El desarrollo no es posible por el peso de la deuda

Diario El Comercio, edición digital

Quito, 30 de marzo de 2004

 

Redacciones Quito y Guayaquil

José Tonello, director del Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio, cree que hay países dispuestos a renegociar la deuda. Pero Ecuador necesita demostrar que el dinero se invierte en desarrollo.

¿Qué alternativas hay para renegociar la deuda?

Lo primero es poner en práctica los avances en el campo de canjes de deuda y alivios que ya se han conseguido. Hay operaciones suscritas con Italia, España y Alemania. Pero no se han utilizado esos recursos en planes de desarrollo.

¿Por qué montos fueron esos canjes?

Con Italia, por más de 27 millones de dólares. Con Alemania, por 25 y con España, por un monto igual. Si el Ecuador fuera capaz de demostrar que esos recursos cambian la condición de vida de la gente, más países estarían dispuestos a hacer operaciones de alivio. Cuando se trata del pago de deuda externa o a los acreedores privados, el esmero es increíble. Pero si se trata de recursos para dar a ecuatorianos, el entusiasmo se pierde.

¿Falta eficiencia?

Si los recursos de la deuda fueran para recapitalizar bancos, se hubieran destinado a eso en seguida.

El FEPP fue el protagonista de experiencias positivas en el canje de deuda por proyectos sociales. ¿Fueron los primeros en hacerlo?

No estoy seguro. Pero hicimos una operación muy fuerte para constituir un fondo de acceso a la tierra para campesinos indígenas y negros. Fueron 10 millones de dólares para compra de deuda en el mercado secundario. 20 000 familias de 490 organizaciones tuvieron acceso a 500 000 ha.

¿Qué otras organizaciones trabajan en el tema?

Fundación Natura tiene proyectos ecológicos, Fundación Esquel también. Otras fundaciones de Guayaquil, igual. Pero lo más importante es lo que ha hecho la Conferencia Episcopal, a través de un plan de complemento alimenticio de los niños de comunidades rurales. Eso, financiado con recursos de deuda externa.

¿Por qué el Estado no aprovecha esas posibilidades?

Han habido alivios reales de obligaciones, con Alemania, con Holanda. Pero lo importante es hacerlo a favor de los sectores sociales.

¿En qué condiciones se debe renegociar la deuda?

Las renegociaciones deberían ser mejor hechas. Los países andinos en general lo han hecho. Perú y Bolivia consiguieron buenas condiciones. En América Central hubo renegociaciones interesantes, a partir de lo que sucedió con el huracán Mitch. Aquí, el Fenómeno de El Niño hizo más daño y no hemos logrado nada.

¿Qué propuestas plantea para un mejor manejo de los ingresos del Estado?

Tenemos que celebrar en el país la mejor recaudación de impuestos. Hay que consolidar esa línea. En cuanto al tema petrolero: es increíble que cuando el precio está más alto, tenemos la más baja producción de los últimos años. Esa es una responsabilidad política. Igual que las demoras en la licitación. No somos capaces de aprovechar esas ventajas.

¿Qué salidas plantea?

Frenar la migración, ayudar a los migrantes y sus familias para que lo que viene de fuera vaya a la inversión, crear puestos de trabajo, fomentar organizaciones populares, del ahorro y del crédito. El Estado puede hacer un montón de cosas que no cuestan dinero, pero significan voluntad política.

"En cada renegociación de deuda se conoce sobre posibles actos de corrupción. En estos casos, las cartas no están siempre sobre la mesa".

 

El peso de la deuda debe reducirse para Ecuador

Walter Spurrier, Editor General de la Revista Análisis Semanal

"Una solución sería eliminar las preasignaciones y que cada entidad justifique el porqué requiere ese dinero".

No creo que renegociar la deuda sea factible, si por renegociación se entiende que el Gobierno se reúna con los acreedores para cambiar los términos. Las autoridades buscan una ´reingeniería´ con nuevas emisiones, recomprar deuda, cambiar acreedores,...

El Gobierno piensa, con los fondos del crudo que celosamente guarda Economía y son parte del excedente, recomprar la deuda. Pueden ser los bonos que vencen en el 2012 ó 2030. Eso daría una buena señal, no solo que Ecuador puede pagar su deuda sino que la recompra. Si hay acuerdo con el FMI, el Gobierno espera una buena actitud de los acreedores para emitir nuevos bonos.

Sobre la deuda con el Club de París hay dos aspectos: con bancos europeos o japoneses, que prestaron a bajo interés, no hay mucho que hacer; con los otorgados de Gobierno a Gobierno puede condonarse si financia planes sociales. La deuda con los multilaterales no cabe reestructurarla porque se prestan a tasas bajas.

El Estado tiene problemas con las preasignaciones. Una salida sería eliminarlas y hacer un presupuesto con base cero el 2005.

Dora de Ampuero, Directora del Instituto Ecuatoriano de Economía Política

"Debe haber una norma constitucional: no incurrir en nuevas deudas a menos que lo apruebe la mayoría del Congreso".

La deuda pública debe renegociarse de acuerdo con el tipo de acreedores, para determinar cuál de estos grupos tiene la mayor proporción de deuda externa y concentrar los esfuerzos del Gobierno.

Otra propuesta es la venta anticipada de petróleo para reducir deuda. Esto evitaría la discrecionalidad y eliminaría la tentación del Gobierno de utilizar los fondos acumulados para cubrir el déficit fiscal.

De otro lado, los ingresos deben ser superiores a los gastos. Esto se puede lograr mediante una regla constitucional y mejorando la forma de hacer y administrar el presupuesto, que incluya todos los compromisos de gastos aunque no se haya hecho ninguna erogación efectiva. Así habría transparencia en las cuentas y se tendría una demostración más real de la situación fiscal.

Cada agencia que recibe ingresos del Gobierno debiera estar sujeta a rendición de cuentas antes de aprobar sus presupuestos. Aumentar impuestos no es la solución. Más bien hay que reducir algunas tasas y eliminar otras para aminorar la carga tributaria y reactivar la producción.

Luis Mejía, Diputado por Imbabura, experto en tema presupuestario

"Para renegociar su deuda, Ecuador debe asociarse con otros países y afrontar a los organismos financieros".

Muy pocas alternativas hay para reducir el monto de la deuda en el Presupuesto. En el 2003 están destinados 1 500 millones para el pago de capital y más de 900 millones a intereses.

Para renegociar la deuda, Ecuador debe hacerlo en bloque con otros países, porque el 50 por ciento de unos 11 000 millones de deuda externa corresponde a la deuda con organismos financieros como el FMI, la CAF, el BID.

La deuda interna ha crecido por efecto de la emisión de bonos. Creo que lo que se devuelva al Estado por salvataje bancario debiera ir a la creación de un fondo de ayuda social.

Los ingresos presupuestarios se han afectado por las leyes que ha dictado el Congreso, en las cuales se han establecido las preasignaciones, que no solo son para pago de la deuda, sino para entidades como municipios, consejos provinciales y otros.

Es muy difícil eliminar las preasignaciones, pero se pueden congelar las recaudaciones destinadas a preasignaciones en determinado valor y que el aumento vaya en beneficio de proyectos sociales. También es una alternativa mejorar las recaudaciones en Aduanas.

 

[fuente]
http://www.elcomercio.com.ec/noticias.asp?noid=89774

 

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