Brasilia (Brasil), 10 de octubre de 2003
Los representantes indígenas de los Pueblos de Abya Yala (América), interpretando el sentir y las aspiraciones de 45 millones de indígenas, nos hemos reunido en Brasilia, Brazil del 8 al 10 de octubre de 2003, para manifestar nuestro compromiso y deseo de contribuir a construir una auténtica sociedad de la información y la comunicación, enmarcada en los principios de igualdad en la diversidad y pleno respeto a los derechos humanos.
Saludamos la iniciativa de las Naciones Unidas por convocar a la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (CMSI) para tratar temas que influyen en la vida de nuestros pueblos indígenas, los que continúan marginados, discriminados, excluidos y negados históricamente.
Nos comprometemos a contribuir con nuestras historias, nuestros conocimientos y experiencias para fortalecer el proceso de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información con propuestas constructivas que fortalezcan la creación de un mundo más humano y armónico con la naturaleza.
Nos amparamos en nuestras herencias culturales y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que en su artículo 27, párrafo 1 dice: "Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten."
Dicho fundamento está ampliado en el Convenio Sobre Pueblos Indígenas y Tribales N° 169 de la OIT, en cuyo artículo 30, párrafo 1 y 2 dice: "1. Los gobiernos deberán adoptar medidas acordes a las tradiciones y culturas de los pueblos interesados, a fin de darles a conocer sus derechos y obligaciones, especialmente en lo que atañe al trabajo, a las posibilidades económicas, a las cuestiones de educación y salud, a los servicios sociales y los derechos dimanantes del presente Convenio. 2. A tal fin, deberá recurrirse, si fuera necesario, a traducciones escritas y a la utilización de los medios de comunicación de masas en las lenguas de dichos pueblos."
De igual manera invocamos la Declaración Universal sobre Diversidad Cultural de la UNESCO, que establece: " los gobiernos deberán: 1. Crear políticas culturales con un marco jurídico y, cuando proceda otorgar apoyo financiero para la protección, promoción y mejora de la diversidad y el legado cultural dentro de la sociedad de la información. 2. Elaborar y aplicar políticas que preserven y promuevan la diversidad de la expresión cultural y el conocimiento y las tradiciones indígenas mediante la creación de contenido de información variado y la digitalización del legado educativo, científico y cultural".
La revolución tecnológica de la información que debería estar al servicio de la sociedad en general se ha convertido en un instrumento de comercialización que promueve el lucro y el consumismo. La denominada "brecha digital" entre los monopolios transnacionales y los pueblos y comunidades indígenas ha profundizado más la pobreza, la exclusión, la pérdida de valores e identidad, la homogenización de la cultura, configurando un nuevo colonialismo y etnocidio para los pueblos indígenas.
Los pueblos indígenas reafirmamos nuestras propias formas e instrumentos de comunicación tradicional como válidos para una auténtica comunicación humana que enriquece la vida social con equilibrio y respeto entre los seres humanos y la madre naturaleza.
Consideramos que las Naciones Unidas debe promover la reflexión sobre los impactos a todo nivel que ocasionan los nuevos instrumentos tecnológicos, cuyo poder se ha concentrado e incrementado en manos de empresas transnacionales. Así también, adopte las recomendaciones adecuadas para que éstos medios se democraticen y sean usados por los pueblos y comunidades indígenas en beneficio de su propio desarrollo integral.
La comunicación y la información son una práctica milenaria y cotidiana de los pueblos indígenas y debe ser analizada desde la perspectiva de la diversidad cultural, para evitar enfoques unilaterales que privilegian aspectos puramente tecnológicos e instrumentales, mientras se soslayan los contenidos, los sentimientos y los valores que son esenciales para la comunicación humana.
La forja de una auténtica sociedad de la información y la comunicación debe incluir a los Pueblos Indigenas y crear las condiciones para que la humanidad florezca en toda su riqueza y potencialidad, reafirmando las identidades y la diversidad cultural y linguistíca.
Por tanto,