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Carta abierta a Manuel Chiriboga, Jefe Negociador del TLC

Helga Serrano

Quito, 15 de noviembre de 2005

Sr. Manuel Chiriboga
Jefe Negociador TLC
Presente

Estimado Sr. Chiriboga:

Yo no le conozco a usted personalmente, solo lo vi una vez en una reunión de Ecuador Decide, la campaña que impulsa la recolección de firmas para exigir una consulta popular sobre la firma del TLC entre Ecuador y Estados Unidos. En esa reunión, usted no pudo explicarnos qué le haría levantarse, o retirarse, de la mesa de negociaciones del TLC.

En esa reunión usted también dijo que la soberanía alimentaria no era prioritario para Ecuador, pero sí lo era la seguridad alimentaria, porque consideraba importante dar de comer, no importa de dónde vengan los productos.

Pero yo no estoy tan segura de su apreciación. Usted mismo lo dijo, Ecuador es autosuficiente en alimentos en 90 ó 95%, ¿para qué necesitamos un TLC? El mismo Presidente de Estados Unidos, George Bush, ha dicho: ¿Se imaginan ustedes un país que dependa del exterior para su alimentación&?

Yo sabía quien era Christian Espinosa, ex-jefe negociador del TLC. Conocía su formación y sus inclinaciones pro-norteamericanas. Pero de usted, no sabía mucho, excepto que había asesorado a organizaciones campesinas. Buscando en la Internet pude conocer que usted era ecuatoriano, sociólogo, con postgrado en estudios del desarrollo. Fue vice-ministro de Agricultura y Ganadería entre enero y agosto de 2003, junto a Luis Macas, cuando él fue Ministro. También conocí que Ud. fue Secretario Ejecutivo de ALOP, una red de ONGs de América Latina, con presencia en 20 países de la región. También fue Presidente del Grupo de Trabajo de las ONGs sobre el Banco Mundial, Co-presidente del Comité de ONGs del Banco Mundial y miembro del Comité Asesor del BID en temas de género y mujer en el desarrollo.

En los últimos meses de este año, se convirtió en el Jefe Negociador del TLC entre Ecuador y Estados Unidos. Esto sí que es una tremenda responsabilidad. ¿Se da Ud. cuenta que sobre sus hombros se decidirá la firma o no del TLC? ¿Se da Ud. cuenta que esto significa que sobre sus hombros está la responsabilidad de definir el modelo económico que Ecuador impulsará por lo menos en los próximos 20 años?

Nosotros y nosotras, ecuatorianos, queremos saber ¿qué es lo que Ud. está negociando? ¿No le parece que tenemos derechos?

Ahora bien, parece que Ud. antes era una persona en la que confiaban algunos sectores sociales, pues solo así se puede entender que haya sido colaborador de Luis Macas. Sin embargo, parece que Ud. ha cambiado. Quizás es igual que el Presidente Palacio que, cuando era Vice Presidente decía, sin titubear, que había que realizar una consulta popular sobre la firma del TLC y ahora dice que no hace falta. Quizás Ud. es igual que él.

Antes, cuando Ud. era Subsecretario de Luis Macas, Ud. decía Somos testigos del agotamiento del modelo de desarrollo que todavía nos orienta y de las demandas ciudadanas por reformas sustantivas a dicho modelo. Es urgente, pues, cambiar el paradigma de desarrollo, de repensar las estrategias y redefinir los rumbos, a partir de los principios del bienestar económico, el cuidado ambiental, la participación democrática, la alteridad cultural y la equidad social. ¿Ud. realmente cree que con el TLC va a cambiar el paradigma de desarrollo? Yo no lo creo, porque en realidad el TLC es un renunciamiento a la posibilidad de un desarrollo nacional y sostenible.

Y, a propósito, ya que hacía referencia a la participación democrática, ¿no le parece justo convocar a consulta popular sobre el TLC?

¿Alguna vez se ha preguntado qué pasó con Ud.? ¿Por qué cambió? Quizás la cercanía con el Banco Mundial le hizo cambiar.

Si en nuestro Ecuador hay un amplio sector de ciudadanos y ciudadanas, organizaciones indígenas, juveniles, campesinas y sociales que cuestionan la firma del TLC (entre los cuales me encuentro yo), ¿por qué le parece legítimo ignorarnos, no hacernos caso?

Yo le escuché a Ud. decir en esa reunión de Ecuador Decide que no puede aceptar la pérdida de empleos en el campo. Y Ud. bien sabe que esto es la esencia del TLC, que lleguen productos agrícolas subsidiados de Estados Unidos, en beneficio de sus transnacionales, en perjuicio de cientos de miles de campesinos ecuatorianos que se quedarán sin empleo. Además, Ud. sabe que nuestra soberanía será afectada, y estaremos al servicio de las transnacionales y de los arbitrajes internacionales. Usted también sabe que se liquidará toda política dirigida a asegurar la educación gratuita y el acceso a los servicios de salud y medicamentos genéricos.

Así las cosas, nosotros no queremos la firma del TLC. Si a Ud. le queda algo del discurso que tenía en el 2003, y si le queda algo de dignidad, Ud. debería retirarse de las negociaciones. Si Ud. no lo hace, Ud. será, como persona e individuo, responsable de la debacle de los sectores que decía promover: los pequeños campesinos, las mujeres, los niños y niñas, en fin, los pobres de nuestro país. Y si Ud. ya está tan comprometido con las políticas neoliberales, quizás a Ud. ya no le afecte, pero a la mayoría de ecuatorianas y ecuatorianos sí que nos afectará su decisión.

Atentamente,

¡No al TLC!

¡Ecuador en Pie de Lucha!

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