Manifiesto para recuperar el Ecuador
(Enero 2001)




CEDIME

Conciudadanas y conciudadanos :

El Ecuador se adentra en la confrontación y destruye aún más sus mecanismos de resolución pacífica de los diferendos. Este proceso debe frenarse por salud colectiva, puede no tener límites pero sí desastrosas consecuencias.

El Ecuador ya se encuentra en un momento de agudas tensiones y conflictos políticos y económicos, frecuentemente atizados por el regionalismo y el uso de los recursos públicos para salvarguardar fortunas privadas; el conflicto colombiano irresponsablemente importado al país puede ocacionar mayores tensiones e involucrarnos en indebidas confrontaciones internas y externas. Esta política actual de represión, lejos de resolver los problemas que expresa la protesta, puede agudizarla y descomponerla hacia el enfrentamiento.

El gobierno ha optado por frenar la protesta con métodos draconianos y violentos, varios de ellos opuestos a elementales pautas de respeto a la persona, como el privar a las personas que protestan de sus alimentos o encarcelar a dirigentes por sus declaraciones, no por hechos incompatibles con la ética o la ley.

La libre expresión de la protesta ha sido una garantía interna del Ecuador para encontrar soluciones sociales múltiples o frenar las condiciones de enfrentamientos y violencia como ha acontecido en otros países de la región. Por equivocadas o impertinentes puedan ser las propuestas de los dirigentes o de las personas que protestan, su expresión es más positiva para la sociedad que su silenciamiento, pues este alimenta la convicción que se vive en una sociedad sin salidas institucionales o políticas, en la que las decisiones pertenecen a una minoría.

La protesta no funciona porque haya manipulación de los dirigentes, sino por causas más profundas. Para que ésta cese, se deben definir soluciones a éstas o demostrar alguna falta de fundamento en la protesta. Es, sin embargo, un error la represión en una población que conoce un proceso de afirmación e incorporación a los mecanismos de participación política, al contrario, esta represión puede intensificar la protesta o cambiarla progresivamente al enfrentamiento.

Las posiciones de condena e inclusive de desprecio que manifiestan los voceros del gobierno, que en varios aspectos nos recuerdan a las mentalidades de los cincuenta, y la introducción de este tipo de represión, lejos de frenar, alimentan el rencor y la indignación que es un caldo de cultivo para la venganza, la polarización en el enfrentamiento. ¡¡¡Qué manera de destruir al Ecuador!!!

Las presiones sobre la prensa, el chantaje público para silenciar los hechos e inclusive controlarla impidiendo el libre ejercicio de la información, notoria con la confiscación de grabaciones de reporteros y las reiteradas expresiones del Ministro de Gobierno sobre la necesidad de eliminar el sensacionalismo de la prensa y su « obligación » de no escandalizar, completan un política contrapuesta a las pautas democráticas que nos han caracterizado y han evitado la violencia organizada.

De suplemento, estas políticas descomponen la relación entre Fuerzas Armadas y sociedad civil que ha sido una de las garantías de la « isla de paz » que fue el Ecuador por un buen tiempo. Son la sociedad en su conjunto y las fuerzas armadas las perdedoras a la larga.

Contrariamente a lo que pretende el gobierno, sus actitudes actuales no mejoran sino que desfiguran una de las imagenes positivas del Ecuador en el exterior.

Es indispensable por lo mismo, una rectificación inmediata de estas posiciones del gobierno, el cese de la represión y la búsqueda de un verdadero proceso de acuerdo nacional, que involucre al conjunto de sectores sociales del país, empresariales, campesinos, indígenas, profesionales, etc., de todas las regiones y tendencias del país sobre los aspectos decisivos de los cambios en curso y de una demostración fehaciente de voluntad política de su aplicación. Recuperar la sensatez y un mínimo de credibilidad en las instituciones requiere que el conjunto de ecuatorianas y ecuatorianos nos involucremos para recordar a los mandatarios que la ética y una política de interés colectivo deben primar y converger para no continuar destruyendo del Ecuador.


CEDIME
Centro de Investigación de los Movimientos Sociales del Ecuador


Si desea apoyar esta iniciativa escriba por favor a: cedime@ecuanex.net.ec






 
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