldan a la nueva mayoría parlamentaria y proponen detener las reformas a la Ley de Hidrocarburos, presentadas por el gobierno, y abrir un debate público sobre la política petrolera; archivar definitivamente la Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa, el de Unificación Salarial e iniciar la elaboración de un proyecto de ley alternativo de equidad salarial; exigir que el gobierno de Lucio Gutiérrez cumpla la ley y pague a los servidores públicos la décima cuarta remuneración; propiciar un diálogo público sobre el Presupuesto Nacional, para evitar nuevos endeudamientos externos y la aplicación de los consabidos impuestos que castigan a los pobres de Ecuador; así como también asumir la responsabilidad en el tratamiento de los tratados del Plan Colombia y de la Base de Manta, para garantizar una política de no alineamiento y de paz, y de los acuerdos del Alca para defender los intereses del país e impulsar un integración diferente del continente.