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Una resolución de la CIDH frena la renovación de Petrobras en el bloque 31 y su expansión en el Yasuní

Varios medios

Quito, 18 de mayo de 2007

El Procurador analiza la suerte del bloque 31

Diario El Comercio, edición digital.

Campamento Chiru Isla, a orillas del Napo, parte del bloque 31 (Foto: El Comercio)

Una resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitida el 10 de mayo de 2006 frena la renovación del permiso de operación de Petrobras en el bloque 31. La disposición dicta medidas cautelares a favor de los pueblos en aislamiento voluntario de los tagaeri y taromenane. Para conocer las implicaciones de esa decisión sobre la operación de la petrolera brasileña en ese campo, el Ministerio del Ambiente solicitó hace cuatro días el pronunciamiento del procurador, Javier Garaicoa.

Así lo señaló, sin dar mayores detalles, el subsecretario de Ambiente, Roberto Urquizo, quien indicó que cuando se reciba el informe de la Procuraduría, Ambiente emitirá su pronunciamiento definitivo sobre el permiso de operación, suspendido a Petrobrás en julio del 2005.

Los campos de la petrolera se ubican en pleno corazón del Yasuní, y que al parecer es sitio de tránsito de esos pueblos.

La suspensión se dio tras objetar la apertura de una vía de acceso, la construcción de un puente sobre el río Tiputini y la construcción de una planta de procesamiento de crudo, en el interior del Yasuní.

El gerente de Operaciones del bloque 31, Fernando Benítez, indicó que esos cuestionamientos se corrigieron en el nuevo plan. El documento reconoce a los tagaeri y taromenane como pueblos vulnerables y contempla medidas para evitar cualquier efecto adverso.

Por su parte, Urquizo insistió en que antes de cualquier decisión, el Gobierno conocerá el criterio del abogado del Estado.

Un recorrido en helicóptero, a 2.000 pies de altura, permite apreciar el paisaje uniforme del Parque Nacional Yasuní. No obstante, llaman la atención tres claros en medio de este bosque que corresponden a los campos Nenke y Apaika, y un campamento de la compañía Petrobras. Son indicios de que la actividad petrolera está cerca. La compañía espera alcanzar una producción de hasta 40.000 barriles diarios, que implicará una inversión de 300 millones de dólares.

Petrobras espera licencia para explotar en el Yasuni

Agencia EFE

La empresa brasileña Petrobrás espera desde febrero pasado la licencia del Gobierno de Quito para iniciar las obras del proyecto de extracción de crudo pesado en el Bloque 31, del Parque Nacional Yasuní, en Ecuador, informó la compañía.

Según dijo a un grupo de periodistas en Chiru Isla, base del Bloque 31, Fernando Benítez, gerente de Petrobrás para el proyecto, toda la documentación para la nueva licencia ambiental fue aprobada en diciembre pasado y en enero pagaron las tasas y se entregaron las garantías para la obtención del nuevo permiso.

El Gobierno no ha ofrecido razones para el retraso de la licencia, que, según Benítez, permitiría a Petrobrás iniciar las obras para la instalación de dos plataformas dentro del Yasuní, que producirían, en un plazo de unos dos años y medio, 40.000 barriles diarios de crudo pesado.

La explotación de Petrobrás en el Bloque 31, donde la compañía ya ha invertido unos 180 millones de dólares y tendría que invertir otros 300, aumentaría en alrededor de un 8 por ciento la producción petrolera actual de Ecuador, de unos 500.000 barriles diarios.

El proyecto de Petrobrás en el Yasuní, según Benítez, sería con el máximo respeto al medio ambiente y a las poblaciones indígenas en aislamiento voluntario que viven dentro del parque, para evitar los contactos.

Dos plataformas de extracción, unidas por tuberías enterradas con un centro de procesamiento de fluidos (CPF), situado fuera de los márgenes del Yasuní, serían la base de un máximo de 30 pozos, que trabajarían de forma automática.

Sólo en la fase de construcción y para el mantenimiento se precisaría personal dentro del área del parque, mientras que, durante el funcionamiento normal, no habría operarios de Petrobrás dentro del área protegida, explicó.

Alejandra Rivas Mantilla, responsable del área de comunicación social y relaciones comunitarias de Petrobrás en Ecuador, explicó que el proyecto del Bloque 31 se basa en el desarrollo sustentable y prevé la protección del parque y los pueblos en aislamiento voluntario que podrían estar dentro de la zona.

La compañía utilizará en todo el campo tecnología para reducir al máximo la contaminación y las emisiones, y el personal trabajará desde fuera del parque, salvo en labores muy concretas, para evitar efectos nocivos.

También se mantendrá el máximo respeto a las comunidades vecinas a la explotación y se desarrolla ya un plan de responsabilidad social en el que se atienden sus necesidades de salud, educación, organización comunitaria, economía sustentable y educación ambiental.

En resumen, Petrobrás pretende actuar de forma segura y rentable, con responsabilidad social y ambiental, según Rivas Mantilla.

La protección de los pueblos en aislamiento voluntario, según Rivas Mantilla, de los que se piensa que puede haber tres dentro del Yasuní, aunque hay dudas sobre dos de ellos, será prioritaria y se ha elaborado un plan de contingencia para evitar los contactos.

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