Manifiesto del Movimiento Pachakutik frente al Plan Colombia.




Septiembre de 2000


Los analistas norteamericanos miran con aprehensión el desarrollo del conflicto colombiano, en especial, por las dudas que les genera la capacidad del gobierno y Fuerzas Armadas colombianas de poder neutralizar a la guerrilla. Dudas que se acrecientan al observar las tendencias de la política venezolana, la misma que puede llegar a incidir en un desarrollo no deseado por ellos, por lo cual les es urgente neutralizar el conflicto colombiano a la mayor brevedad posible.

Como argumento justificatorio para la intervención de los EEUU, los intereses geopolíticos norteamericanos han inventado la fórmula de la lucha contra el narcotráfico y narcoguerrilla. En torno a este nexo: guerrilla y narcotráfico; se ha montado toda una campaña de "información" y desinformación, en la que incluso se ha visto inmiscuida la Organización de las Naciones Unidas, con las declaraciones del Secretario General, Sr. Kofi Annan, en la reciente Asamblea de esa organización, justificatorias de cualquier intervención multilateral que estuviere dirigida a impedir violaciones de los Derechos Humanos; argumento al cual nadie puede oponerse en principio, pero que ha sido utilizado para encubrir acciones que obedecen a intereses geopolíticos de los EE.UU. y de sus principales aliados y que han costado numerosas vidas y sufrimientos a las poblaciones cuyos derechos humanos supuestamente se han querido proteger. Así tenemos las recientes intervenciones en Granada, Haití y Panamá, además de los conflictos de Sudán, Kosovo y la Guerra del Golfo.

Creemos que una intervención masiva en Colombia eventualmente conduciría a situaciones de más difícil control para los EEUU. Frente a esta amenaza y no deseadas consecuencias de la aplicación del Plan Colombia, se han manifestado claramente los gobiernos de Venezuela, Brasil y Perú, ya sea mostrándose contrarios a dicho Plan o no prestando su colaboración.

A diferencia de estos países fronterizos con Colombia, nuestro gobierno no solo que no se ha manifestado claramente, sino que ha involucrado directa o indirectamente a nuestro país, en un conflicto que no es nuestro, a través de la entrega de la Base de Manta (provincia de Manabí).

Se ha afirmado que el concepto de soberanía es confuso y polémico, PERO NO LO ES. La soberanía es el plebiscito cotidiano, es el derecho y obligación de los ecuatorianos a resolver nuestros problemas, sin la intervención de nadie. Soberanía es la potestad que debemos tener los ecuatorianos a preservar nuestros intereses, por sobre los intereses ajenos y perjudiciales. Soberanía es la facultad de autodeterminación, independencia y respeto entre los Estados. Soberanía es la facultad de dictar el marco económico y de disponer de los recursos naturales, de acuerdo a lo que convenga a los intereses nacionales. Soberanía es la preservación del modo de ser, de las culturas que hacen parte de nuestra Nación. La soberanía no admite la imposición de tutelajes ni condicionamientos.

La soberanía no es un concepto teórico, sino que es producto de una realidad; cuando se trata de minimizarla, es que se oculta alguna forma de dominación e imposición. Quienes tildan de anticuada la defensa de la soberanía, olvidan que las potencias si defienden la suya, en los campos concretos de su territorio, lengua, moneda, recursos estratégicos, mercados, implementación de políticas, etc.; con decisiones de poder, que al mismo tiempo apuntan contra las bases nacionales de los países débiles.

¿Acaso nos permitirían a nosotros los latinoamericanos implementar un "Plan Estados Unidos" para combatir el creciente consumo de drogas y narcotráfico que se desarrolla a lo interno de esa potencia? Drogas de fabricación sintética como el éxtasis, speed, etc., que tienen origen en su propio país, y no en los campos latinoamericanos.

Asistimos a una creciente desnacionalización de las bases políticas y económicas de nuestra Patria. Quien dicta nuestra política económica ya no somos nosotros sino el Fondo Monetario Internacional, ya no controlamos nuestra política internacional, la entrega de la Base de Manta, contra la VOLUNTAD GENERAL del pueblo ecuatoriano, es una prueba de ello; hemos perdido nuestra moneda, el Sucre; a través de leyes como la Trole I y II se entrega nuestros recursos estratégicos a las transnacionales. Todos estos hechos son signos que demuestran que los que han usufructuado tradicionalmente del poder, ya no gobiernan para las mayorías ni defienden los intereses nacionales.

Frente a esta realidad el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik - Nuevo País (MUPP-NP) expone su posición al país y al mundo:

  1. Exigimos que se respete los principios de no intervención y autodeterminación de los pueblos, consagrados en las cartas de la ONU y OEA.
  2. Exigimos la realización de una Consulta Popular para que el pueblo, titular de la soberanía, se pronuncie sobre el asunto de la Base de Manta.
  3. Exigimos la inmediata revisión de los términos del Convenio por el cual se instaló la Base de Manta.
  4. Demanda a los movimientos guerrilleros de Colombia, que respeten nuestra soberanía y la forma en que nuestro pueblo lucha para conseguir una sociedad verdaderamente democrática, con justicia y libertad.
  5. A nuestras Fuerzas Armadas le pedimos que no permita que nuestros soldados mueran en un conflicto que no nos pertenece. No queremos el sacrificio inútil de valiosas vidas de ecuatorianos.
  6. Exhortamos al pueblo ecuatoriano y en especial a la juventud, a que no se preste al juego de la guerra y la descomposición social. Novelerías que se saben como empiezan, pero no como terminan.

 

Quito, septiembre del 2000


Miguel Lluco.
Coordinador Nacional del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik - Nuevo País.
Teléfono (532-2) 568 270





 
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