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La Inmigración Alauseña a los Estados Unidos de América

Fundación Alausí

Newark, New Jersey (EEUU), 29 de junio de 2005

Está generalmente aceptado que después de la llegada de ferrocarril en Septiembre de 1902, el hecho más importante en el siglo 20 en la historia de Alausí empieza a mediados de la década de los 60, en una espectacular coincidencia, con el inicio de la crisis en el sistema ferroviario. Pues en esta época la primera ola-talvez la palabra ola en inapropiada para describir los esfuerzos individuales- de inmigrantes Alauseños arribaron a Estados Unidos de América, un proceso que se intensifica a partir de los 90, el punto de llegada fue el área metropolitana de New York y New Jersey, especialmente en el área de Newark, que para aquellas épocas tenía ya la tradición por casi 150 años, de ser el hogar de inmigrantes empezando con los Irlandeses que llegaron alrededor de 1820, continuando con Alemanes, Italianos, Judíos, Chinos, Polacos, y mas recientemente a inicios del siglo 20 Portugueses y Españoles. Agréguese a ello la significativa población de Africano-Americanos que empieza a emerger en los años 40, además de un nuevo importante flujo migratorio de portugueses en los años 60 después de cambios en las leyes de inmigración. A inicios de los años 80 empieza la llegada de los brasileños, y empezando el siglo 21, ahora el turno de establecerse y consolidarse es de los ecuatorianos, y en nuestro caso de los Alauseños como un grupo inmigrante con presencia dominante en Newark, New Jersey. Hogar probablemente de la mayor comunidad Alauseña-Americana en los Estados Unidos de América. Su vibrante pasado industrial, el puerto, aeropuerto, la cantidad de trabajos en la construcción y en el área de servicios hacen de Newark el lugar para inmigrantes y la tierra de oportunidades para cada generación. "Es como el Jardín de Infantes para cada grupo que tiene que venir," dice Charles Cummings Historiador de Newark.

En un intento de explorar nuestro pasado para explicar el presente, especialmente en lo relacionado con nuestro desarrollo social, cultural, político y económico. Vale la pena reflexionar acerca del los aproximadamente 40 años desde que las primeras ola de inmigrantes Alauseños llegaron al área metropolitana de New York y New Jersey.

La lucha por la existencia en el medio ambiente de nuestro querido Alausí, en aquellas difíciles épocas indudablemente moldeo y preparo el carácter y personalidad de el alauseño en diferentes maneras, especialmente aquellos rasgos notables como: austeridad, heroísmo, individualismo, valentía, impaciencia, coraje y arrojo al punto diría yo de la imprudencia, y por supuesto el deseo de la fama. No puede olvidarse los profundos sentimientos católicos y cristianos como guías espirituales sin faltar por supuesto la inestabilidad política y económica como resultado de la falta de compromiso de nuestros líderes con valores como justicia, libertad y tolerancia.

Las justas ambiciones de la población Alauseña en búsqueda de aquellos valores no solo para ellos, pero también para sus familias más la carencia de oportunidades económicas crean el perfecto escenario para la inmigración, es así como un grupo de visionarios Alauseños en base a esfuerzos personales unos, otros en cambio como grupo, en una acción que yo personalmente aparte noble y justa, la considero heroica, empiezan a inmigrar a los Estados Unidos de América, particularmente al área de Newark, New Jersey. Como en muchos casos las fuerzas de cambios históricos en Ecuador han venido siempre de afuera de sus fronteras. Alausí no podía ser la excepción, es así como en la primera ola de inmigrantes encontramos a : César Soria, Modesto Molina, Bolivar Campos, Julio Vivar, Ricardo Guerrero, Edmundo Guerra, Luis Hernández, Oswaldo Robalino, Carlos Cuesta, Manuel Ortíz, Jorge Vallejo, Bolívar Hernández, Raúl Ramírez, Edison Cattani, Jorge Guerra, las Hnas. Guadalupe, Nelly Velasco, Alba y Sergio Riofrío, Alba Alicia Cadena, Guillermo Coral, Carlos Campos, Guillermo Fiallo, los mismos que una vez que saborearon aquellos valores intangibles, como justicia y libertad, mas oportunidades económicas que nuestra sociedad les negó, vieron su futuro y el de sus familias con mayor confianza y seguridad , y seguramente dudaron unos, pero la mayoría de aquellos en un tiempo muy corto trajeron a toda su familia inmediata, y en muchos casos, también a sus padres, hermanos, cuñados, primos etc.. Más tarde en lo que llamaríamos la segunda ola de inmigrantes Alauseños a fines de los años 60 vinieron, Miriam y Almo Cattani, Bolívar, Carlos y Jorge Silva, Rogelio Vallejo, Carlos Manrique, Luz Andrade, Manuel Rivadeneira, Miguel Bonilla, Efraín Benalcazar, Justo Gavilanes, Gonzalo y Alfredo Ramos, Octaviano Marchán, Carmela Cartagena, los Hnos. Jorge, Oswaldo y Marco Zurita, Hnos. Avecillas, familias: Vallejo, Andrade, Fiallo, Ramos, Bayas, Alulema, López, Arauz, Rodríguez, Sánchez, y otros.

El choque cultural resultado de enfrentarse a una sociedad con un conjunto de valores diferentes y otro idioma resulta difícil, casi imposible de manejar y absorber. Parecería que la aventura no tendría posibilidades de sostenerse, pero como en todas las batallas grandes o pequeñas a lo largo de la historia de la humanidad, el factor humano jugaría un factor determinante, pues el coraje, fortaleza, determinación, ética de trabajo, y fé, combinados probablemente con un poquito de angustia, desesperación, suerte y la preafirmación de la generosidad y apertura de Estados Unidos de América-aunque no ciertamente en los niveles de otros grupos inmigrantes- pudieron más.

40 años han pasado, nuevas olas de inmigrantes han continuado en los 70, 80 y especialmente en los 90. De aquellos pioneros inmigrantes alauseños ya tenemos la 1ra y 2da generación de Alauseños nacidos en Estados Unidos de América(Alauseños-Americanos). Como el ciclo de vida de todas olas inmigrantes que han seguido el mismo patrón. Ellos vinieron, prosperaron (acumularon riqueza), construyeron, están dos o tres generaciones y continuaron, dejando parte de un rico legado cultural. Seguramente nuestro ciclo migratorio no será diferente. Nadie sabe de donde vendrá la próxima ola de inmigrantes dominante a Newark, pero una cosa es segura, todos los que vinieron a Newark en los pasados 190 años dejaron su huella, y los Alauseños no seremos la excepción.

El equipo de trabajo de la Fundación Alausí, les desea unas felices fiestas San Pedrinas 2005.

Teresa Arellano, Nueva York

Humberto Arellano, Nueva York

Jose Luis Cuesta Ribadeneira, Quito

Montserrat Hernández, Nueva York

Gil Ramos, Newark

[+info]
http://www.fundacionalausi.org/

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