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Se consolida la Red Mundial por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras

Comité Coordinador Internacional de la Red Mundial No Bases

Quito, 21 de marzo de 2007

La consolidación de la Red Mundial por la Abolición de las Bases Militares Extranjeras es uno de los principales logros de la Conferencia Inaugural de la Red realizada en Ecuador del 5 al 9 de marzo de 2007. Los 400 delegados y delegadas de 40 países celebraron con aplausos la conformación formal de la Red, así como los acuerdos alcanzados para establecer mecanismos de coordinación y acciones globales más articuladas.

La base ideológica y política de la red, afirmada en la Declaración Final, constituye un elemento central y unificador que permitirá a la Red avanzar firmemente en su construcción. Dicha Declaración ubica claramente a la Red No Bases en el marco de los movimientos que luchan por la justicia, la paz, la auto-determinación de los pueblos y la sustentabilidad ecológica. Reconoce, además, que las bases militares extranjeras constituyen instrumentos de guerra que profundizan la militarización, el colonialismo, la estrategia imperial, el patriarcado y el racismo.

Afirma que las bases militares extranjeras y la infraestructura utilizada para guerras de agresión, violan los derechos humanos, oprimen a los pueblos, particularmente a los pueblos indígenas, los afro-descendientes, las mujeres, las niñas y niños, y destruyen las comunidades y el medio ambiente. Por estas razones, la Red exige la abolición de todas las bases militares extranjeras. Se constató que si el imperio es global, la resistencia también tiene que ser global. Y esto implica cuestionar el militarismo y el eje de construcción de ese sistema de bases, es decir el imperio estadounidense. Por ello, en la Declaración se denuncia la responsabilidad primordial de Estados Unidos en la proliferación de las bases militares extranjeras, al tiempo de reconocer también el rol de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, la Unión Europea y otros países.

La Conferencia también aprobó varias resoluciones de apoyo y solidaridad con quienes luchan por la abolición de las bases militares extranjeras, al tiempo de exigir el retiro inmediato de todas las tropas extranjeras de Irak y Afganistán, rechazando además cualquier plan de atacar Irán.

Esqueleto del imperio

Durante la Conferencia se conocieron los efectos negativos causados por la instalación de más de 737 bases militares estadounidenses en 130 países del mundo. Estas han afectado la vida de las mujeres y niñas, como resultado de violaciones y agresiones sexuales, que muchas veces quedan en la impunidad. Solo en Filipinas, se calcula que desde 1945, han nacido 50.000 niños y niñas no reconocidos de soldados estadounidenses. En Okinawa, donde se ubica el 75% de las aproximadamente 100 bases estadounidenses en Japón, se denunció el elevado índice de delincuencia y un nivel alarmante de violencia sexual.

Se afirmó que las invasiones ilegales dirigidas por Estados Unidos y las ocupaciones de Irak y Afganistán, fueron lanzadas desde bases en Turquía, Arabia Saudita y Diego García. Para convertir en base militar estadounidense a la isla de Diego García, que forma parte del Archipiélago de Chagos en la República de Mauricio, fueron desplazadas 2000 personas que tienen prohibición de regresar a sus tierras. El uso de bases como la de Guantánamo para la tortura de prisioneros y como campos de concentración por parte de militares estadounidense, causó dolor e indignación entre los participantes en la Conferencia.

Se conoció de la contaminación causada por la presencia de las bases militares extranjeras, como en el caso de Vieques en Puerto Rico, que fue utilizada como campo de entrenamiento durante muchos años. Recién cuando salieron las tropas estadounidenses, se conoció el enorme daño ambiental y la urgente restauración integral y compensación justa y plena que deberá enfrentar Estados Unidos.

Hubo coincidencia en señalar que la instalación de bases foráneas afecta la soberanía de los pueblos, como en el caso de la Base de Manta en Ecuador que es utilizada por soldados estadounidenses mediante la firma de un inconstitucional "Acuerdo de Cooperación". Al igual que en Manta, en todos los casos presentados, se mantiene la inmunidad para estos soldados que pueden actuar libremente y sin temor por las garantías ofrecidas en este tipo de Acuerdos.

Pero también se vio que donde hay una base, hay movimientos de resistencia. Se compartieron experiencias de Japón, Corea, Puerto Rico, Mauricio, Guam y Manta, entre otras, y las últimas movilizaciones en Vicenza, Italia, experiencias que son el insumo fundamental para la construcción de la Red Mundial No Bases.

La Conferencia cumplió su objetivo no solo de analizar los impactos de las bases militares extranjeras sobre la población y el medio ambiente –incluso en varias publicaciones preparadas por las diversas organizaciones-, sino de consensuar objetivos, estrategias globales y mecanismos de coordinación a fin de fortalecer las luchas locales y las acciones globales. Para ello se comprometió a establecer alianzas estratégicas con los movimientos por la paz y la justicia global; ampliar la Red Mundial No Bases; generar acciones globales comunes; e influir en la opinión pública mundial. El Comité Coordinador Internacional, establecido en la Conferencia, desarrollará líneas de comunicación e información; estrategias de incidencia pública; investigaciones para fundamentar la acción de la red; apoyar las luchas locales; y, promover campañas globales.

Bases militares en la agenda pública

Más allá de lo que ocurrió al interior de la Conferencia, es importante también destacar el impacto comunicacional y mediático logrado a través de la difusión de la misma en listas electrónicas, sitios Web, agencias de noticias y medios de comunicación, especialmente en Ecuador. Se colocó el tema de las bases militares extranjeras en la agenda pública antes y durante la Conferencia. Las continuas entrevistas a activistas y académicos internacionales provocaron que la Embajada de Estados Unidos en Quito impulsara una estrategia para intentar minimizar el rol de sus bases militares, en especial de la Base de Manta. Organizaron visitas para la prensa nacional y extranjera, y pretendieron desmentir –infructuosamente por cierto– las afirmaciones de investigadores que fundamentaban sus argumentos incluso con datos y cifras recopilados por el propio Pentágono.

El interés por lo que ocurría en la Conferencia llamó la atención del Presidente del Ecuador, Rafael Correa, quien se entrevistó, junto con su Ministra de Defensa, Lorena Escudero, con una comisión de delegados y delegadas. Por primera vez, luego de asumir la Presidencia el 15 de enero del presente año, Correa ratificó a esta comisión que no renovará el convenio con Estados Unidos para el uso de la Base de Manta, que vence en el 2009. Esta posición fue ampliamente difundida en los medios de comunicación nacionales e internacionales. La presencia de autoridades locales y del gobierno nacional, en las actividades de la Conferencia, fueron aspectos resaltados por los delegados/as internacionales.

El liderazgo y la participación de mujeres fueron reconocidos como elemento central para el éxito de la Conferencia. Esto se evidenció no sólo en la organización de la Conferencia, sino en la Caravana por la Paz realizada el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, cuando 8 buses se movilizaron desde Quito a Manta para desarrollar las actividades en el puerto en el cual se encuentran los militares estadounidenses. Otro aspecto fundamental que marcó la Conferencia, a diferencia de los eventos realizados en otros países, tiene que ver con la participación masiva de jóvenes, tanto en los paneles y eventos auto-organizados en Quito, como en la organización del Foro y la movilización en la ciudad de Manta.

La emoción del encuentro y el reconocimiento de la similitud de las luchas que se llevan adelante en tantos países del mundo, provocó solidaridades y compromisos inmediatos muy sentidos. Sin embargo, para que la Red se desarrolle, crezca y tenga una gran incidencia global, es necesario ir más allá. Esto implica la construcción de agendas comunes, ubicando como este mismo tema puede y debe ser enfrentado en el mundo mayoritario y en el mundo desarrollado. Si no logramos los cambios profundos en el Norte, va a ser muy difícil alcanzar nuestros objetivos.

Por otro lado, la construcción de la Red requiere de un diálogo horizontal y franco, que reconozca los ricos aportes y experiencias de todos los movimientos y organizaciones, tanto en el Sur como en el Norte. Implica crear nuevas formas de relación, de cooperación, igualdad y solidaridad. Se requiere también reconocer la riqueza de nuestra diversidad, de todos nuestros países y regiones, y el respeto a los diversos procesos. Una Red Mundial no puede funcionar sin la participación equitativa de todas las regiones, y esto implica realizar esfuerzos adicionales para asegurar la presencia de compañeros y compañeras de los países de África, Asia/Pacífico, América Latina y el Caribe en los encuentros de redes y movimientos. Para la Red no Bases es fundamental mantener una fuerte relación con los movimientos anti-guerra que luchan por la paz y la justicia global.

Helga Serrano Narváez

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