Quito, 22 de junio de 2005
Redacción Tulcán
El puente internacional de Rumichaca fue el punto de reencuentro entre los pueblos pasto de Ecuador y Colombia.
Con distintas vestimentas, que identificaban el lugar de su procedencia o la comunidad a la que representan, los gobernadores indígenas se colocaron alrededor del sol pasto para pedir a sus ancestros que les iluminen y poder concretar el proyecto de reunificación.
El sol pasto, su principal símbolo ancestral, fue dibujado en el piso, a un costado del paso fronterizo, conocido en el pasado como Puente de Piedra.
Con el bastón de mando y hablando en su lengua nativa, pedían autorización a sus dioses para exponer sus ideas en el I Encuentro de Pueblos Indígenas de Ecuador y Colombia.
El cónclave convocó a unos 800 indígenas de ambos países y se realizó en el Colegio Los Pastos, en la comunidad de Aldana, en Ipiales.
Este centro fue acondicionado para recibir a los participantes, que viajaron desde distintos poblados a lo largo del cordón fronterizo que separa a Carchi con Nariño. Algunas delegaciones como la de los awa caminaron por más de tres días.
Stalin Camargo, asesor del Consejo de Comunidades Campesinas de Montúfar, denunció que todos los proyectos de desarrollo que involucran a la frontera colombo-ecuatoriana no toman en cuenta a los principales actores: los indígenas.
Puso como ejemplo los planes de manejo de los recursos naturales. Homero Palacios, del Consejo de Comunas Campesinas de Montúfar, señala que quieren iniciar un proceso de reunificación y reconstitución del pueblo pasto.
Hemos estado separados administrativamente durante años, pero aún conservamos nuestra identidad cultural y espiritual.
Exigiremos a las autoridades que reconozcan con acciones concretas nuestras demandas.
Lorenzo Almendra Velasco, representante pueblo guambiano, en Colombia, señala que su exigencia es que se respete su cosmovisión, su autonomía, su cultura y sus tradiciones.
Además, que al indígena se lo vea con importancia y con respeto.
La clausura: Ayer, al mediodía empezó la ceremonia de clausura con el ritual indígena de la bendición de los frutos y las semillas. También, se realizó un trueque de los productos agrícolas y de las artesanías que trajeron los participantes a este encuentro desde sus pueblos.
El acuerdo: Los delegados firmaron la llamada Declamatoria de la Nación Pasto y posteriormente se integró una comisión encargada de la difusión y la ejecución de los proyectos presentados en esta cita. Al mismo tiempo se planteó la necesidad de organizar nuevos encuentros para evaluación y seguir los compromisos de las autoridades.
[fuente]
http://www.elcomercio.com.ec/noticias.asp?noid=132867
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