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Latinos en Estados Unidos: Esta marcha es un puente hacia el mañana

Carlos Iaquinandi

Servicio de Prensa Alternativa (SERPAL)

Reus (España), 3 de abril de 2006

"No existe el sueño americano. Solo existe el American Dream creado por una sociedad angloprotestante. Si los estadounidenses de origen mexicano quieren participar en ese sueño y esa sociedad, tendrán que soñar en inglés".
Samuel Huntington

"Samuel Huntington, el intelectual para todos los usos militares".
José Vidal-Beneyto

"Somos trabajadores, no criminales"
"Esta marcha es un puente hacia el mañana"
"Los negros y los blancos tuvieron su revolución... ahora nos toca a nosotros"
"Latinos unidos, jamás serán vencidos"
"Sí, se puede. Sí, se puede"
"Hoy marchamos, mañana votamos"
Consignas de la marcha en Los Angeles

El debate parlamentario sobre la reforma de las leyes migratorias en Estados Unidos, ha puesto en movimiento a la creciente comunidad de origen latinoamericano que reside en ese país. Suceda lo que suceda en el Senado con la iniciativa de ley HR-4437 del republicano James Sensenbrenner, la organización política y social de los hispanos se ha fortalecido en las últimas semanas y parece dispuesta y en condiciones de afrontar nuevos desafíos. Multitudinarias marchas de inmigrantes se han sucedido en Los Angeles, Nueva York, San Diego, Chicago, Denver, Atlanta... En su columna en The Washington Post, el veterano periodista Harold Meyerson escribía: "En Los Angeles apaciguado, son los inmigrantes quienes están forjando una cultura de activismo cívico, enseñando al resto como ser estadounidenses comprometidos". Y añadía "nunca Los Angeles había visto algo así: medio millón de manifestantes totalmente pacíficos, redefinieron mi ciudad".

La "iniciativa Sensenbrenner" fue aprobada por la Cámara de Representantes en diciembre pasado, y ahora corresponde su tratamiento en el Senado. El proyecto de ley se denomina: "De protección fronteriza, antiterrorismo y control de la inmigración ilegal"; criminaliza la situación de los inmigrantes indocumentados y propone la rigidez de las medidas de control incluyendo la construcción de un muro de centenares de kilómetros en la frontera con México. La iniciativa también otorga facultades a la policía para detener inmigrantes sin orden legal previa, y penaliza a quienes ayuden a los indocumentados.

Un legislador consecuente

Pero ¿Quién es Sensenbrenner? El autor de la iniciativa anti-migración es representante republicano por Wisconsin desde 1979. Sus iniciativas siempre han coincidido con las posiciones de los sectores más conservadores de la sociedad norteamericana. En el 2001 introdujo la famosa y anticonstitucional "Ley Patriota", que con el argumento de combatir al terrorismo suspendió y suprimió garantías y derechos individuales de los norteamericanos. Más recientemente, se opuso a que se tratara el tema de los prisioneros y las torturas en Guantánamo y Abu Ghraib, y dio bruscamente por terminada la sesión de la comisión judicial de la Cámara que preside. También es autor de diversas iniciativas para coartar la libertad de expresión con argumentos como "seguridad" o "decencia".

La extrema dureza de su propuesta ha sido la espoleta que detonó la salida a las calles de millares de indocumentados mexicanos, salvadoreños, hondureños, ecuatorianos, nicaragüenses, colombianos... en diversas ciudades norteamericanas. Además, las numerosas organizaciones que agrupan a los latinos coincidieron en declarar un boicot comercial a quienes apoyan financieramente a Sensenbrenner. La primera marca señalada, desde la tribuna de la gran marcha de Chicago el 10 de marzo, fue la de la Cerveza Miller. Ahora, el movimiento hispano apunta ampliar el boicot a Budweiser, así como a los productos de Pepsi, Bacardí, Disney y las gasolineras Maratón.

Cuidando el escaño

La decisiva incidencia del voto latino en la política norteamericana, no pasa inadvertida para la Casa Blanca, ni para los representantes de los diversos estados que aspiran a mantener sus escaños en las elecciones de noviembre próximo. La circunstancia de ser año electoral influye a los republicanos y a los demócratas, provocando una diversidad de posiciones en torno a la cuestión migratoria, según las características del distrito al que representen. El censo del año 2000 indicaba ya una población hispana superior a los 35 millones, un 12,5% del total. Y revelaba también el rápido crecimiento del porcentaje de latinos en determinadas ciudadades: superaba el 45 por ciento en Los Angeles, el 25 en Nueva York, el 51 en San Antonio, 17 en Chicago, o 23 en Dallas. Una reconocida dirigente hispana advirtió: "habrá un precio político si los legisladores optan por una ruta equivocada".

Los representantes saben que la población hispana tiene influencia decisiva en zonas como California, Florida, Texas, Arizona, Illinois y Nueva York. Tienen presente que Los Angeles (más de cuatro millones de sus habitantes son de origen latino) tiene un mexicano como alcalde y en Texas o Chicago, los hispanos avanzan en posiciones políticas importantes. Demócratas y republicanos tienen que hacer un difícil equilibrio para no perder el apoyo latino, pero tampoco distanciarse de al menos la mitad de los ciudadanos norteamericanos que recelan de los inmigrantes. Si fueran sinceros, muchos de estos políticos tendrían que asumir lo que sienten: "Queremos tu trabajo, no te queremos a ti".

La opinión pública norteamericana, está muy dividida ante la cuestión migratoria. Según las encuestas, casi un tercio es partidaria de entregar a los inmigrantes una visa de trabajadores temporarios; otro tercio opina que el gobierno debería permitir a los indocumentados radicarse legalmente y el tercio restante afirmó que hay que enviar a los inmigrantes a sus países de origen. El tema ya no es exclusivamente migratorio, sino político y de cohesión social, y por eso ha ocupado el centro de la escena en Estados Unidos.

Alternativa

El Comité Judicial del Senado estadounidense aprobó un proyecto del senador republicano Arlen Specter, que endurece los controles fronterizos, crea visas de trabajo temporarias y legaliza a millones de indocumentados que hayan ingresado antes del año 2004 sin que sea necesario que salgan del país. El texto recoge parte de la propuesta de los senadores Edward Kennedy (demócrata) y Johan McCain (republicano), que suaviza la iniciativa de Sensenbenner aprobada por la Cámara de Representantes en diciembre. Sin embargo, no deja de ser un recorrido durísimo para los inmigrantes quienes deberán pagar multas, acceder a una visa de trabajo temporal y esperar seis años para poder iniciar el trámite de residencia, previo exámen de conocimiento de inglés. El debate seguirá abierto en las próximas semanas, y los senadores podrán presentar nuevas enmiendas.

El soporte intelectual del racismo

Todos los imperios y totalitarismos han tenido teorías y mitologías en las cuales apoyar su "destino manifiesto". Han tenido escribas que les han advertido de terribles amenazas, y de paso, han diseñado el perfil de los enemigos a destruir, que suelen ser aquellos que representan un límite a las ambiciones de control y dominio, formas de pensar diferentes, distintas creencias. En esta etapa la Casa Blanca cuenta con

Samuel Huntington, el mismo que anunció el "choque de civilizaciones" entre cristianos e islamistas. Una tesis a la que Israel y el gobierno norteamericano han colaborado de forma entusiasta para que esa "profecía" pueda convertirse en realidad. Para ello se han prodigado en invasiones y ocupaciones de territorios ajenos, bombardeos, asesinatos selectivos, bloqueos económicos, castigos y humillaciones a la población civil, y eso sí, alianza y protección a los gobiernos árabes corruptos siempre que se presten como "aliados".

El mismo Huntington es quien ahora proporciona argumentos necesarios para recelar de los inmigrantes latinos y considerarlos como un peligro. Recuerda que la nación (EE.UU.) se forjó a partir de colonos blancos, británicos y protestantes. Rechaza la evolución del "crisol" de razas y creencias, y se aferra a cuatro columnas inamovibles: la raza, la etnia, la "cultura" (centrada en lengua y religión) y la ideología.

Desde esa trinchera dispara contra la inmigración latinoamericana a la que considera incapaz de integrarse. Le critica que mantenga sus valores y que insista en el uso de su lengua. Recurre al infalible argumento de meter miedo y afirma que " la base cultural de los Estados Unidos – lingüística y religiosa – se encuentra sometida a un auténtico asedio". Adobó sus tesis con otro ingrediente no menos inquietante para los norteamericanos: "los mexicanos han iniciado la reconquista". Claro que en apoyo de esta frase no ha tenido más remedio que recurrir a la verdad histórica: en mayo de 1848 el tratado de Guadalupe Hidalgo puso fin a incursiones y hostigamientos militares de los Estados Unidos sobre México y este país cedió el 45 por ciento de su territorio nacional. Más de 1,5 millones de kilómetros cuadrados de tierras de los actuales estados de California, Nevada, Utah, Nuevo México, Arizona, Colorado y Wyoming pasaron a dominio norteamericano. Y en su libro ¿Quiénes somos? , afirma y atemoriza: "Ningún otro grupo inmigrante en la historia de Estados Unidos ha reivindicado o podría reivindicar derechos históricos sobre su territorio. Los mexicanos y los estadounidenses de origen mexicano, sí." Y añade más adelante estos párrafos: "México es el único país que Estados Unidos ha invadido para ocupar su capital y anexionarse la mitad de su territorio". "Los mexicanos no lo olvidan". "Como es comprensible sienten que tienen derechos especiales sobre estos lugares".

El escritor mexicano Monsiváis afirmó que esta teoría es "racista y cretina". Otro mexicano, Carlos Fuentes se refiere a las tesis de Huntington como "la táctica del miedo al otro, tan favorecida por las mentalidades fascistas". De todos modos el intelectual de la Casa Blanca no alimenta un racismo nuevo: ya en 1928, una enciclopedia editada ese año en Estados Unidos, The Volume Library, afirmaba: "una de las razones de la pobreza en México es el predominio de una raza inferior".

Vicente Fox, empleado eficiente

Mientras los mexicanos y el resto de latinos residentes en EE.UU. organizan la defensa de sus derechos, el presidente Vicente Fox recibía el agradecimiento público de George Bush por el control de la frontera sur de México y "por su gran trabajo" en el manejo de la economía mexicana. Daba una vez más la pobre imagen de estar pendiente de la "nota" que le ponía Bush, que de la suerte de sus connacionales.

"Nuestros trabajadores, escribía el mexicano Carlos Fuentes, no salen a los Estados Unidos sólo por pobreza o desocupación. También los expulsa la injusticia, la ignorancia y la corrupción. Y de eso no podemos culpar a ningún gobierno de Washington, sino a nosotros mismos." En cinco años de gobierno, Fox no ha sido capaz de crear nuevos puestos de trabajo, ni condiciones que detengan la migración de los mexicanos que no encuentran empleo ni bienestar en su tierra.

Bienvenidas las remesas

Otros gobiernos de la región que tienen parte de su población emigrada en Estados Unidos, tampoco han revertido la situación en sus propios países. Por el contrario, se han acomodado a las generosas remesas que envían los inmigrantes y que en algunos casos constituyen parte sustancial del Producto Bruto Interno. Reciben las cuantiosas remesas pero no necesitan ocuparse ni de la educación ni de la atención sanitaria de esos connacionales. El Banco Interamericano de Desarrollo dio a conocer hace pocos dias que los trabajadores de América Latina y el Caribe que viven en el exterior, enviaron el año pasado la cifra récord de 53 mil 600 millones de dólares a sus países de origen. Significa un aumento del 17 % sobre las cifras del 2004. La entidad financiera indicó que México sigue siendo el principal receptor de esas remesas, ya que los mexicanos expatriados enviaron a su país mas de 20 mil millones de dólares.

Perspectivas

El Senado ha logrado desdibujar la dureza de la iniciativa aprobada en diciembre por la Cámara de Representantes. Los senadores saben que la propuesta de Sensenbrenner representa a una minoría, ruidosa e influyente, pero minoría al fin. La iniciativa de levantar un muro en la frontera fue condenada internacionalmente, pero además, las encuestas internas revelan que solo cuenta con el apoyo de uno de cada diez norteamericanos. Pero habrá que ver si la alquimia parlamentaria se reduce a cambiar las formas pero no el fondo de iniciativa, o si verdaderamente se reconocen los derechos de millones de trabajadores que son una fuerza indispensable, y que en muchos casos se ocupan de tareas que por sus condiciones o salarios no quieren desempeñar los descendientes de "blancos, británicos y protestantes" de pura cepa que nos define Huntington. Los latinoamericanos han tomado conciencia que sus derechos y su dignidad no serán fácilmente reconocidos. Que será necesario abandonar definitivamente la "invisibilidad" con la que procuraban ser admitidos como parte de esa sociedad. Y por tanto, fortalecer sus organizaciones, continuar las marchas y las reivindicaciones públicas con esa fuerza, esa unidad y esa convicción que han sido características en las últimas semanas.

En ese camino, anuncian para el 10 de abril nuevas manifestaciones en Nueva York,Chicago, Dallas, y en Los Angeles. Los estudiantes, que en los últimos días abandonaron por miles las aulas en California y en otros estados para sumarse a los reclamos de los migrantes, están preparando una jornada de movilización nacional. Y líderes de distintas organizaciones que agrupan a los latinoamericanos, convocan a una movilización sin precedentes para el primero de mayo. Nativo López, lidera la Hermandad Mexicana Latinoamericana, entidad que tiene más de medio siglo trabajando a favor de los inmigrantes. Estadounidense de padres mexicanos, López anticipa: "nuestra apuesta mas fuerte es que el primero de mayo se concrete un día sin emigrantes, que la gente no vaya a trabajar, que los chicos no vayan a la escuela, que nadie haga compras y que se hagan marchas masivas".

Los latinos han decidido dejar de ser invisibles y pelear por sus derechos.

[fuente]
http://www.serpal.info

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