Año 1 de Lucio: la frankeinstenización de la política

Marcelo Larrea

Adital

Quito, 16 de enero de 2004

 

Lucio Gutiérrez asumió el poder el 15 de enero del 2003, como consecuencia de dos fenómenos políticos, la insurrección popular del 21 de enero del 2000, que depuso al gobierno de Mahuad y la derrota electoral de la partidocracia que ha gobernado Ecuador en los últimos 25 años.

El primero fue el resultado de la descomposición explosiva de las políticas neoliberales aplicadas desde 1981, que luego de asfixiar las expectativas de crecimiento del aparato productivo a favor de la renta al capital financiero, condujeron a la quiebra en cadena del sistema bancario. El robo con la congelación de los depósitos a los clientes de los bancos y la devaluación artificial masiva del Sucre, la moneda nacional, que condujeron a la dolarización, implicaron el cierre en cadena de numerosos sectores productivos, una migración de tales dimensiones que empequeñece las registradas en Cuba o El Salvador por ejemplo, y una pauperización violenta.

El malestar social con las consecuencias funestas del modelo aplicado dócilmente bajo las recetas del FMI, con la quiebra bancaria y su estela de corrupción, con los riesgos y amenazas de las privatizaciones anunciadas, con la ruina de las condiciones de vida, con la imposición inconstitucional de una moneda extranjera, con el convenio para el establecimiento del Centro de Operaciones Avanzadas del Comando Sur de EEUU en la base aérea de Manta tejieron el escenario de la insurrección.

Los Parlamentos de los Pueblos se conformaron como órganos de ejercicio de la soberanía y evolucionaron como instrumentos de poder dual frente a los poderes del Estado, que mantuvieron una posición cómplice frente a la enajenación de la soberanía monetaria. El 20 de enero el país fue estremecido por el cerco al Congreso y la Corte Suprema por miles y miles de manifestantes y la insurrección no tardó en generalizarse en todo el país. El 21 de enero, el Parlamento de los Pueblos se posesionó en el Palacio Legislativo, Gutiérrez y otros oficiales plegaron a la insurrección y se designó la Junta de Salvación Nacional, el gobierno de Mahuad cayó.

Frankeinstenización

En el 2002 Gutiérrez ganó las elecciones en una plataforma política que incluyó a su partido, Sociedad Patriótica, fundado luego de los sucesos del 21 de enero, a Pachakutik basado en la Conaie y otros movimientos campesinos y populares y al Movimiento Popular Democrático, vinculado al Partido Comunista Marxista Leninista. La partidocracia tradicional perdió en su propio terreno, en un resultado que expresó un claro viraje del electorado a un comportamiento crítico y a la necesidad imprescindible de transformaciones socioeconómicas.

De espaldas al contexto latinoamericano, donde los pueblos han impuesto y sostienen gobiernos que empiezan a rescatar la soberanía de sus naciones y a bregar por la independencia de sus repúblicas, en oposición latente a las imposiciones colonialistas de EEUU, el FMI y el Banco Mundial, como el de Chávez en Venezuela, Lula en Brasil o Kirchner en Argentina, Gutiérrez muy pronto, escogió el camino de la amistad incondicional con Bush y la subordinación al FMI. Al punto que, en tanto Kirchner, sostiene que se acabaron las relaciones carnales de Argentina con EEUU, Lucio, se declara el hermano menor de Bush.

En un tiempo récord suscribió un acuerdo stand by con el fondo, que lo ha conducido a funcionar como un agente de cobros de los acreedores de la deuda a una economía en crisis y a un pueblo hambreado. La consecuencia de este curso es el fin de las expectativas de cambio con las que llegó al poder, la ruptura con sus bases electorales y la pérdida de su legitimidad política.

Y ha involucrado a Ecuador en el Plan Colombia, instrumentado por Washington para ampliar su presencia militar en América del Sur y por el presidente Uribe en la búsqueda de una solución militar a una guerra que en 40 años no ha tenido solución militar. 12.000 soldados han sido movilizados a la frontera norte en un claro acto de intervención en el conflicto bélico interno colombiano, en el cual ningún gobierno había participado respetando los principios de autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias establecidos en la Constitución ecuatoriana. Y hasta ha permitido que la soberanía ecuatoriana sea escamoteada en la detención y deportación del guerrillero de las Farc, Ricardo Palmera, por fuerzas de inteligencia de EEUU y Colombia.

A un año de su posesión, los derechos de los ecuatorianos se han visto reducidos. El pueblo es más pobre. El fenómeno de la migración masiva sigue desgarrando a las familias. Las condiciones de exclusión y opresión de los pueblos originarios han permanecido intocadas, a pesar de la participación de Pachakutik 204 días en el gobierno. La economía real sufre la devastación de la dolarización, con la pérdida de competitividad de sus productos en el mercado externo e interno, con su secuela de quiebras y desempleo. La balanza comercial continúa su comportamiento deficitario. En tanto, los compromisos de pago de la deuda son cumplidos prioritariamente y disminuye artificialmente el "riesgo país" en los mercados internacionales del dinero.

La crisis, sin embargo, aún no explota. Contenida en el ámbito económico por los altos precios del petróleo, el crecimiento de las remesas de los migrantes y los esfuerzos por diversificar las exportaciones y en el ámbito político por la crisis de dirección alternativa, que se ha hecho aún más evidente con la participación temporal de Pachakutik y el MPD en el gobierno. No obstante el riesgo de la explosión late como un volcán activo, bajo la superficie.

 

Fuente: http://www.adital.org.br/asp2/noticia.asp?idioma=ES¬icia=10597

 

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