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Situación de emergencia en la comunidad Kofán de Dureno

Diario El Comercio, edición digital

Quito, 9 de octubre de 2006

80 familias cofán ya no tienen cultivos

Redacción Nueva Loja

La junta comunal cofán de Dureno reportó la destrucción de 15 hectáreas de plátano, yuca, maíz, árboles frutales y maderables.

Los cultivos fueron arrasados debido a las constantes lluvias y a los vientos huracanados.

El temporal también afectó a las viviendas. Los cofanes indicaron que los fuertes vientos levantaron el techo de la casa comunal, escuela, subcentro de salud, iglesia y por lo menos 60 viviendas.

Dureno está desolado

Una semana antes de los vientos y lluvias, los cofánes informaron que un helicóptero destruyó el cable de energía eléctrica que iluminaba la comuna de Dureno. Ahora ellos no tienen luz.

Los vientos también ocasionaron pérdidas a 60 colonos que habitan en el centro de la parroquia Dureno, ubicada a unos 25 kilómetros, al este de Nueva Loja.

Esta información fue corroborada por la Junta Provincial de Defensa Civil. Algunas autoridades de la gobernación ingresaron a la zona para efectuar una evaluación de los daños registrados en las chacras comunales.

Beatriz Chapal fue una de las afectadas. Asegura que no tiene alimentos para calmar el hambre de sus tres hijos. Ellos habitan en el interior de la comuna cofán Dureno, en Lago Agrio.

La mujer, de 37 años, y en estado de gravidez, dijo que todo se complicó hace 20 días, cuando las lluvias afectaron a todos los cultivos.

Fue un jueves cuando los vientos tumbaron árboles, cultivos y viviendas. Marina Aguinda, de 80 años, explica que tuvo que mendigar porque perdió sus cultivos: Nunca pensé salir a las calles a pedir caridad a la gente.

La escuela Los Cofanes tampoco se libró del fuerte temporal

Los profesores suspendieron varios días las clases de este centro educativo, donde estudian 60 estudiantes. Los maestros dicen que tuvieron que salir en busca de materiales para la reconstrucción del techo de la escuela.

Durante la mañana del jueves pasado, los niños y niñas aprovecharon la suspensión de las clases para recorrer la selva y recoger frutas silvestres. Tenemos que salir a buscar frutas del monte para calmar el hambre, explicó Susana Criollo, de 12 años.

Ante la falta de ayuda oficial, los cofanes hacen esfuerzos por rehabilitar por su cuenta las viviendas afectadas. José Chapal, padre de familia, improvisó una cocina para preparar los pocos alimentos que aún le quedaron de reserva: Necesitamos zinc y tablas para reconstruir las casas.

La semana anterior, las autoridades del Consejo Provincial mantuvieron una reunión y aprobaron la entrega de 40.000 dólares para la compra de materiales y alimentos por ocho meses.

No obstante, las 85 familias aseguraron que los recursos todavía no se hicieron efectivos.

El Centro de Previsión del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología informó que los vientos que arrasaron los cultivos de los cofanes comenzaron en Brasil y avanzaron hasta la Amazonia ecuatoriana, a una velocidad de hasta 80 km por hora.

También informaron que este fenómeno pudiera repetirse en los próximos días en varias poblaciones de la Amazonia norte y en especial en Orellana y Napo.

Los techos de las casas volaron

Testimonio de Elvira Criollo, Comunera:

Nunca vi un fenómeno de esta naturaleza en nuestra tierra. Parecía que el mundo se terminaba.

Volaron los techos, las casas se desplomaron y lo más espantoso fue atestiguar como se cayeron los árboles de aguaba, sandí, laurel y bálsamo. Los niños gritaban.

Al otro día se vino lo peor: nos quedamos sin plátano, yuca y oritos para preparar la chicha.

Sin la bebida es como si nos faltara la vida. Nosotros no estamos acostumbrados a beber coladas o avena que alguna gente solidaria nos regaló. Eso nos deja con hambre. También necesitamos zinc para arreglar nuestras viviendas y alimentos para calmar el hambre de nuestros niños.

[fuente]
http://elcomercio.terra.com.ec/noticiaEC.asp?id_noticia=68150&id_seccion=10

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