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Al árbol se lo conoce por sus frutos

Ricardo Ulcuango

Quincenario Tintají, nº 59

Quito, 15 de enero de 2005

Nuestros abuelos luchadores respetaron sin dudar el ama quilla, ama llulla, ama shua. Hoy es necesario retomar en serio estos principios. Debemos retomar los principios de sabiduría política de nuestros mayores que siempre serán los que nos posibiliten un auténtico gobierno desde el corazón del pueblo, para servir al pueblo y no pretender servirnos de él como han hecho los politiqueros tradicionales.

La CONAIE es el resultado de un largo proceso de lucha por consolidar una política propia y alternativa, para con ella recuperar nuestros derechos. Su estilo de hacer política ha estado marcado siempre por un espíritu colectivo de análisis y acción. La acción política desde las bases ha permitido alcanzar en la década de los 90 grandes cosechas: consolidación de nuestras comunidades, nacionalidades, organizaciones zonales, provinciales, regionales y de la propia CONAIE, entre otras.

En asambleas, congresos, talleres... hemos ido poco a poco definiendo nuestro camino y la manera de caminar, plasmando el Proyecto Político de construcción de un Estado Nacional Plurinacional. Hemos logrado presencia política conquistando el reconocimiento jurídico constitucional de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas al interior del Estado ecuatoriano, y el reconocimiento a nivel internacional. Recuperamos tierras, territorios y creamos instituciones para el desarrollo integral de nuestros pueblos. Por medio de la participación electoral logramos representantes en juntas parroquiales, alcaldías, concejos municipales, consejos provinciales, Congreso Nacional. Nos constituimos en interlocutores directos con el Estado ecuatoriano.

Tenemos grandes cosechas, con inmensos sacrificios e inclusive al costo del derramamiento de sangre de hermanos nuestros. Todo lo hemos conseguido poco a poco, con trabajo comunitario constante, en minga, como la allpa mama que tiene un proceso para dar sus frutos; como el inti taita que va poco a poco clareando el nuevo día; como la quilla mama que para mostrarse en su plenitud sigue un proceso propio. Este es el camino que nos enseñaron nuestros mayores. No ha sido nuestro camino el milagrerismo politiquero, que de la noche a la mañana ofrece salvación o frutos que no hemos cultivado. Al árbol se lo conoce por sus frutos...

Por eso, en este difícil momento que atraviesa el país debemos volver al proyecto inicial del movimiento indígena, con identidad política definida, hacia una alianza social y política opuesta a los sectores de poder y por lo tanto independiente de quienes hoy se disputan el botín del Estado. Además de la consolidación del proyecto histórico propio, la prioridad del movimiento es fortalecer un frente opositor al TLC y al Plan Colombia.

[fuente]
http://www.tintaji.org

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