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Racismo andino

Susana Klinkicht

Diario El Hoy, edición digital

Quito, 28 de marzo de 2005

Lo que se ha denominado como "la primera Encuesta Nacional sobre el Racismo y la Discriminación Racial en Ecuador" ha dado como resultado que un 65% de los encuestados cree que en el Ecuador se practica el racismo. Aunque esto no constituye una novedad, es cierto que la encuesta tiene el mérito de haber sido hecha entre un número significativo de más de 37.500 personas y en todas las provincias. También es interesante que haya sido encargada por el Gobierno, seguramente gracias a la oferta del Banco Interamericano de Desarrollo de financiarla.

De ese 65% que dice saber que hay racismo, solo un 10% admite su propia postura discriminatoria. Interesante resulta que, luego de los blancos, son los indígenas que más se perciben como racistas y recién en tercer lugar los mestizos. También es interesante que la muestra estuvo compuesta en un 81% por mestizos, un 6,6% por blancos, y un 8,3% por indígenas. Los negros, que fueron los que pidieron la encuesta, resultaron con un 88% efectivamente los más discriminados.

Sin embargo, del Simposio de Pensamiento Andino, realizado la semana pasada en Cuenca, valdría la pena pedir prestado un planteamiento, para intentar introducirlo a la interpretación de esta encuesta. Sobre todo de Bolivia los ponentes trajeron el concepto del "cholo" con la exigencia de que sea considerado en las deliberaciones como una categoría aparte. Se trata de una iniciativa que busca dar cabida a la verdadera complejidad de la identidad cultural, que trasciende lo netamente racial, entendido como mezcla de lo blanco con lo indio. Cholo sería entonces aquel que emigra del campo a la ciudad con las intenciones de blanquearse y de borrar su origen, por lo menos en las generaciones posteriores. En este esquema, el mestizo ha asumido un carácter integrador de las diferencias, convirtiéndose, por lo tanto, en una identidad fácil de llevar: todos somos mestizos. Lo difícil es imponerse cuando uno todavía es identificado por su procedencia campesina o india, sin contar con la protección de la comunidad que uno ha abandonado.

Uno de los principales méritos del simposio, el primero de esta categoría que se realiza en nuestro medio, es haber puesto sobre el tapete sin tapujos problemas como este, aunque posiblemente su objetivo fuera otro.

Lo que pretendía era aplicar a la "filosofía" andina una esquematización mínima de tal manera que, aunque esta fuera una aproximación occidental, el resultado permitiese aprehender mejor lo que de esta visión del mundo todavía se puede salvar y aplicar. No hay como negar que fue un simposio de mestizos para indígenas. Los unos en el podio, los otros en el público. Sin embargo, también se pudo apreciar cuánto han avanzado los saraguros, los cañaris y aquellos otros pueblos que finalmente han decidido dar por terminado cualquier intento de blanquearse, para ser ellos mismos. En comparación, los otros, aquellos que todavía no son mestizos, pero que dejaron de ser indios, están recién al comienzo de su lucha por una identidad que les permita enfrentar la discriminación, pero son cada vez más.

[fuente]
http://www.hoy.com.ec/NoticiaNue.asp?row_id=201060

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