El Gobierno saca provecho de la fe de los indígenas evangélicos

Santiago Zeas

Diario El Comercio, edición digital

Quito, 6 de diciembre de 2004

 

Foto: Entrega de alimentos en Colta. Mario Egas, El Comercio

A orillas de la laguna de Colta están las huellas de la alianza electoral del Gobierno y los indígenas evangélicos.

En algunas cabañas flamea la bandera de Sociedad Patriótica (PSP), junto a la de Amauta Yuyay (3-59). En otras, sus paredes están llenas de leyendas de esa unión que arrasó con las alcaldías de Colta, Guamote y Alausí (Chimborazo).

Esa alianza, quizás, explica la masiva presencia de lugareños a la marcha que la Federación de Indígenas Evangélicos (Feine) organizó para apoyar a Lucio Gutiérrez, el 16 de noviembre, cuando la oposición insistía en enjuiciarlo.

¿Cómo fue que Gutiérrez alcanzó el apoyo casi incondicional de esas comunidades?

En Chimborazo, muchos saben la respuesta, pero pocos quieren reconocerla. Solo voces como la de Pachakutik dicen que el clientelismo del Régimen ha sido clave para este romance, aunque las pruebas no son visibles a primera vista.

Es la tarde del 26 de noviembre y lo único que se conoce es que gente del Gobierno estará de visita en una parroquia olvidada de Colta. Un camino de polvo y piedra conduce a Monjas de Tungurahuilla Bajo, 20 minutos al este de la carretera.

Allí viven 91 familias sin servicios básicos, a excepción de luz. Antes de que caiga el sol, una blazer roja irrumpe en la tranquilidad de la parroquia. En su interior está William Andrade, director provincial del Programa Aliméntate Ecuador, con el propósito de entregar comida a 59 jefes de familia.

En ese instante los senderos y exteriores de la casa comunal están desiertos. De un jeep verde desciende José Guaranga, jefe de la parroquia, quien conoce de antemano el objetivo de la visita. Corre hacia una vetusta cabaña de bloque. Allí activa un magáfono que rompe el silencio del caserío con gritos en kichwa convocando a los comuneros. La ladera se vuelve un tapiz decorado por las bayetas multicolores de las mujeres que acuden aprisa al llamado. Los hombres, en cambio, caminan con parsimonia. Todos se juntan afuera de la tienda comunitaria, la cual almacena desde hace más de 24 horas los alimentos.

Se trata de pequeños sacos con el logotipo del Ministerio de Bienestar Social, que en su interior contienen arroz, azúcar, aceite, avena, lenteja y atún. Todo está listo. Los indígenas forman un rectángulo: las mujeres están de rodillas, los hombres de pie... todos tienen la cabeza descubierta.

La ceremonia comienza. El pastor de la comunidad toma la palabra y se dirige a los fieles que guardan absoluto silencio. Levanta al cielo una plegaria a la que se unen los presentes: "Te agradecemos Dios porque estos señores hayan venido".

El funcionario de Bienestar toma la palabra y también eleva una oración. "Agradezcamos a Dios porque estamos juntos, a Lucio Gutiérrez... el Gobierno Nacional les va a dar alimentos". Los indígenas están emocionados... sus manos no dejan de aplaudir. Los ofrecimientos no quedan ahí. Andrade promete entregar comedores para niños y ancianos, y anuncia que este mes se entregará un bono alimenticio.

"Hay que seguir orando pastor", exhorta al líder religioso... los aplausos siguen.

Por fin llega la hora del reparto. Uno a uno se acerca a recibir la comida. Ninguno puede ocultar su felicidad. Pero, cuando se les pregunta si quieren que Gutiérrez deje la Presidencia, la expresión de sus rostros cambia. "Febres Cordero debe plata por eso lo quiere sacar... no lo vamos a permitir", sentencia Guaranga. Rosendo Pilataxi, de 54 años, se pronuncia del mismo modo. Mientras se acomoda una desteñida camiseta del club de fútbol italiano Lazio, asegura que lo que quieren es que el Gobierno los ayude. Pero esta clase de visitas oficiales a las bases evangélicas no es aislada. Según el programa, se las realiza cada 90 días, luego de que la comunidad ha ejecutado algún tipo de obra, como mingas. Del 20 al 26 se efectuaron 40 visitas (tabulado).

Y, según altas fuentes del PSP en Chimborazo, esa práctica fue una estrategia de acercamiento que arrancó con la entrega de picos y palas, cuando Patricio Ortiz era ministro de Bienestar Social, a inicios del 2003. "El objetivo era conocer sus debilidades y fortalezas, aunque son reconocidos por su organización", dice un alto cuadro de la lista 3.

A Miguel Lluco, líder indígena de la provincia, no le sorprende este tipo de acciones.

Para él, no hay duda que el Gobierno y la Feine han sacado provecho político de la fe que profesan las bases. "Son como los militares: su disciplina es estricta, hacen lo que se les dice... además no cuestionan a la autoridad porque creen que es puesta por Dios".

Pedro Curichumbi, alcalde reelecto de Colta por la alianza 3-59, niega esa instrumentalización de la fe, aunque admite que sus hermanos no sirven para sacar gobiernos. Pero, al parecer, el Gobierno está consciente de ese aspecto. Y armó estrategias para acercarse al sector. "Hablamos con los líderes..., Clemente Taday, alcalde electo de Alausí, fue designado subintendente de Policía... gente como él organiza reuniones, donde les decimos qué les podemos ofrecer", dice la alta fuente del PSP.

La noche cae en Monjas de Tungurahuilla Bajo. Los comuneros asan cuyes para celebrar la dádiva gubernamental. El maltrecho camino de regreso a la carretera se hace más duro con las primeras sombras, aunque aún hay suficiente visibilidad para ver las banderas del PSP y Amauta en una pequeña iglesia evangélica, en un costado del sendero...

 

[Entrevista]
Miguel Lluco, ex-coordinador general de Pachakutik

¿Por qué los indígenas evangélicos de Chimborazo apoyan la gestión del presidente Lucio Gutiérrez?

Porque coincide con la práctica clientelar que se ha venido teniendo desde hace mucho tiempo atrás. A esto se suma el acercamiento que tienen con la institución militar, desde hace mucho tiempo atrás.

¿A través de qué mecanismos el Gobierno quiere ganar más simpatías?

Hay una serie de necesidades de la gente. Por eso, el Gobierno llega con víveres y herramientas a las bases. Por otro lado está presente una serie de ubicaciones de dirigentes (de la Feine) en las instituciones públicas (Subsecretaría de Bienestar Social). Es una práctica de todos los gobiernos, aunque con más profundidad lo hace Gutiérrez.

Se trata de políticas clientelares y no políticas sociales de largo plazo...

Lamentablemente, como hay una necesidad de la gente, el Gobierno regala en lo que más siente. No le importa diseñar planes sociales de mediano y largo plazos. Se tiene una mentalidad inmediatista, si le llevan la comida, entonces la gente dice ‘que Dios le pague’. El Gobierno sabe a quello por la presencia de los militares en las comunidades y porque conoce las necesidades.

¿Por qué los indígenas evangélicos no tienen una visión critica frente estas medidas asistencialistas?

Porque es un tema ideológico. Ellos, con la Biblia, han formado su visión y conducta. Entonces, hay una distorsión total del verdadero sentido del proyecto de Jesús. Por ello se los adoctrina para que sean útiles al sistema de injusticia, dominación y corrupción.

¿Se aprovechan de la fe?

Se manipula el verdadero mensaje de Dios.

 

[Entrevista]
Pedro Curichumbi, alcalde de Colta

¿Cómo se dio la alianza entre Amauta Yuyay y Sociedad Patriótica (PSP)?

Nuestro país tiene muchas organizaciones políticas como el PSP y Amauta. Ésta representa a una población que ha estado al margen del poder. En ese sentido, tenemos la misión de servir a Dios y al pueblo desde la política para alcanzar la prosperidad integral. Por eso era importante triunfar en el proceso electoral y uno de los objetivos de Colta es tener el ingreso a la educación superior. El Presidente ofreció el respaldo para aquello.

¿El Gobierno no dio recursos a Amauta Yuyay?

No.

¿Esa alianza no implica un respaldo al Régimen?

Nosotros tenemos a la Feine como una organización religiosa y representante del pueblo evangélico que sí ha respaldado al Presidente.

¿Y como Amauta también?

Sí.

¿Pachakutik dice que el Gobierno se aprovecha de la fe para alcanzar ese respaldo?

Respeto ese criterio, pero no es así.

¿No hay manipulación?

Pienso que no. El ser humano es alma, cuerpo y espíritu que no hay cómo segmentarlo. Cuando se piensa se lo hace con las tres partes. Se trabaja íntegramente.

¿Y cuando se entrega comida a las comunidades y se reza dando gracias a Dios y al Gobierno Nacional?

Pienso que ese estilo de pensamiento fue de hace 30 años. El kichwa, por sí solo, sabe pensar. Tiene un espacio para desarrollar su pensamiento y para poder concretarlo.

¿Por qué en vez de comida no piden políticas sociales?

Colta no ha recibido comida. Nosotros hemos trazado las políticas de Estado desde el gobierno de Durán Ballén.

 

[fuentes]
http://www.elcomercio.com/noticias.asp?noid=111220
http://www.elcomercio.com/noticias.asp?noid=111221

 

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