Quito, 6 de abril de 2005
La Confederación Nacional de Organizaciones Campesina Indígena y Negras, FENOCIN, durante la reunión del Consejo Ejecutivo, realizada en Cotacachi, resolvió rechazar la ola de violencia generada en el país y convocó para el 22 y 23 de abril a una asamblea urgente, que se realizará en Loja.
Pedro de la Cruz, dirigente de la FENOCIN, dijo que en esta asamblea se definirán acciones y estrategias frente a la crisis política y económica que vive el país, en vista de que las actuales protesta son lideradas por partidos políticos, que están en conversaciones con el régimen y posiblemente lleguen a acuerdos que les beneficiará a ambos sectores, sin tomar en cuenta el daño moral y económico que están causando al Ecuador.
También, rechazan las negociaciones del Tratado de Libre Comercio y la Ley Topo, que pretende privatizar áreas estratégicas como el área petrolera y del Seguro Social al propiciar la creación de las Instituciones Administradoras de Recursos Provisionales, para que manejen las aportaciones de los miles de afiliados jóvenes, pues los actuales trabajadores que superan los 40 años tendrán que quedarse en el viejo sistema del IESS, en definitiva, la carne se llevarían estas nuevas entidades privadas, dejando el "hueso", al Seguro Social, que se enfrentaría serios problemas económicos con el riesgo de quebrar, lo que causaría un gravísimo problema social en el país.
Por otro lado, se resolvió responsabilizar al Congreso Nacional por el caos jurídico por el que atraviesa la Corte Suprema de Justicia, exhortando a los diputados a que encuentren a la brevedad posible una solución a este grave problema que tiene sumido en el desgobierno y en la falta de institucionalidad en el país.
Finalmente, el comité ejecutivo de al FENOCIN, condenó el desalojo violento de que fueron objeto más de 200 familias que pertenecen a las organizaciones de base de la FENOCIN, Región costa, que fue protagonizado por el alcalde del cantón Colimes, Wilson Valencia del Partido Social Cristiano, que junto a Carlos Robayo y Wilson León, ganaderos de esa zona, con la utilización de armas de fuego, palos y piedras y rodeados de un centenar de guardias asalariados, arremetieron contra viejos, mujeres y niños, pertenecientes a los sectores de Santa Lucia, Palestina, Colimes y de Guayaquil, que se hallaban en posesión de la hacienda "Leopoldina", entregada legalmente a través de un contrato de arrendamiento, con opción de compra, el pasado 31 de marzo, por parte de la agencia de Garantía de Depósitos, a los campesinos de la costa miembros de la FENOCIN, para la siembra de productos de ciclo corto.
Esta hacienda estuvo abandonada por más de cinco años, y hoy, 200 familias campesinas tenían la opción de trabajar en cuatro o cinco hectáreas que serían destinadas para cada uno de los miembros de esta organización, pagando por arrendamiento la cantidad de cinco a seis dólares mensuales por cada hectárea.
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