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Nueva fase del Plan Colombia y cuestionamiento a los nuevos roles de las FFAA

Grupo Civil de Monitoreo de los Impactos del Plan Colombia (GCM)

Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH del Ecuador)

Quito, 8 de septiembre de 2006

Conferencia de prensa

Alexis Ponce: Gracias por su asistencia, han sido convocados para darles a conocer la postura y denuncias del Grupo de Monitoreo de los Impactos del Plan Colombia y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, como redes expertas en el Plan Colombia y los temas de Seguridad y Defensa, en torno a dos grandes temáticas. La primera: las consecuencias para el Ecuador de la puesta en marcha del llamado 'nuevo Plan Colombia', o más precisamente la llamada "Fase de Consolidación" de este Plan que acaba de ser aprobada por Bogotá y Washington; y, en segundo lugar, las amenazas que para nuestro país entrañan los llamados "nuevos roles" de las FFAA, elaborados y dispuestos en el denominado 'Libro Blanco', impuesto por el anterior Ministro de Defensa, Gral. Oswaldo Jarrín, y desafortunadamente publicitados en los medios de comunicación por el nuevo Ministro de Defensa, Gral. Delgado, como las líneas estructurales con las que continuará trabajando en los próximos años, realizando el desplazamiento de destacamentos de la frontera sur hacia la frontera norte y cerrando guarniciones, algunas de las cuales tenían como fin el cuidado de nuestro territorio fronterizo con Perú.

Ambas informaciones guardan relación con la denuncia de Diario Expreso, que no ha sido respondida hasta hoy de manera oficial por la autoridad civil, en este caso el Presidente de la República y el Canciller, respecto de la intervención de pilotos militares colombianos en los vuelos que realizan los aviones Awac desde la Base de Manta, junto a oficiales estadounidenses y ecuatorianos. Procedemos, entonces, a cederle la palabra al Coronel (r) Jorge Brito Albuja, analista académico y experto militar del Grupo de Monitoreo de los Impactos del Plan Colombia.

Coronel Jorge Brito: Pondré en contexto el tema que va a ser abordado en estos momentos: Recordemos que en el año 1999 el gobierno de Andrés Pastrana lanzó el famoso Plan Colombia con el apoyo de EEUU para la supuesta lucha contra las drogas en Colombia. Posteriormente, al asumir George W. Bush la presidencia de los EEUU, lanzaron el proyecto 'Iniciativa Regional Andina' que tenía el propósito fundamental de regionalizar el conflicto colombiano, es decir, involucrar a los países limítrofes con Colombia dentro de esa estrategia "contra el narcotráfico", y posteriormente a los hechos del 11 de septiembre, se procedió a otorgar el calificativo de 'narcoterroristas' a todas las organizaciones insurgentes colombianas y a los paramilitares.

Después se determinó por parte del gobierno de Uribe, en su primer período, la propuesta estrella de su campaña política, la "Política de Defensa y Seguridad Democrática"; esa fue la propuesta que después fue aprobada como política de Estado donde se establece cuáles son las amenazas que enfrenta Colombia y dentro de ellas se confunde al narcotráfico, la insurgencia, el terrorismo, los negocios ilícitos, y los sembríos de coca y amapola, estableciendo objetivos estratégicos para tratar de cumplir con esa Política de Seguridad Democrática.

Uno de los objetivos estratégicos fundamentales que se impuso fue la recuperación y control por parte del Estado colombiano de los territorios donde no existía o no existe la presencia del Estado, es decir su Fuerza Pública y también organismos de Gobierno. Dentro de ese proyecto en la primera etapa trataron de retomar el control estatal del territorio colombiano estableciendo una gran estrategia militar, la mayor quizás, la de mayor envergadura, durante todo el tiempo que dura el conflicto colombiano, de más de 45 años. Esa estrategia se diseñó y llamó "Plan Patriota", que fue la ofensiva militar más importante contra aquellos bastiones en donde las fuerzas insurgentes, fundamentalmente las FARC, habían consolidado su control absoluto del territorio.

El "Plan Patriota", inicialmente y en algunos casos tuvo un relativo éxito, cuando se comenzó a aplicar a raíz del ascenso de Álvaro Uribe como Presidente de la República de Colombia, se produjeron bajas a las fuerzas insurgentes y eso provocó su repliegue estratégico, es decir, que limiten sus acciones hasta retomar y rediseñar su propia estrategia, porque la guerra que se desarrolla en Colombia, fundamentalmente es una guerra de movimientos, que es la característica de este tipo de conflictos internos, donde no hay una frontera definida, donde no hay un límite, sino simplemente los actores que están involucrados, especialmente las fuerzas insurgentes, que son las que marcan la pauta de la estrategia de las fuerzas del Estado.

Ahora nos hallamos ante una siguiente fase para cumplir con ese objetivo estratégico de la presencia del Estado colombiano en su territorio nacional, y esa es la "Fase de Consolidación". La implementación de esta Fase de Consolidación del Plan Colombia, para mí se desarrollará dentro del esquema militar ya antes desarrollado y de la Política de Seguridad Democrática. Por lo tanto, es uno de los procesos más complejos que vivirá Colombia y, por ende, sus países vecinos, especialmente el Ecuador. Señalo su complejidad porque en estrategia militar se puede "conquistar un objetivo", pero la fase más difícil, es "consolidar ese objetivo" y "mantener el objetivo conquistado".

Hagamos una comparación con lo que está sucediendo en Irak: recuerden que una vez que las Fuerzas Armadas de EEUU y la coalición internacional invadieron Irak, y lograron destruir por lo menos parcialmente a las fuerzas armadas iraquíes, hablaron de un "triunfo total", pero luego vemos que pasan tres años y los EEUU todavía no pueden consolidarse, es decir la fase de la consolidación es extremadamente difícil y compleja.

Exactamente lo mismo va a suceder en Colombia, porque esta nueva Fase de Consolidación va a durar por lo menos 5 años y creo, con mi experiencia militar, que en el caso de Colombia es demasiado optimista hablar que en cinco años el Estado colombiano logre definitivamente consolidar su control de todo el territorio nacional. ¿Por qué?: Porque la guerra que vive Colombia es una guerra de movimientos y la estrategia de la guerra subversiva en un momento determinado hace que abandonen temporalmente una zona hasta reconstituirse y ampliar fuerzas para volver nuevamente a una contraofensiva estratégica. Eso es lo que va a suceder de acuerdo a los análisis trazados por nosotros a lo largo de estos años y en diferentes escenarios militares de esta naturaleza que se han dado a través de la historia.

En esta "Fase de Consolidación" se habla de incrementar el control del sector fronterizo, es decir, dentro de la concepción de esta Fase del Plan Colombia, los esfuerzos se centrarán a través de la presencia militar en intentar consolidar la presencia estatal especialmente en el sector sur, en el departamento de Putumayo. Ello determina que en la frontera nororiental ecuatoriana, especialmente, se incremente el nivel de conflictividad. Tenemos registrados ya algunos hechos que han sucedido este año, sobre violaciones a la soberanía, el espacio aéreo y el territorio nacional no por parte de actores insurgentes sino de elementos de las FFAA oficiales de Colombia; hace poco se produjo la explosión de un artefacto en Puerto Nuevo que produjo heridas a tres ciudadanos ecuatorianos, y prácticamente Colombia ha debido reconocerlo de manera oficial.

En esta Fase de Consolidación se propenderá al incremento y continuación de las fumigaciones, incluyendo en la franja de 10 Kms. acordada por ambos países en respetarla. Ya sabemos los costos en términos humanos y ambientales que eso implica, y tal política está considerada y aprobada por el Gobierno de Uribe desde su primer período. Es decir, nosotros anticipamos que la aplicación de esta Fase de Consolidación va a incrementar la conflictividad y el nivel de violencia especialmente en el sector del Putumayo y Nariño, con las consecuencias "colaterales" que va a sufrir sufriendo la población ecuatoriana y su territorio en el sector nororiental.

Alexis Ponce: Adicionalmente a lo citado por Jorge, tenemos que indicar que días antes del lanzamiento de la denominada nueva "Fase de Consolidación" del Plan Colombia, de manera inusual y sorprendente se produjeron tres hechos que deben ser tomados en cuenta por la opinión pública ecuatoriana a la hora de analizar sus consecuencias:

  1. El diario más influyente de los EEUU, "The New York Times", en editorial principal expuso públicamente que el Plan Colombia había fracasado y que el 'Plan Patriota', ese instrumento militar tendiente a aniquilar o debilitar los bastiones insurgentes en los departamentos donde no había presencia militar oficial colombiana, también había llevado al fracaso.
  2. La llamada "Fase de Consolidación" del Plan Colombia es el secreto mejor guardado por Washington y Bogotá, es decir sus contenidos los gobiernos de Uribe y de Bush, han sido dados a conocer a sus propias opiniones públicas, a sus instituciones parlamentarias, a sus sociedades y medios de comunicación. Y, por ende, tampoco fue informado en ninguna de las reuniones oficiales sostenidas, a nuestras autoridades diplomáticas, al canciller y a nuestras autoridades militares. Los contenidos de esta nueva "Fase de Consolidación" del Plan Colombia, por un mínimo sentido de respeto y corresponsabilidad, Bogotá debía compartir y advertirlo a Quito, pero Uribe ha preferido lanzarlo a su manera, es decir sorprendiendo a los países vecinos, con la aprobación del plan y la publicidad de su nuevo nombre, pero sin dar a conocer sus contenidos. Este es, como nos han compartido investigadores independientes y ONG`s expertas en el tema de Defensa en los EEUU, "el secreto mejor guardado en Washington". Sin embargo se han filtrado varias de sus aristas, precisamente debido al lobby o cabildeo hecho por organismos no gubernamentales de Derechos Humanos en los EEUU.
  3. Se desprenden varias amenazas al Ecuador. En primer lugar, se han aprobado 700 millones de dólares del total del paquete de ayuda estadounidense, para un nuevo rubro de ayuda a Colombia, y ese rubro nuevo es la llamada "Ayuda a la Seguridad Nacional" colombiana, y no se sabe si el término "Seguridad Nacional" será manejado puertas adentro o en sus fronteras, resultando esta segunda posibilidad una interrogante de amenaza potencial a los países fronterizos a Colombia, que no tienen recursos de proporciones ni ayudas semejantes para contrarrestar el evidente desequilibrio militar que Colombia está desatando en la región.

Es necesario conocer que en esa nueva Fase de Consolidación, las fumigaciones continuarán, siendo la herramienta concreta de la política estadounidense y colombiana de la fracasada 'guerra contra las drogas'. Las declaraciones de la señora Anne Patterson, ex-embajadora de EEUU en Colombia y actual asesora del Departamento de Estado de la administración Bush, son por demás elocuentes, puesto que en diálogo con expertos de EEUU especializados en los gastos de defensa de su gobierno, meses antes de que se apruebe esta Fase de Consolidación del Plan Colombia, les señaló que: "No es que las fumigaciones hayan fracasado, sino que falló la dosis, por lo que se estudia aumentar la dosificación del roundup ultra" y, por tanto, aumentaría su nivel de letalidad con glifosato reforzado, para que supuestamente tengan éxito las operaciones de fumigación.

En esa perspectiva, es necesario denunciar una realidad evidente para pocos analistas: las fumigaciones, lejos de ser una estrategia "contra-insurgente", han sido la mejor política pro-guerrilla, pues la subversión ha crecido y aumentado su poder económico y social desde que empezaron las fumigaciones, las mismas que no van a lograr erradicar los cultivos ilícitos nunca.

Dentro de este panorama complejo hay que advertir que la Fase de Consolidación tiene un freno y es el propio Congreso norteamericano. Los emisarios de Uribe cuando presentan el proyecto, que es sometido a una reconversión financiera y conceptual por el gobierno estadounidense, señalan que requieren "más fondos" para esta nueva fase, pero a su vez argumentan que el Plan Colombia han logrado cumplir sus metas al 100%, lo cual es una irrealidad. Los congresistas norteamericanos, que no son bobos, les responden "Si ustedes han logrado el 100% en las dos fases del Plan Colombia del 2000 hasta el 2006, ¿para qué requieren más presupuesto?

Toda esta complejidad tiene que conectarse con la situación ecuatoriana.

¡Qué coincidencia!, cuando se lanza la Fase de Consolidación del Plan Colombia aparece formalizado por el propio Presidente de la República y el ex-ministro de Defensa saliente Oswaldo Jarrín, y continuado por el nuevo ministro de Defensa, Gral. Delgado, el llamado Libro Blanco, que aprueba los "nuevos roles" de la FFAA ecuatorianas hacia la llamada "lucha contra el narcotráfico", policializando sus funciones. Después del ejército colombiano, el ejército en Latinoamérica que cambia los roles fundacionales, es decir que reconvierte hacia la policialización sus objetivos, es el ejército nacional. Y dado que en la mentalidad de los ejecutores del Plan Colombia y de los asesores de Washington no hay una línea que separe lucha antidrogas de lucha contra-insurgente, la propuesta del cambio de roles, ahora, actualmente, se presenta como contra-institucional, es decir que intenta debilitar los objetivos históricos y la visión del ejército nacional para que pueda ser funcionarizada como pesquisa policial en la frontera.

Bajo esa contextualización debemos mirar la promesa y acción del saliente General Jarrín, y continuada por el General Delgado, el nuevo ministro de Defensa, de desmantelar 14 destacamentos ecuatorianos, cerrarlos para concentrar fuerzas en el norte, según el plan iniciado por el mediáticamente reconocido 'intelectual militar' Oswaldo Jarrín en el año 2000, plan que fue denunciado por el Coronel Jorge Brito, que consistió en el "Cambio del Centro de Gravedad Estratégico", que durante 40 años las FFAA del Ecuador sostuvieron, y que desde el año 2000, se desplazó a la frontera con Colombia.

Dentro de este panorama, que traerá consecuencias inmediatas y mediatas al Ecuador, conocemos que la Policía Antinarcóticos de Colombia, a través de un Informe oficial entregado a la Presidencia en Bogotá, sostuvo que 'los cultivos ilícitos de coca y amapola "han aumentado en un 36% en la zona de "ablandamiento" de los 10 kms.', que el Ecuador logró forzar a Bogotá para impedir los impactos de las fumigaciones en nuestros territorios, lo que en buen romance implica que en la Fase de Consolidación quieren fumigar y así preparan "el terreno". ¿Es por eso que la promesa de la Canciller colombiana de 'suspender las fumigaciones', tiene un carácter temporal?

Para concluir, estamos totalmente indignados con el silencio del Presidente de la República y la Cancillería frente a la denuncia explosiva hecha en Ecuador semanas atrás por Diario Expreso, que fue minimizada para que la opinión pública no mire la gravedad de esa denuncia, de que pilotos colombianos viajan en las llamadas 'operaciones de interdicción aérea' desde la Base de Manta con personal estadounidense y ecuatoriano en los aviones Awac. Tal denuncia ha sido desmentida olímpicamente pero sin argumentos, y minimizada por los Ministros de Defensa saliente y entrante, por el Alto Mando de las FFAA, y lo que es más indignante, por el Presidente de la República, quien en lugar de promover una investigación, ha procedido a suscribir el tristemente célebre "Libro Blanco".

¿Frente a todo lo citado, qué hacer? Hemos mantenido reuniones con juristas reconocidos del país, para realizar acciones jurídicas necesarias: la primera, una acción jurídica para lograr la salida de los mercenarios, mal llamados contratistas, de la empresa Dyncorp de la Base de Manta, y a su vez que esa acción legal permita imponer a los militares estadounidenses y ecuatorianos un monitoreo del Estado ecuatoriano, para que se conozca cuáles son las operaciones que realizan oficiales estadounidenses, nacionales y colombianos desde la Base de Manta; y una segunda acción jurídica, tendiente a defender el espíritu y la historia del Ejército ecuatoriano, que por más de 50 años ha tenido un rol distinto al de los ejércitos vecinos, con el objetivo de detener esas nuevas y nefastas políticas del llamado Libro Blanco, o lo que son lo mismo "los nuevos roles" en la Nueva Política de Defensa Nacional.

El Ecuador no puede aceptar que los roles de nuestras FFAA, que son de seguridad, defensa de la soberanía nacional, de defensa del territorio, de ayuda en el desarrollo y a la comunidad, vayan a ser reemplazados para funcionalizarlas como un apéndice operativo de retaguardia del Plan Colombia en su Fase de Consolidación. Por lo cual en esas acciones demandaremos que declaren el Gral. Oswaldo Jarrín, el nuevo Ministro de Defensa y todas las autoridades civiles y militares que aparezcan como co-responsables de semejante desplazamiento conceptual, que entraña amenazas a nuestra propia Agenda de Seguridad, a nuestro territorio, al Estado-Nación como tal, y a nuestras propias Fuerzas Armadas, cuya historia, repetimos, por fortuna, ha sido distinta a la de los ejércitos de Colombia y del Perú.

Periodista: Alexis, ¿hay proyecciones de los daños que sufre la población de frontera a consecuencia de las fumigaciones?

Alexis Ponce: Los daños están presentes y los conoce toda la opinión pública, es más: conocemos que otras entidades fraternas han realizado un estudio científico médico sobre los efectos psicológicos en la niñez de frontera: ahora los niños ecuatorianos de la frontera ya no dibujan juguetes, paisajes, juegos, sino avionetas que fumigan su tierra y su piel, helicópteros que ametrallan sus comunidades, es decir, no solamente se estaría evidenciando el enorme daño de las fumigaciones a nuestros suelos, a nuestra vegetación y sembríos de nuestras comunidades, sino al alma de nuestra población futura, a los niños y niñas que serán después los colonos adultos de esas zonas.

Pero además llamamos la atención en un hecho: como ustedes recordarán una delegación de las Naciones Unidas llegó en febrero para realizar un estudio preliminar que permita a la ONU decidir si se debe o no investigar en territorios ecuatorianos los impactos a la salud humana y a la vegetación, que han tenido las fumigaciones hechas por Colombia y EEUU. Ese estudio preliminar fue hecho y la recomendación dada a las cancillerías ecuatoriana y colombiana, fue que sí se debía adelantar una investigación con expertos de la ONU en el tema. La Cancillería ecuatoriana respondió que aceptaba esa recomendación, pero durante estos seis meses Uribe y su canciller han guardado silencio. La canciller Araújo vino solamente a una rueda de prensa y a una rápida reunión en la que no trató este tema, y no fue capaz de decirles al canciller Carrión ni al país, ni a los medios de comunicación, por qué han dilatado tanto esa respuesta para que la ONU proceda a realizar los estudios independientes sobre los impactos de las fumigaciones en nuestro territorio.

Hoy vemos que hay una ofensiva mediática, extraña y exitosamente posicionada por la fuerza pública ecuatoriana, colombiana y estadounidense, me refiero a las abundantes noticias sobre operativos antidrogas en los que han participado la agencia antinarcóticos estadounidense, la DEA, la policía antinarcóticos y de seguridad de Colombia y la Policía antinarcóticos ecuatoriana, la misma que en estas mismas semanas publica un informe tremendista y altamente llamativo, en el que sostiene que "Ecuador ya no es solamente territorio de paso de las drogas, sino un bodegaje" de drogas. ¡Qué curioso que la policía ecuatoriana, que es la que más ayuda recibe en toda la región andina por parte de los EEUU, saque esas conclusiones, que favorecen a la agenda y visión de los propios EEUU, país que está empeñado en ayudar totalmente a la llamada Fase de Consolidación del Plan Colombia!

De allí que veamos con irritación la actitud de la autoridad ecuatoriana: el Presidente Palacio más pareciera estar empeñado en llegar a ser el nuevo jefe de la Organización Mundial de la Salud, que en su calidad de Jefe de Estado proceder a actuar, como debe actuar, en política internacional, regional y binacional. No puede ser posible que el círculo oscuro de obsecuentes que le rodea, le impida al Dr. Palacio darse cuenta de todos estos hechos que ponen en riesgo a nuestra nación. El círculo de adulones que le rodea sigue organizando un único discurso en política exterior: que al concluir su mandato, sea el nuevo representante de la OMS. Pareciera que el Jefe de Estado está pensando en su nuevo trabajo en lugar de ponerse a analizar estos delicados temas de política exterior y decidirse a indagar si pilotos colombianos pilotean desde Manta o desde donde fuere en los aviones gringos con pilotos ecuatorianos; así como decidirse a reclamar a Colombia y EEUU por las consecuencias de sus acciones, y preparar un equipo de alto nivel que indague los impactos de esa nueva Fase de Consolidación y sus efectos en Ecuador, a reclamar a EEUU por la violación al convenio de la Base de Manta, y finalmente, si fuera un Jefe de Estado responsable: a preparar las condiciones para denunciar unilateralmente dicho convenio.

Coronel Jorge Brito: Los hechos lo dicen todo. Yo creo que la irresponsabilidad y la falta de transparencia del Gobierno Nacional al no investigar e informar adecuada y oportunamente sobre estos hechos al país, determina que existe una complicidad de hecho. Hay silencio del Gobierno con miras a evadir las responsabilidades que le competen con relación a lo que está ocurriendo y a lo que acontece en la frontera norte y en la Base de Manta, entregada inconstitucionalmente a los EEUU. Entonces yo creo pertinente resaltar que vamos a estar vigilantes de todo este proceso, para mantener informado adecuada y oportunamente al país, así como para realizar las acciones en el campo jurídico que manifestó Alexis, para exigir que se investiguen todos estos hechos.

[transcripción]
Ivette Minda, APDH

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