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Exigimos la renuncia de Luis Herrería Bonet por sus infudadas acusaciones contra Venezuela

Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH del Ecuador)

Quito, 13 de junio de 2005

La destemplada satanización de la República Bolivariana de Venezuela, proferida en un canal de televisión por el actual Secretario General de la Administración Pública, el abogado guayaquileño Luis Herrería Bonet, además de expresar un "perruno servilismo", digno de la era Zuquilanda, a las matrices estadounidenses de ataque a Venezuela, evidencia cobardía espiritual y graves prejuicios ideológicos de un ciudadano que llegó a tan alto cargo, tal como el ex-Secretario de Comunicación, Carlos Cortés, gracias a la Rebelión de los Forajidos contra Lucio Gutiérrez.

Las falsas acusaciones de Herrería Bonet contra el Presidente venezolano Hugo Chávez Frías, cuyo proceso de transformaciones y de unidad latinoamericana tildase de "horrible" y a quien acusara de "estar detrás de la revuelta en Bolivia" y de "promover la desestabilización en Ecuador, Perú y otros países", corrobora que Herrería Bonet es una de las "cabezas de playa" en Carondelet, funcionalizado a las muletillas del Departamento de Estado, y corrobora el pensamiento que guía a una fracción del régimen, no todo el Gobierno ecuatoriano por fortuna, pero cuyas declaraciones y actuaciones -sin embargo- amenazan seriamente la credibilidad y estabilidad del Presidente y del propio Gobierno, de no ser enfrentadas y sancionadas a tiempo.

Luis Herrería Bonet, ex-editorialista de un diario guayaquileño ("Expreso") y ex-vocal del Tribunal Constitucional en uno de los peores tiempos de la partidocracia, es visto como parte del estrecho "círculo de amigos personales guayaquileños" que rodea al Dr. Alfredo Palacio desde que fuera Vicepresidente, y en esa condición fue conocido por una Misión Internacional y nacional de defensores de DDHH que visitó al Dr. Palacio en la ciudad de Guayaquil tres semanas antes de la caída de Gutiérrez.

Herrería Bonet representa una minoritaria pero peligrosa franja oportunista que profitó de la rebelión forajida de Quito para aprovecharse de la amistad con el Dr. Alfredo Palacio y llegar a cargos de altísimo nivel. Herrería Bonet fue conocido por sus andanzas políticas en favor de la candidatura presidencial del Ab. León Roldós, en cuyo rectorado fue responsable de programas académicos en la Universidad de Guayaquil en el pasado. Junto al General (r) José Gallardo, otro cercano a ese círculo político de campaña presidencial, y a Carlos Cortés, el renunciado Secretario de Comunicación, alentó la silenciosa guerra de acusaciones infundadas ("forajido, bolivariano y golpista") así como los rumores palaciegos contra los ministros y funcionarios que integran la franja progresista del actual Gobierno, al punto de determinar terribles temores en el Sr. Presidente de la República y lograr la separación del Coronel Jorge Brito como asesor del Presidente, y la separación actual del Ministro de Energía, Fausto Cordovés.

Herrería Bonet hoy continúa haciendo parte del "oscuro círculo" que, en exacta medida del denunciado "círculo oscuro" de Gutiérrez, estaría ejecutando una guerra de rumores y denuestos contra los progresistas ministros de Gobierno, Mauricio Gándara, de Relaciones Exteriores, Antonio Parra, de Economía, Rafael Correa, y de la Directora de la AGD, Alejandra Cantos. Conocemos que en el palacio de Carondelet, Herrería Bonet es de aquellos que profiere insultos procaces contra los dirigentes de los movimientos sociales y, específicamente, contra el Vocero de la APDH, a quien en público y en nuestra cara trata de "valientes amigos y consecuentes luchadores", y a las espaldas, en el círculo presidencial, no tiene reparos en insultarnos: "ese tal y cual de Alexis Ponce ¡ya nos está atacando otra vez!".

En momentos en que el valiente Ministro de Economía, Rafael Correa, visitara Venezuela acompañado del General bolivariano René Vargas Pazzos para visibilizar el proceso de rebelión forajida y la actual lucha por delinear una política económica soberana e independiente de los dictados del FMI y del BM, debido a la poderosa guerra mediática de los grandes mass media y al boicot financiero de los que son víctimas la corriente progresista del régimen y el propio Dr. Palacio, en circunstancias en que el Presidente de la República ha delineado públicamente las líneas estratégicas de su política exterior, contraria al unilateralismo y favorable a la unión latinoamericana y a las relaciones Sur-Sur, en momentos en que Ecuador es chantajeado por EEUU que recibe sin rubor a su incondicional aliado Lucio Gutiérrez para que convierta a ese país en plataforma de desestabilización y derechización del régimen, en circunstancias en que urge tejer alianzas fuertes con el bloque sudamericano de naciones y resistir las inaceptables presiones estadounidenses y de los tenedores de deuda y grupos de poder internos, aparece este mediocre Secretario General de la Administración, que al parecer poco sabe de historia, geopolítica y ética pública, para congraciarse con Washington y los mass media que hasta el último minuto intentaron minimizar la rebelión forajida, para develar una oportunista corriente, minoritaria pero poderosa, en el Gobierno nacional, que intenta derechizar el rumbo del régimen, y con ello sepultar todo intento unionista latinoamericano y las aspiraciones de soberanía, dignidad nacional y defensa de la nación que mantuvo la rebelión forajida de Quito.

Luis Herrería Bonet no habló ni habla por el pueblo del Ecuador. Esperamos que tampoco hable por el Gobierno nacional. Debe ser sancionado cuanto antes y, al igual que Carlos Cortés, debe ser separado de su cargo. Si no renuncia, será la evidencia de que el Gobierno empezará a ceder a los chantajes de Washington debido a la fragilidad de nuestra institucionalidad, que ha determinado, incluso, el generoso recibimiento del Gobierno de los EEUU a Gutiérrez, como lo ha hecho con Posada Carriles o Gonzalo Sánchez de Lozada y Mahuad en el pasado.

Hoy más que nunca el Sr. Presidente y los ministros y funcionarios que consideramos progresistas y honestos, deben ser conscientes que se acerca la hora de las definiciones. Lo ocurrido en Bolivia con Carlos Mesa debe motivar su atención: al ceder a las presiones de la derecha santacruceña, de las transnacionales y los mass media, al traicionar el mandato social y popular de la rebelión contra "Goni" Sánchez de Lozada, el gobierno de transición de Mesa marcó su propia suerte, su derrumbe final.

La separación de Herrería Bonet es una exigencia ética y política por el bien del propio régimen. No dudamos de la honestidad del Presidente y de la rectitud y claridad política de los ministros y funcionarios más progresistas de su Gobierno. Eviten el colapso final y un nuevo y profundo desencanto de la ciudadanía.

Finalmente, sugerimos y conminamos a aquellos buenos ciudadanos que fueron llamados a ocupar funciones de asesoría en la Secretaría General de la Administración Pública, a renunciar a sus cargos o expresar su desacuerdo con las torpes declaraciones de Herrería Bonet.

Expresamos nuestra total solidaridad a Venezuela Bolivariana y al Presidente Hugo Chávez y su proyecto de transformaciones sociales y políticas profundas, así como a sus bienvenidos aportes a la unidad latinoamericana.

Urge que la rebelión forajida y todos los movimientos sociales y ciudadanos que en ella participamos, delineemos estrategias conjuntas de unidad y un proyecto nacional propio que impida que nuestros sueños sean secuestrados por oportunistas y grupos de poder.

Para conocimiento de:

Con copia a:

Alexis Ponce, Vocero APDH

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