Reflexiones ante la propuesta de mediación de Lucio Gutiérrez en la guerra interna colombiana




Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH del Ecuador)

Quito, 20 de mayo de 2003




La Asamblea Permanente de Derechos Humanos, APDH, rompió el silencio del movimiento de derechos humanos ecuatoriano ante la propuesta lanzada por el Presidente Lucio Gutiérrez de “coadyuvar al proceso de paz en Colombia ofreciendo para ello el territorio nacional a fin de facilitar un eventual canje humanitario entre el Gobierno de Uribe y las FARC”.

El vocero de la APDH, Alexis Ponce, afirmó: “Decidimos guardar un prudente tiempo de espera y ahora que empiezan a bajar las aguas del bombardeo de críticas a la propuesta del Presidente, expresadas por las elites conservadoras y algunos analistas mediáticos, creemos que las organizaciones de DDHH de la sociedad civil debemos aportar elementos de reflexión en el tema, que le permitan al país entender los alcances, las perspectivas, limitaciones y riesgos de la propuesta del Presidente Gutiérrez, así como entregar a éste nuestros puntos de vista y sugerencias que, desde la perspectiva de la Paz, el Derecho Internacional de Derechos Humanos (DDHH) y el Derecho Internacional Humanitario (DIH), le enviaremos con este comunicado”.

Estas reflexiones de la APDH del Ecuador son las siguientes:

  1. A primera vista, la propuesta del Presidente Gutiérrez aparenta ser positiva y original, le reconocemos por ello, pues implicaría que, por vez primera en 40 años de conflicto interno, existe un aporte inédito y audaz de la política oficial ecuatoriana a la ansiada búsqueda de la paz en Colombia. Hasta hoy, Ecuador solo había demostrado una política “mediocremente” reactiva ante Bogotá y Washington, y aquello se hizo patente en la manera como los cancilleres de los gobiernos de Mahuad y Noboa (señores Benjamín Ortiz y Heinz Moeller) afrontaron el tema Plan Colombia y Base de Manta, y cuyos desaciertos han sido reconocidos como desastrosos para los intereses geopolíticos del país, inclusive por numerosos representantes de las propias elites locales y varios mass media.


  2. Para la APDH, en cambio, la propuesta de Gutiérrez no parecería ser aislada y “mucho menos” original. Los críticos del Presidente ecuatoriano olvidan, por ignorancia, falta de información o mala voluntad, un “detalle” que la APDH puede comprobarlo: que el Gobierno del Presidente Vicente Fox, a quien nadie puede llamar “pro-comunista” o “cómplice de las FARC”, a través de su canciller, Luis Ernesto Derbez, en la misma semana en que Gutiérrez declaraba lo suyo, admitió que México no tendría inconveniente en ofrecer su territorio para que temporalmente residan guerrilleros colombianos salidos de prisión, si se aprueba el canje humanitario adelantado en reserva entre emisarios del presidente Alvaro Uribe y de Manuel Marulanda, propuesta que habría lanzado el propio gobierno de Colombia a México.


  3. En el caso de México, empero, no hubo la parroquial respuesta del mediocre ambiente político ecuatoriano, “ni se alborotó el gallinero de las cofradías intelectuales y mediáticas” que -en el caso de Ecuador- ha sido evidentemente pobre, pues los furibundos críticos de la propuesta han demostrado prejuicios, miopía política y una ideologización histérica digna del macarthismo, pero sobre todo la ausencia de sustento técnico y una preocupante ignorancia de la compleja realidad colombiana así como de las más elementales nociones del Derecho Internacional Humanitario.


  4. Para quienes no lo saben, o que -sabiéndolo- lo callan, Francia también recibió en las semanas anteriores una petición similar a la tesis expresada por Derbez y Gutiérrez, nada menos que de parte del propio gobierno de Alvaro Uribe, para que el país europeo acoja guerrilleros apresados que podrían salir en libertad si el proceso dialogal para el canje humanitario avanzara en buenos términos.


  5. Es cierto que el Presidente Gutiérrez no ha logrado dar al país y a la comunidad internacional una visión global y, menos aún, un sustento técnico a su propuesta, que debería ser más transparente, creíble, integral y ambiciosa, pero lo que cualquier iniciado puede prever es que Gutiérrez jamás pudo lanzar “su” idea sin haberla precedido de consultas a los tres actores principales del conflicto o, por lo menos, a dos de ellos, los que residen en la Casa Blanca y el Palacio de Nariño; e incluso, por aparentar equilibrio entre las partes, debió hacer consultas a las FARC, pues Gutiérrez, que ha tenido varios desafortunados tropiezos en sus declaraciones sobre realidad internacional y nacional, y que ha dado numerosos saltos al vacío en política exterior, no se va a arriesgar a otro “papelón” gratuitamente, menos aún después de haber comprometido el futuro de nuestro país a la visión militarista del Sr. Alvaro Uribe y a la estrategia de seguridad estadounidense para la región andina, cuando a sí mismo se catalogó como “el mejor aliado de los EEUU” y llamó a que todos los países “apoyemos al presidente Uribe”.


  6. Las declaraciones del canciller mexicano en Bogotá dadas a conocer el 11 de mayo y la noticia filtrada por los medios de prensa mexicanos de que Uribe pidió a Francia acoger guerrilleros eventualmente liberados por el canje, más bien permiten intuir otra cosa: que el Coronel Lucio Gutiérrez no fue el autor de la idea original, y que la misma le pudo ser solicitada por el propio Sr. Alvaro Uribe: que varios países, estudien y admitan la tesis bogotana de que nuestras naciones, Ecuador, México, Francia y quién sabe qué otras más, acepten una eventual llegada de guerrilleros liberados a través de un acuerdo humanitario que permita poner en libertad a prisioneros de guerra internacionales, presos políticos, militares retenidos y civiles secuestrados.


  7. Es probable que el Presidente Gutiérrez, desprovisto de una estrategia de Estado en torno al tema colombiano y de políticas a largo plazo en materia exterior, flanqueado por escándalos internos y un creciente malestar debido a sus incoherencias, haya querido aprovechar la propuesta del presidente Uribe tendida a varias naciones, para aparecer como “artífice de una nueva era” en política exterior. Pero “su” propuesta, para que sea creíble y duradera, debe guardar coherencia con la realidad y tener contenidos mínimos, acordes al DIH, a los DDHH y al “ABC” de cualquier negociador de paz serio. Condición indispensable de un tercer actor que busca mediar para la paz, es la demostración de equilibrio, neutralidad y trato igualitario con los involucrados en un conflicto interno, en este caso el Estado colombiano y la insurgencia. En el caso de Ecuador ese requisito no se cumple por la elemental razón de que la base militar de EE.UU. en Manta convierte a nuestro país en un “actor parcializado”, poco creíble y muy apegado a uno de los involucrados (en este caso, al gobierno de Uribe y Washington). Si el Presidente Gutiérrez quiere apoyar el canje humanitario, debe a su vez ser apoyado por nuestro país, pero también debe dar señales coherentes a nivel interno y externo, y una de ellas es casi imposible de cumplir, pero lo debería si quiere pasar a la historia o, por lo menos, al escenario de la mediación para la paz: Revisar y modificar los acuerdos que permitieron la presencia intemporal del Comando Sur en nuestro territorio, que lo involucra en una opción militar para Colombia, asunto del que habló antes de ser candidato a la Presidencia.


  8. Lo que resulta cierto es que el proceso de canje humanitario adelantado en Colombia, al parecer , se halla en dificultades o debilitado después de “la torpeza” (nada es producto del azar para un estratega de guerra) de la acción militar de las FF.AA. colombianas, que tuvo como desenlace la muerte de varios prisioneros de guerra y civiles secuestrados por un frente de las FARC, y el inmediato congelamiento del proceso adelantado por las partes en torno al canje. Si se bloquea por un buen tiempo el proceso de canje en Colombia, Gutiérrez sale de escena, y muy mal parado, en caso de que Uribe le diga no, debido a que Lucio “quemó” una propuesta bogotana sobre la cual debía guardar reserva hasta que se la logre “cocinar” mejor a nivel interno y externo. Ahora bien, si Uribe decide avanzar en este tema, sabe que requiere el beneplácito de Washington, que es posible que lo tenga ya, puesto que -de por medio- en el canje se jugaría la libertad de tres extraños “funcionarios de servicios reservados” (léase agentes de Inteligencia) retenidos como prisioneros de guerra por la guerrilla luego de un combate. Finalmente, las cosas se complicarían para el presidente ecuatoriano si las FARC, el otro actor que debería admitir la propuesta “de Gutiérrez”, responde que no, bien sea porque Ecuador no presta las condiciones adecuadas para ser un neutral y buen mediador del canje, que podría hacerlo mejor México, que tiene más experiencia en el tema y que ya ha sido escenario de varios diálogos de paz entre la insurgencia y el Estado colombiano, o bien porque Marulanda mantenga su conocida tesis de que el conflicto colombiano se resuelve entre colombianos y en territorio de Colombia, no fuera de éste.


  9. Ahora bien, si Gutiérrez desea realmente avanzar en el tema, debería concertar una política exterior ecuatoriana en relación al conflicto colombiano, el Plan Colombia y la región andino-amazónica (que incluye a Venezuela y Brasil), política que teniendo como punto de partida la necesidad de aportar a la urgencia humanitaria del canje en el país hermano, debe ir más allá de éste, pues este tema se limita exclusivamente a la actual agenda bogotana, y pasar a un escenario más vigoroso y de perspectiva de paz,. Ello requiere la visión de un estadista y no la de un mediador temporal de canjes. Tal escenario requiere de dos elementos que el gobierno del Presidente Gutiérrez podría acoger o elaborar:
    1. Propuesta integral de amistad e intermediación colectiva, junto a los gobiernos de México, Brasil, Venezuela y otros países latinoamericanos, hacia un Acuerdo Humanitario de Largo Alcance en Colombia, y no sólo para un canje coyuntural que, por cierto, es imprescindible y puede ser el punto de partida del mismo; declarando a Quito “capital de la paz” y ofreciéndola como sede informal de los primeros encuentros para concertar los puntos esenciales de una agenda común, con representantes del Gobierno, la insurgencia y las agrupaciones humanitarias de Colombia, la ONU y los países amigos ya citados. En nuestra opinión, las propuestas avanzadas por la sociedad civil y las organizaciones sociales y de DDHH de Colombia en materia de Acuerdos Humanitarios, debe ser reconocida y aprehendida por el Gobierno ecuatoriano, especialmente por el Presidente, la Cancillería y el Ministerio de Defensa. (Adjuntamos para el Sr. Presidente Gutiérrez y las autoridades del país el documento “Acuerdos Humanitarios por la Vida y Mecanismos de Impulso”, resuelto por miles de representantes de las organizaciones de la sociedad civil, de paz y de DDHH colombianas en el X Foro de DDHH, Libertades Democráticas y la Solución Política del Conflicto, realizado entre el 24 y 26 de abril en Bogotá, al que asistimos dos delegados ecuatorianos como parte de los observadores internacionales y jurados de la Tribuna Internacional sobre Impunidad).


    2. Propuesta de Solución Política Negociada del conflicto desde América Latina con Colombia y sus actores: el Estado, la insurgencia y la sociedad civil, ésta última víctima del conflicto y convidada de piedra de todos los procesos previos ocurridos en el país hermano. El Presidente Gutiérrez y la canciller Nina Pacari saben que hay que propender a una “Latinoamericanización de la resolución política del conflicto colombiano”, que permita desmilitarizar y desnorteamericanizar la política antidrogas y de solución por la vía de la fuerza. Es mejor hacerlo hoy, porque lo mismo lo deberán hacer 10 años más tarde, solo que con un millón de muertos encima. Tarde o temprano los actores volverán a la mesa, pero, hasta tanto, el conflicto seguirá cobrando vidas en todos los bandos y fundamentalmente en la población civil que es la principal víctima de las sistemáticas violaciones a los DDHH y al DIH. Cabe precisar y advertir al Presidente Gutiérrez que ningún proceso de paz debe implicar impunidad y perdón para los delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra. Por tanto no puede reconocerse a los paramilitares ningún estatuto político porque no son un actor que impugna con las armas al Estado, sino un producto de éste. De tal suerte que mal haría el Coronel Gutiérrez si intenta reconocer a los paramilitares un estatuto que no es admisible.


  10. Lo que también resulta preocupante es la miopía de la clase política local. Enceguecidos por la “sabiduría ancestral” que en política tiene el Partido Social-Cristiano, tanto la Izquierda Democrática, cuanto el Partido Socialista y Pachakutik (estas dos últimas fuerzas de izquierda, con miembros en el gobierno), han decidido apoyar un proyecto de resolución que contraría la propuesta de “Gutiérrez”, que insuficiente y todo, podría permitir avanzar en la construcción de una política de Estado que, eso sí, involucre en su elaboración consensuada a los poderes Ejecutivo y Legislativo y a la sociedad civil, bajo el entendido de que la paz en Colombia es la paz de Ecuador, los andes y América Latina. El proyecto de resolución socialcristiano, apoyado por esas tiendas políticas de centro e izquierda es, por decir lo menos, errado, sino hipócrita, pues cita que el Ecuador “no puede involucrarse en el conflicto armado colombiano”, omitiendo que la base de Manta y la militarización creciente ya nos involucró objetivamente desde 1999. Además, los congresistas esgrimen como segundo argumento que el tema trata “un asunto de seguridad nacional” (la eventual presencia de guerrilleros en condición de asilados temporales en Ecuador), cuando todo lo que tiene que ver con política exterior del Estado es materia de “seguridad nacional”. ¿Por qué no es tema de seguridad nacional el pedido del Comando Sur de EEUU al Presidente Gutiérrez para ampliar la base de Manta a la llamada “interdicción marítima”? Consideramos que los diputados podrían haber mejorado y perfeccionado la propuesta, alimentándola con sus propias tesis, pero no resolver lanzarse en su contra, pues los socialcristianos, más allá del discurso, han demostrado históricamente que le apuestan a las “soluciones” de fuerza y de guerra, y a la sujeción del país a las estrategias militaristas de los EE.UU. “Nadie sabe para quien trabaja”, dice el dicho, que bien podría aplicarse a socialistas y Pachakutik. Es hora de que esos sectores presenten, entonces, propuestas de connotación estadista y no proclamas de mitin callejero.


  11. ¿Y si la propuesta de Lucio no camina por los factores antes anotados o porque muere al nacer, sea por mano propia o también por mano de los diputados y las elites? Es peligroso lo que podría suceder, pues mientras tanto el escenario de “líneas exteriores” se consolida, la militarización fronteriza avanza a galope, EEUU inaugura la creación de más retenes y puestos antidrogas en el país, ofrece “ayuda” militar y logística útil para su lógica de regionalización bélica en los andes, y la ampliación de la base de Manta hacia la interdicción marítima parece entrar en la recta final de los “hechos consumados”. Si todo esto forma parte del futuro escenario del país, ¿esta propuesta, entonces, apenas podría concluir como una “maniobra de distracción” que su “autor” premeditaba que fracasaría?. Si el Presidente Gutiérrez tiene buenas intenciones: ¿puede hacerla más rigurosa, técnica y argumentada?. Si el Congreso nacional se opone a la propuesta de Lucio Gutiérrez ¿podría el Parlamento decirle al país qué propuesta inteligente y visionaria ha salido de su seno en los últimos 20 años respecto de este tema?


El Presidente Gutiérrez tiene la obligación de transparentar al país estos detalles que la opinión pública desconoce. El Congreso tiene el deber de anteponer una alternativa sólida e inteligente. La sociedad civil tiene la obligación de constituirse en gestora de una política exterior soberana, de paz e integración latinoamericana.


Atentamente,


Alexis Ponce
Vocero de la APDH del Ecuador
Grupo Civil de Monitoreo de los Impactos del Plan Colombia en Ecuador






 
Llacta!    Portada |  Organizaciones |  Comunicados |  Noticias