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Voto en el exterior: Incidencia de las dinámicas migratorias en el proceso electoral

Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes, Ecuador

Boletín de prensa

Quito, 17 de noviembre de 2006

Por primera vez en la historia de la democracia ecuatoriana, los ciudadanos residentes en el exterior ejercieron su derecho al voto el pasado 15 de octubre, para elegir Presidente y Vicepresidente. 142.473 personas se empadronaron en 42 países alrededor del mundo para votar y 87.513 efectivamente lo hicieron.

Para quienes trabajamos en la temática de la migración, resulta importante hacer algunas lecturas de este hecho socio político. Por un lado, interpretar los resultados de la primera vuelta electoral, a la luz de las dinámicas migratorias; es decir, en función de factores como la presencia de redes de parentesco y amistad, que se construyen en y por la migración; de los imaginarios y discursos que se configuran en torno al tema de la participación política y que cruzan y permean dichas redes; y los sentidos de pertenencia y vinculación a la realidad ecuatoriana, desde una lectura de los proyectos migratorios de los ecuatorianos.

¿Qué quiere decir, brevemente, todo ello? Analizar, por ejemplo, las relaciones entre los perfiles del emigrante ecuatoriano y su opción política. Así, se evidencia que en los países caracterizados por ser destinos de la fuga de cerebros ecuatoriana, a saber, Alemania, Bélgica, Canadá o Reino Unido, los proyectos políticos más sólidos de Centro Izquierda e Izquierda resultaron triunfadores: León Roldós y Rafael Correa obtuvieron los primeros puestos de la votación. Por el contrario, la propuesta populista de Àlvaro Noboa triunfó en España, país receptor de la reciente ola migratoria de ecuatorianos, trabajadores en su mayoría de clase media baja, que emigraron a raíz del empobrecimiento producido por la más grave crisis social, económica y financiera del Ecuador, y movidos por el desencanto y el ya conocido en el Ecuador no hay alternativas. De ello se colige que las propuestas inmediatistas del PRIAN hayan tenido asidero en este colectivo, así como sucedió en los sectores empobrecidos que aún permanecen en el país.

Analizando la relación entre las redes de amistad y parentesco y los resultados, no es fortuito que en Génova, por ejemplo, ciudad de altísima presencia de ecuatorianos que provienen de la Costa (Guayas, Los Rios y El Oro), provincias que tradicionalmente han favorecido al PSC y al PRE, Cynthia Viteri obtuviera la más alta votación. En Roma, por el contrario, donde se asientan en su mayoría emigrantes de Pichincha, Loja y Azuay, León Roldós resultó ganador.

Tampoco es fortuito que siendo la migración ecuatoriana un hecho marcado por la feminización, las mujeres hayan constituido el 54% de los votantes; o que el ausentismo, como espejo de lo que suele suceder en el Ecuador, haya bordeado el 40%.

Es posible seguir analizando las cifras en función de los elementos antes mencionados. Sin embargo, la lectura fundamental radica en reconocer la trascendencia de este proceso. Pues a más de constituirse en un elemento de vinculación de los ecuatorianos en el exterior hacia el acontecer nacional, el voto deviene una oportunidad para movilizar a nuestros emigrantes respecto del potencial inmenso que tiene su participación política, en la medida que reivindica su condición de ciudadanos, erosionada en la mayoría de los casos por la migración, y por cuanto esta decisión podría llegar a incidir para que el Estado ecuatoriano elabore una política migratoria integral en su beneficio y el de sus familias.

[+info]
http://www.sjrmecuador.org.ec/

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