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Plan Colombia: la inversión social vendrá luego de la acción militar

Carlos Rojas Araujo

Diario El Comercio, edición digital

Quito, 5 de febrero de 2007

Estados Unidos y Colombia reafirmaron sus votos de cooperación y fortalecimiento de la relación geopolítica para los próximos años

La visita que días atrás hizo a Bogotá el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, y las reuniones del Ministro de Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, en Washington, evidencian la importancia estratégica que para la Casa Blanca sigue teniendo el gobierno de Álvaro Uribe.

Una vez que terminó el año electoral en América Latina, la pérdida de influencia de EE.UU. se hizo más notoria, sobre todo en el bloque andino. Ahí, al parecer, solo Colombia y Perú seguirán dispuestos a mantener una relación cordial y cercana con la superpotencia mundial.

El mensaje que dejó Shannon en Bogotá va por ese sentido. El diplomático estadounidense dijo estar muy a la expectativa por la manera en que el presidente Rafael Correa llevará el fiel de la balanza regional. Es decir: si radicaliza su posición y se alinea con Venezuela y Bolivia, o mantiene cierta neutralidad que le permita tejer una relación menos tensa con Washington.

Mientras este panorama en la región se aclara, el gobierno de George W. Bush sigue priorizando la lucha antidrogas en Bogotá, a través del apoyo al relanzamiento del Plan Colombia.

El plus de esta nueva fase de ayuda a Colombia es la inversión social. Así lo repite insistentemente el ministro Santos, cuando trata de explicat los rubros a los que se deben destinar los 43.800 millones de dólares con los cuales Colombia tiene previsto poner fin al conflicto armado en su país.

De toda esta monumental suma, se espera que Washington siga cooperando con los 650 millones de dólares anuales, tal como lo ha hecho desde el año 2000.

Los planes no han cambiado, la estrategia de la lucha antidroga sigue siendo la represión militar, comenta León Valencia, miembro de la Fundación Arcoiris y uno de los estrategas del proceso de negociación de la paz con la guerrilla del ELN. El analista, muy a pesar de lo que el Gobierno insiste, dice no haber encontrado en Shannon un discurso distinto, y peor enfocado en lo social.

Santos dijo en días pasados, en una entrevista a este Diario, que la inversión social en las zonas colombianas que han estado a merced de la violencia es urgente. Sin embargo, debe realizarse de manera paralela a los planes de recuperación de territorios y de erradicación de cultivos ilícitos.

Para dar ese paso esperado –comenta–, es necesario que Colombia no quite el dedo del renglón a la ayuda militar, presupuestada en al menos 3.400 millones de dólares . Para el Ministro, al país le urge la nueva compra de equipos para sus FF.AA. y el reclutamiento de unos 40.000 hombres más para el combate a la guerrilla.

El Putumayo, explica Valencia, seguirá siendo el objetivo militar más importante para Uribe, aunque los resultados no puedan ser calificados de victoriosos. El conflicto sigue latente, pese a tanto dinero invertido en erradicarlo.

Factores económicos

El presidente Uribe ha querido vender, en las últimas semanas, este mensaje: Tenemos a los paramilitares desmovilizados, al ELN en negociaciones de paz, y a las FARC arrinconadas.

Con esta afirmación, Colombia ha pedido al resto del mundo subir su cooperación contra las drogas, que necesita para financiarse otros USD 9 000 millones.

Diarios como El Tiempo estiman que la idea de dar una inclinación más social al nuevo Plan Colombia es una estrategia para mantener el apoyo del Partido Demócrata en EE.UU., que ha sido crítico con el manejo bélico del gobierno de George W. Bush.

Washington y Bogotá no están de acuerdo con las nuevas revisiones que los demócratas piden al TLC entre los dos gobiernos.

[fuente]
http://elcomercio.terra.com.ec/noticiaEC.asp?id_noticia=91323&id_seccion=5

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