Dia de la Mujer: Tránsito Amaguaña, incansable luchadora

Diario La Hora, edición digital

Quito, 8 de marzo de 2004

 

Sus facciones son delicadas. Sus manos quieren gesticular al ritmo de la conversación, pero el frío de la tarde y los nudos artricos que las deforman le obligan a cobijarlas bajo su pañolón. El rostro ha dejado de ser curtido, es pálido a tono con su escaso cabello ensortijado y sus ojos pequeños y vivaces que luchan por mantener su brillo. Es Tránsito Amaguaña quien hace pocos meses recibió el premio nacional de cultura Eugenio Espejo, por su larga e incansable lucha a favor de los más pobres. Vive en María Magdalena, en la parte alta de La Chimba, su lugar de nacimiento. Aunque los biógrafos señalan que nació en 1909, ella afirma que acaba de cumplir cien años el pasado 2 de noviembre. Lamentablemente no tiene documentos, pero sí la firme convicción que nació en 1903.

Vive con su nuera Guillermina Cerón (la esposa de su hijo Daniel quien falleció hace 20 años) a la que considera "mi madre, mi hermana, mi amiga, mi hija". Hace dos años que Guillermina le convenció a que bajara del cerro para vivir juntas en su casa, vivienda que demuestra a las claras las privaciones en las que viven las dos mujeres.

En Cayambe, Olmedo, Ayora, Pesillo, La Chimba todos conocen y saben quien es Tránsito Amaguaña, cariñosamente la llaman mama Tránsito, pero muy pocos la visitan y constatan el estado deplorable en que se debate su vida, a pesar de haber recibido un premio que le garantiza una pensión vitalicia que no llega.

Mujer exigente

Mama Tránsito es exigente. No permite que deje de anotar lo que ella habla. Al menor descuido (pues trato de tomar fotografías) me increpa reclamando total atención al diálogo que no es más que un repaso a la historia. Los relatos brotan espontáneamente y a raudales. El levantamiento de Pesillo y todos los antecedentes de ignomía, hombres y mujeres marcados en brazos y piernas, el lenguaje del acial y garrote, persecuciones con perros hambrientos, son los que más llenan su memoria, porque fueron sus primeras vivencias junto a sus padres y los que la convirtieron en una activa participante de la huelga de trabajadores agrícolas en Olmedo y en la fundación de la Federación Ecuatoriana de Indios en 1944, junto a Nela Martínez y Dolores Cacuango, para quienes solo tiene expresiones de afecto y admiración.

De su mente no se apartan hechos de violencia dados en Pisambilla, Cariacu, Paquistancia, Moyurco, Chaupi, San Pablo, Pesillo y en la misma La Chimba.

Ni plata ni balas

"Siendo guambrita he aprendido a hablar, oyendo lo que hablo entonces me han puesto en cabeza grande" y por eso le llevaron a Rusia y luego al penal porque me pedían de muestra "la plata y las balas" que traía. ìAyayay carajo, me llevaron a conocer Rusia, ca. Ay carajo, semejante gente. Que quede me dijeron. Uyayay hecho loca vine", dice entre carcajadas doña Tránsito antes de detallarnos ese capítulo de su vida que es uno de los más agradables de su existencia.

Por su participación en varios movimientos campesinos y obreros Tránsito Amaguaña era señalada como comunista, hecho que inclusive fue el argumento que utilizó su marido para dejarla. ìPor comunista hay te quedas! le habría dicho, para meses después plantearle el divorcio.

Su viaje a Rusia le parece es para ella el conocimiento de otro mundo. Sin embargo el regreso a la patria habría de traerle gran desaliento. Pese a todos los esfuerzos pro evadir a sus captores un pesquisa la llevó desde su casa en La Chimba hasta el panóptico García Moreno. Allí permaneció algún tiempo, porque los autoridades policiales querían saber cuánta plata y las armas que traía. A mi afirma mama Tránsito, ¡no me hicieron conocer ni la plata ni la bala! como ahora que solo he recibido plata del gobierno de Noboa y "también de la Paquita quien me sabía traer los "seguimientos" con los que traía dos fundas de compras".

Aunque se califica de mujer brava y exigente, siempre encuentra motivo para reír. Está feliz porque "ahora ya voy a casarme (suelta una sonora carcajada) Una de estas ya ha de venir mi novio y ya me ha de llevar a descansar". La sonrisa se esfuma porque las lágrimas están a punto de estallar y ella no puede darse el lujo de llorar ante una extraña.

 

[fuente]
http://www.lahora.com.ec/noticiacompleta.asp?noid=242465

 

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