Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA)

Boletín de prensa

Quito, 2 de abril de 2003



La dinamita explota en las excavaciones mineras; cargas "quirúrgicas" estallan durante las prospecciones sísmicas; las motosierras ametrallan los árboles centenarios; los mecheros esparcen sus gases letales sobre las comunidades; el arsénico, el mercurio y otras armas químicas invaden las aguas de nuestros ríos; miles de hermanos desplazados huyen de las balas.

La guerra ya llegó hace mucho tiempo a la Amazonía y los Pueblos Indígenas ya contamos muchas víctimas. Los misiles "inteligentes" ya cayeron y siguen cayendo sobre nuestras selvas: la explotación petrolera, minera y maderera, los distintos megaproyectos, la biopiratería, el tráfico de especies, el ultraje a nuestros territorios y conocimientos ancestrales, el Plan Colombia, son solo unos pocos ejemplos de las tecnologías de guerra usadas en nuestras tierras.

El genocidio ya se dio en nuestros pueblos, con menos ruido y menos cámaras, y ha acabado con millones de seres humanos. Lo peor de todo es que éste continúa y no hay nada que lo detenga. Al parecer, en la Amazonía no es necesario esconder las armas de destrucción masiva.

En estos tiempos de guerra, no se auguran tiempos mejores. Se especula que el siguiente blanco de las miras guerreras del norte podría ser la Amazonía. Si eso ocurre, las principales víctimas volveremos a ser los pueblos que la habitamos ancestralmente. De todos modos, solamente será un incremento de intensidad de una guerra que ya vivimos.

Como pueblos de paz, nuestra respuesta ha sido la organización, la movilización, la denuncia, la resistencia. A pesar de la fuerza de este enemigo que ataca por varios frentes, seguiremos defendiendo con estas armas nuestros territorios, culturas y formas de vida. Aspiramos que nuestro grito atraviese los oídos sordos.

COICA: http://www.coica.org