El Plan Patriota y sus Secuelas

Eduardo Ruilova (Consejero Nacional del Partido Socialista-Frente Amplio)

16 de mayo de 2004

 

Es una estrategia de guerra contra las FARC-UP y el ELN, que lo camuflan como proyectos de desarrollo económico y social hacia la población que vive en la zona de conflicto; de ninguna manera es un plan orientado a luchar contra el narcotráfico como lo han manifestado voceros militares. Este sugestivo nombre arrancado del título de una película norteamericana, es un proyecto contra insurreccional, que dentro del Plan Colombia se encubría como un instrumento de lucha antinarcóticos que ya no pueden ocultarlo más.

El sur de Colombia es el 20% del territorio nacional, es una zona estratégica por dos razones: 1).- Como escenario para concluir la guerra en Colombia, entre asesores militares y contratistas –mercenarios- norteamericanos, aliados al ejército regular y paramilitares colombianos, que en conjunto intentan derrotar a las FARC-UP y al ELN., por temor a que se extiendan sus frentes de guerra, hacia la selva amazónica y la cuenca del Pacifico en donde les será imposible vencerlos como pretenden. 2).- Es una zona estratégica por su riqueza en recursos naturales, biodiversidad, agua dulce, oxígeno, minerales preciosos y estratégicos, especialmente petróleo.

En la zona en conflicto tiene intereses económicos el señor George W. Bush, propietario de la empresa petrolera HARKEN ENERGY, que desde tiempo atrás realizaba labores de exploración y de explotación del petróleo con una inversión de más de 300 millones de dólares. Protegen igualmente operaciones petroleras y de vigilancia en el oleoducto de la transnacional norteamericana Occidental Petroleum. Este sector estratégico es controlado por los guerrilleros, y allí radica la urgencia de sacarlos a cualquier costo.

El Gobierno de Uribe Vélez, asumiendo el nefasto papel de portavoz del Comando Sur, manifiesta con cinismo que “Para definir la estrategia, se han producido decenas de reuniones entre el Ejecutivo y la cúpula de las Fuerzas Militares con el Comando Sur y los Departamentos de Estado y Defensa de los Estados Unidos”, y para su “éxito” contrainsurgente piensa desplegar una fuerza multinacional de 15.000 soldados, en el sur del país, para terminar con los rebeldes.

Esta práctica militarista tiene un efecto de amedrentamiento psicológico, pues pretende escarmentar y amedrentar a quienes luchan contra el sistema, a los que están por la emancipación de los pueblos, que luchan contra el neoliberalismo y la globalización imperialista.

El señor O'Connell, secretario adjunto de Defensa para Operaciones Especiales y Conflictos de Baja Intensidad, en el Pentágono, confirma su participación al expresar “que si bien el personal de Estados Unidos no estará directamente en las "líneas de vanguardia" en Colombia "se requerirá más entrenamiento y planificación para las fuerzas armadas colombianas", dado que ellos "estarán directamente presentes en un frente amplio para derrotar a los narcoterroristas" en ese país”.

Recordemos que en esa zona, los guerrilleros de la FARC-UP y el ELN, mantienen intactas sus fuerzas de retaguardia, y que las victorias que piensan obtener no les van hacer tan fáciles, por más hombres y armamento moderno que dispongan; una cosa es pelear y combatir por principios e ideales, como es el caso de los guerrilleros, que por dinero o por el sueldo que reciben los soldados y paramilitares colombianos y norteamericanos. Recuerden lo de Vietnam y lo que acontece en Irak, la dignidad, la esperanza y la utopía no tienen precio ni tiempo.

La participación del gobierno de los Estados Unidos en esta campaña militar al parecer será definitiva, su ayuda es para tres años de ofensiva, el presente año, se entregarán 110 millones de dólares, que serán empleados en entrenamiento, compras de armas, visores nocturnos, y equipos de comunicación para las novísimas brigadas elites del Ejército, y para las Brigadas de Fuerzas Especiales (Fudra), que liderarán la ofensiva.

La ingerencia directa en el conflicto colombiano la reconoce el señor O'Connell, al manifestar “que Estados Unidos debería apoyar este esfuerzo con personal estadounidense "que refleje la situación actual y futura en el terreno". Debido a esa situación, la administración Bush considera que Estados Unidos necesitará desplegar en Colombia hasta unos 800 efectivos militares y 600 contratistas durante el año 2005”.

Las acciones y el control militar planteadas en los Planes Colombia I y II, y Plan Patriota, son parte de una táctica integral con características regionales de seguridad, controladas por el Comando Sur, en las cuales se involucran las denominadas Forward Operating Locations (FOL). Es decir bases militares de menor escala, conocidas como centros Operaciones de Avanzada para el control aéreo, que tácticamente han cercado a Colombia.

En Ecuador se encuentra La Base de Manta, la Estación de Radar en San Lorenzo, y una base militar en el Oriente que sirve también para entrenamiento de soldados del cono sur, y dentro de sus sueños hegemonistas han planificado la construcción de una nueva base militar en la isla de Baltra, ubicada en el Archipiélago de Galápagos para la utilización de la marina y aviación norteamericana; en Araba se encuentra la base Reina Beatriz; en Curazao Hato Rey; en El Salvador Comalapa; en Costa Rica se encuentran negociando la instalación de una base que se llamará Liberia; y Soto Cano Honduras; en el Perú tienen en el Alto Huallaga y en Brasil disponen de la base de Alcántara, con las cuales cercan y monitorean a las FARC-UP y al ELN.

La presencia estadounidense en Manta consolida la estrategia militar de Washington para el control militar, migratorio ilegal y de tráfico de drogas desde América del Sur, los denominados Puestos de Operaciones Avanzadas (FOL) como el de Manta se presentan como centros destinados “exclusivamente a operaciones antidrogas”, pero en realidad son bases militares encubiertas, que luchan contra los movimientos insurrecciónales, realizan trabajos de inteligencia militar contra movimientos sociales contestatarios y partidos de izquierda en la región andina.

En los puestos FOL, han establecido lo que se conoce como los Centros Matriz de Seguridad, elaborados por el Comando Sur de los Estados Unidos. Término que esconde una nueva estrategia encubierta de intervención militar conjunta, reforzando la seguridad y el control de la frontera norte con batallones de combate expertos en lucha antisubversiva.

El denominado plan Matriz de Seguridad, proponen también la creación de batallones de elite expertos en lucha contrainsurgente y antiterrorista, el mejoramiento de la infraestructura militar a través de la adquisición de nuevos equipos bélicos, la instalación de un sistema de comunicación satelital en Orellana, Sucumbíos, Carchi, Imbabura y Esmeraldas, para un mejor “rastreo” de los inmigrantes que salen ilegalmente desde los puertos del Pacífico Sur, así como de guerrilleros que combaten en Colombia por una América y Colombia digna.

Luego de cumplidas estas metas, el gobierno norteamericano y sus asesores militares, tendrán todo listo para cerrar la frontera norte, y así convertirnos en el yunque del martillo táctico que golpeará desde el sur colombiano a los grupos insurgentes, ejemplo de heroísmo y dignidad latinoamericana.

Venezuela no esta exenta del problema, por el contrario se ve en la obligación de dormir con el un ojo abierto y el otro cerrado, ya que intenta el presidente norteamericano a través del PLAN PATRIOTA, internacionalizar el conflicto, y convertirlos en actores directos de ese desigual combate, orientado a derrocarle en contubernio con la burguesía nacional testaferra, al coronel Hugo Chávez Frías.

La táctica utilizada por el imperialismo es clarísima, quieren en primer lugar desestabilizar la región, utilizando a Colombia como el eje de una guerra que no es del Ecuador ni de Venezuela, en aras de debilitar el proceso de integración andina y latinoamericana para negociar de mejor manera el ALCA o el Tratado de Libre Comercio entre naciones.

Manu militari, por intermedio del ALCA o del TLC, quieren apropiarse de nuestra rica biodiversidad amazónica, de las fuentes hídricas y de la extensa cuenca hidrocarburifera y de los minerales estratégicos existentes en los tres países. Más al sur intentan apoderarse del gas Boliviano, y del acuífero subterráneo existente en la triple frontera.

Ecuador militariza la frontera norte

En una de sus múltiples visitas realizadas por el Jefe del Comando Sur, General James Hill, manifestó que el objetivo del gobierno norteamericano en “regionalizar el Plan Colombia”, poner un cerrojo en las fronteras de Ecuador y Perú, así como realizar tres ejercicios militares conjuntos en dichas fronteras.

En otras oportunidades se traslada a la zona fronteriza, imparte instrucciones a los militares ecuatorianos y norteamericanos acantonados en la región oriental, y como nunca llega con las manos vacías reparte uniformes, toldos, ponchos de aguas, carpas, chalecos antibalas, con la finalidad de “levantarles el espíritu combativo” en contra de las FARC-UP y del ELN.

La Embajadora norteamericana Kristie kenney, que también es parte de la comitiva contrainsurgente, sugería el cierre militar de la frontera norte y presiona para que el gobierno ecuatoriano declare ‘terroristas’ a las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para así facilitar la incursión militar multinacional.

Las órdenes del jefe militar fueron cumplidas al pie de la letra, de inmediato el Comando Conjunto movilizó a cerca de 14.000 hombres a lo largo de la frontera con Colombia, casi el doble de los que tenía acantonados en la frontera con el Perú, antes de la firma de los acuerdos de paz. Acuerdos forzados por parte del gobierno norteamericano para concentrar tropas ecuatorianas y peruanas en el nororiente, ya que en esa época pretendían invadir la zona sur colombiana, mediante el famoso PLAN AMAZONAS.

Este militar con ánimo de ganarse las simpatías de los sufridos y atemorizados pueblos fronterizos, llega con regalos y presentes de todo tipo a la población civil, que según él les servirán para elevar el nivel de vida y la autoestima de la población marginada. Con la complicidad de las autoridades fronterizas inaugura obras civiles construidas por la USAID, que benefician a los pueblos fronterizos de Esmeraldas.

Fuentes militares expresaron que a inicios del año 2.004, James T. Hill expuso a los oficiales ecuatorianos un amplio esquema táctico militar, con la finalidad de concretar lo que el Ecuador debería hacer dentro del Plan Patriota. A saber: 1) Construcción de infraestructura en la Amazonía para albergar a militares de la fuerza multinacional. Es decir los centros de acopio que debía construir la Defensa Civil, con el supuesto de brindar ayuda por los efectos que pueda causar el fenómeno del niño. 2) Almacenamiento de armas y equipos para operaciones especiales. 3) Realizar programas de entrenamiento y aclimatación en la zona. 4) Establecer operaciones de inteligencia en el aspecto civil y militar, y reconocimiento del lugar. 5) Establecer una base militar para utilización de la marina de guerra norteamericana en la isla Baltra, en la cual exista la debida “compartimentación de actividades y el mejoramiento portuario” de las islas Galápagos ubicada en el Archipiélago de Galápagos, declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO.

Días atrás el general Octavio Romero, jefe del Comando Conjunto del ejército ecuatoriano, aceptó que se reunieron con miembros del ejército norteamericano, elaboraron de un documento conjunto con cerca de 200 recomendaciones de corte estrictamente militar para actuar en la frontera norte.

Con las órdenes impartidas, el ejército ecuatoriano estableció 16 nuevos puestos fronterizos ubicados, uno cada cien kilómetros de distancia, en El Carchi cinco nuevos destacamentos: El Carmelo, Tufiño, Maldonado, El Chical, Tobar Donoso. En Sucumbíos, cuatro nuevos destacamentos y se fortalecieron las bases de Fuerzas Especiales en Lago Agrio y Shushufindi con ex combatientes del Cenepa.

La Marina puso seis puestos de vigilancia en Esmeraldas: Palma Real, Pichangal, Campanita, Mataje, Piedra Sellada, y el Pan. La Aviación estableció Bases en las provincias fronterizas con radares para monitorear el movimiento aéreo. Los Estados Unidos, entregaron 76.4 millones para la adquisición de equipo militar, y 150 vehículos y equipos de comunicaciones.

Estos acontecimientos de política internacional están enmarcados dentro del término de “mejor aliado” de los EEUU., que según el diccionario de la Lengua Española dice “...Del Estado, país, ejército, etc., que se une a otro para un determinado fin...”. La definición deja claro el alineamiento que toma el Presidente ecuatoriano, y nos permite ver su compromiso directo con Uribe Vélez y el gobierno norteamericano, en el cual se incluye el Perú, sobre temas como la Iniciativa Regional Andina, el Plan Colombia en sus versiones I y II, y ahora el Plan Patriota; colada en la que pretendieron involucrarles a los Presidentes del Brasil Luis Inacio Lula Da Silva y Hugo Chávez de Venezuela, los cuales se negaron rotundamente, respetando así los principios de No Intervención y de Autodeterminación de los pueblos.

No mucho tiempo atrás el Coronel-Ingeniero tenía otros criterios y fundamentos frente a la política exterior norteamericana, respecto del Plan Colombia y sus consecuencias, decía: “...Nosotros hemos mencionado nuestra oposición tenaz a que el Ecuador se involucre en el Plan Colombia porque pensamos que es una matanza innecesaria, un genocidio, lo que se va a realizar en Colombia. El problema del narcotráfico, en nuestro concepto, al ser un problema de tipo social y económico debería recibir una solución de tipo social y económico, no una acción militar. Segundo, creemos que, como todos los pueblos, Colombia tiene derecho a su autodeterminación” (...) “Nosotros creemos que el Plan Colombia apunta a terminar con el movimiento revolucionario colombiano y, una vez ubicados ahí, neutralizar los movimientos revolucionarios de toda Latinoamérica”.

Con el transcurrir del tiempo, el Presidente Lucio Gutiérrez y su ministro de Relaciones exteriores, en política exterior han venido metiendo la pata persistentemente, realizando propuestas como: las de recibir en nuestro territorio a guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ha intentado ser mediador del conflicto, sin que nadie lo haya solicitado, por último y para colmo de males ha propuesto una intervención militar multinacional en Colombia, iniciativa que coincide con la del Comando Sur de EEUU de regionalizar el conflicto Colombiano mediante la Iniciativa Andina.

Luego pide a las FARC el cese unilateral del fuego, para llevar una serie de negociaciones con la intención de poner punto final al conflicto, bajo el manto de las Naciones Unidas (ONU), en el caso de no llegar a acuerdos, iniciar una intervención militar multinacional para exterminarles a las fuerzas insurgentes, no así con el inmenso ejército paramilitar custodio de los terratenientes y de los carteles del narcotráfico colombiano. Recordemos que dichas negociaciones de paz fueron suprimidas por órdenes emanadas por el Presidente Bush, al entonces Presidente de Pastrana ideólogo del Plan Colombia.

Cada país, dijo Zuquilanda, traza su plan de seguridad y las Fuerzas Armadas colombianas y ecuatorianas actúan, en materia regional, a través de la Comisión Binacional Fronteriza (Conbifron).

 

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