Ecuador habría formado parte del Plan Cóndor

AFP

Asunción (Paraguay), 9 de febrero de 2004

 

Ecuador fue el último país de Sudamérica que se unió al Plan Cóndor de represión e intercambio de prisioneros políticos en los tiempos de las dictaduras militares sudamericanas de los ’70, dijo el humanista paraguayo Martín Almada, quien manifestó que los lazos entre aquellos militares "ha sido y sigue siendo muy fuerte", afirmó.

Almada, Premio Nobel Alternativo 2002, hizo alusión como prueba de su argumento al reciente incidente que protagonizó el embajador ecuatoriano en Buenos Aires la semana pasada con el ex represor argentino Carlos Guillermo Suárez Mason.

El embajador ecuatoriano, coronel Germánico Molina, fue expulsado de Argentina la semana pasada tras ser descubierto por la inteligencia rioplatense cuando sacó a Suárez Mason de su residencia, donde cumple prisión domiciliaria, para llevarlo a una fiesta privada.

"Ese hecho conlleva sobre todo una responsabilidad política de implicancia internacional", dijo el humanista paraguayo, una ex víctima de la dictadura del general Alfredo Stroessner (1954/89), y cuya esposa murió cuando él estaba preso en 1974.

"Ecuador fue el ultimo país en firmar el pacto criminal Cóndor, establecido por Pinochet el 29 de noviembre de 1975 en la reunión de Inteligencia que tuvo lugar en Santiago de Chile. La participacion de los militares ecuatorianos también fue bastante activa en la Conferencia de Ejércitos Americanos que se realizó en Bariloche (Argentina) en noviembre de l995, durante la presidencia de Carlos Menem", afirmó.

Recordó que Pinochet fue el agregado militar chileno en Quito durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva en Chile.

La operación Cóndor

La Operación Cóndor es el nombre con el que se sindica a un plan de inteligencia y coordinación entre los servicios de seguridad de los regímenes militares del Cono Sur -Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia- en la década de los '70.

Al aparecer, uno de los primeros contactos para iniciar la organización ocurrió a mediados de 1975, cuando viajó a Paraguay el subdirector de la DINA, coronel Mario Jahn, miembro de la FACH. En esa ocasión, invitó al coronel Benito Guanes, jefe del D-2 del Estado Mayor de las FF.AA. de ese país, a participar en la Primera Reunión de Trabajo de Inteligencia Nacional que se realizó en Santiago entre el 25 de noviembre y el 1 de diciembre de ese año.

Jahn también habría sido portador de un extenso documento con las proposiciones del entonces coronel Manuel Contreras para el funcionamiento de la red represiva en Sudamérica. En esa reunión se habrían establecido las bases de la Operación Cóndor con los seis países latinoamericanos, a los cuáles en 1978, se les habría unido Perú y Ecuador.

La iniciativa del general Contreras

Si bien algunos de los gobiernos de facto negaron la existencia del Plan Cóndor los documentos desclasificados de la CIA indican lo contrario.

Tal como publicó Revista Qué Pasa, el 22 de agosto de 1978 el servicio de inteligencia norteamericano mandaba a sus principales embajadas en Sudamérica la siguiente advertencia: "La Operación Cóndor es un esfuerzo cooperativo de inteligencia y seguridad entre muchos países del Cono Sur para combatir el terrorismo y la subversión. Los miembros originales incluían a los servicios de inteligencia de Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia, mientras que Perú y Ecuador se integraron recientemente".

La CIA también afirma en el documento que su primer conocimiento sobre esta organización data de marzo de 1976. "En ese tiempo se reportó que el coronel Manuel Contreras, jefe de la DINA, inició un programa de colaboración entre los servicios de inteligencia de distintos países de Sudamérica al que bautizó como Plan Cóndor". No obstante, los estadounidenses sabían que esa cooperación existía desde comienzos de febrero de 1974 -la misma fecha en que Contreras asume como director de la DINA- y que el esfuerzo cooperativo no fue formalizado hasta mayo de 1976, tras una reunión que se llevó a cabo en Santiago.

De hecho, a través de una carta que fue publicada por el corresponsal norteamericano, John Dinges, Contreras invitó a los jefes de la inteligencia paraguaya Guanes, Pastor y el general Francisco Brites a asistir a una reunión estrictamente secreta en Santiago junto con los jefes de inteligencia de otros países, entre ellos, Argentina, Bolivia y Uruguay. Chile pagaría los gastos de los asistentes a este "Primer Encuentro de Trabajo de Inteligencia Nacional", que ocurrió entre el 25 de noviembre y 1 de diciembre de 1975. Según el documento, "los temas básicos de la reunión fueron la cooperación de los servicios de los distintos países, y acordar que los miembros de la Operación Cóndor iban a ser identificados de manera numérica, por ejemplo, 'Cóndor unó, 'Cóndor dos'. Chile y en realidad el propio Contreras, era "Cóndor uno".

Conocimiento de la CIA

El 16 agosto de 1976, en un documento de la CIA, enviado a Brasilia y a Buenos Aires se puede leer que el gobierno norteamericano "está preocupado por la serie de reportes de la 'Operación Cóndor'. La coordinación de seguridad y de la información de inteligencia puede probablemente no ser entendida, porque es en código. Pero, de todas maneras, había que preocuparse, porque los distintos gobiernos planeaban asesinatos directos dentro o afuera del territorio de los países miembros de la Operación Cóndor (...) La CIA daba una indicación: "Es por ello que debemos ser rápidos. Proponemos ocuparse del alto nivel del gobierno en Argentina, Uruguay y Bolivia (...), para Buenos Aires, Montevideo y Santiago se deben solicitar reuniones lo antes posible con los más altos oficiales, preferentemente el jefe de Estado, para realizar la siguiente presentación:

  1. "Qué el gobierno de Estados Unidos está preocupado, y que entre sus fuentes, que incluyen a los altos oficiales del Gobierno, hay un grado de intercambio de información coordinada entre varios países del cono sudamericano para frenar las actividades subversivas del área".
  2. "Hay información adicional, aunque podrían ser rumores de que la cooperación entre los países incluiría planes para asesinar a los subversivos, políticos y figuras prominentes dentro de los límites del país".

Un mes más tarde, en septiembre de 1976, el Departamento de Defensa de EE.UU. dejaba constancia en un documento de que "Cóndor es el código dado a una persecución de izquierdistas, comunistas y marxistas en el Cono Sur. Está recientemente establecida la cooperación entre la inteligencia de esos países para eliminar a los marxistas activos en los países miembros. Se ha reportado que Chile es el centro de las operaciones", otros miembros son Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia, y adicionalmente Brasil, que en un principio sólo entregaba información a los miembros de la Operación Cóndor. "Los más interesados serían Argentina, Uruguay y Chile. (...) De hecho, durante la semana del 20 de septiembre de 1976, el Servicio de la Armada Argentina viajó a Santiago para consultar algunas cosas con la contraparte chilena de la Operación Cóndor".

Según este mismo documento, se hablaba de una tercera fase, totalmente secreta, de la Operación Cóndor, "la que consistía en la información secreta que se maneja sobre los distintos equipos de los países que deben llevar a cabo las operaciones, que incluyen el asesinato de los terroristas, o de los partidarios de ese tipo de organizaciones. Por ejemplo, ellos deben identificar el objetivo -a la persona que quieren asesinar- y enviar un equipo especial a cualquier país miembro para ubicarlo".

En un momento la CIA recibió información de que los miembros de la Operación Cóndor querían expandirse en un plano ejecutivo, fuera del territorio de los países miembros, es decir en otras partes del mundo".

Más evidencias

Un documento del Departamento de Estado, fechado el 18 de agosto de 1976, un mes antes del asesinato en Washington del ex Canciller Orlando Letelier, revela que el ex Secretario de Estado Henry Kissinger y otros oficiales del mismo departamento habían sido alertados de "rumores" respecto de que entre los planes de la Operación Cóndor se incluían "asesinatos de subversivos, políticos y figuras prominentes tanto dentro de las fronteras nacionales como en países del Cono Sur y el extranjero".

Informes contenidos en los documentos secretos señalan a Chile como el "centro de operaciones" de la Operación Cóndor, creada en 1976 por los regímenes militares de América del Sur para eliminar a la oposición de izquierda. Al mismo tiempo revelan que Estados Unidos conoció de la existencia de esta operación, así como los detalles sobre su organización poco después de su creación, en 1976.

El informe, que tiene su origen en Argentina, fue elaborado por el coronel Paul Coughlin, del Ejército de Tierra de Estados Unidos y miembro de la agregaduría militar en Buenos Aires.

Se detallan, también, algunos viajes de responsables de la inteligencia militar argentina a Chile para hablar sobre la operación.

El documento añade que los oficiales militares argentinos, "que antes habían estado mudos sobre el asunto, han comenzado a hablar abiertamente. Una frase favorita es que uno de sus colegas está fuera del país porque está volando como un cóndor".

 

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