La Sociedad Civil expone sus puntos de vista ante la XXXIV Asamblea General de la OEA

Alexis Ponce

Vocero de los Delegados del Foro Hemisférico de la Sociedad Civil ante la XXXIV Asamblea General de la OEA

Quito, 6 de junio de 2004

 

Texto de la exposición -de 3 minutos- preparada (de manera rebeldemente irreverente), por el susodicho -y agradecido- delegado elegido, Alexis Ponce, a la cita OEA-Sociedad civil:

 

Ante la XXXIV Asamblea General de la OEA y este espacio denominado "Diálogo Informal" de la sociedad civil con los representantes oficiales de los países miembros, en el ánimo de no perder tiempo leyendo un documento que ustedes de todas maneras tendrán en sus manos, me permito exponer estas preocupaciones:

  1. Que en el polémico horizonte de nuestras creencias, la OEA resulta insuficiente para atender las actuales dinámicas y graves realidades de América Latina. La OEA ya no representa la nueva correlación hemisférica que justificaría su existencia, ni expresa el clamor de los pueblos. La Secretaría General de la OEA ha apoyado la cadena hemisférica que impone una visión unilateral e hipócritamente sesgada de los DDHH, la democracia y la seguridad, es decir vive anclada a la etapa del pasado que provocó su nacimiento: la Guerra Fría.
  2. Que la creciente inestabilidad de América Latina y la crisis del modelo económico y de democracia formal y excluyente que vivimos, también ha determinado lo previsible: el desgaste de la OEA como instancia continental que hoy resulta insuficiente para entender las nuevas dinámicas sociales. Sus paradigmáticas y malogradas intervenciones, su silencio ante el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 en Venezuela, la censura de su Secretario General saliente a los levantamientos sociales sucesivos en Ecuador y Bolivia, y su anomia total ante el golpe de Estado en Haití, pusieron en evidencia el patético anacronismo en que la OEA se encuentra sumergida.
  3. Que guardamos temores por la agenda que pueda establecerse por presión del país innombrable: que no se deje tocar el tema Haití; que no se abra cauces concretos a la petición de Bolivia y su justa salida al mar. Que se intente aplicar la "Carta Democrática" contra Venezuela, que se apoye el discurso de fuerza en Colombia y se trabe la digna posición de Buenos Aires, Brasi y Caracas en los temas integración desde el Sur. Que se condene a Cuba, como siempre, mientras se aludan timoratas referencias a la patética tortura en Irak y al "derecho a la intervención en cualquier lugar oscuro del planeta", incluida América Latina. Que en esta Asamblea, la OEA reduzca el tema de la corrupción a motivo de discurso cansino que la opinión pública continental juzga repetitivo y falso.
  4. Que estas críticas no significan que no creamos que deben vigorizarse los espacios de participación civil y de exigencia de rendición de cuentas a nuestros estados. Otra cosa es que dudamos de la voluntad de la OEA, su Secretario General y los gobiernos, especialmente del "innombrable" (porque tienden a enojarse cada vez que se lo nombra, los EEUU), para asumir con seriedad y voluntad política las recomendaciones de las organizaciones sociales y civiles y el clamor de los pueblos que se quedan fuera de estos eventos.
  5. Que debe insertarse como una de las problemáticas regionales de corrupción que más deterioran los procesos electorales y el financiamiento político, el tema que aqueja a varias de las democracias del continente: la relación campaña electoral-partidos-narcotráfico, es decir las vinculaciones entre narcotráfico y financiamiento político. ¿Este tema existirá para la OEA? Ecuador, sede de la Asamblea General, tiene un régimen que ha sido objeto de tres graves denuncias por este tema específico y, a la vez, se presenta como paradójico proponente del tema central de la cita: "La incidencia de la Corrupción en las democracias".
  6. Que expresamos a la OEA que su Sistema interamericano de Seguridad Hemisférica debe inhibirse de calificar a los Migrantes, a los Pueblos Indígenas y los movimientos sociales del continente como "amenazas a la seguridad". La visión unipolar de la seguridad, es unilateral, antidemocrática y autoritaria, y a la vez es el eje que actualmente atraviesa la política exterior e interna de la mayoría de naciones del continente. Debe ser desecha, pues la realidad de Inseguridad Hemisférica pesa como amenaza desde muchos de los gobiernos a sus ciudadanías y en particular desde el Gobierno innombrable (los EEUU, que intentan controlar todo el proceso de estas cumbres).
  7. Que la sociedad civil reclama a la OEA que el gobierno innombrable se someta a la legislación interamericana de derechos humanos, pues es el único país miembro de la OEA que desconoce los tratados y pactos suscritos en materia de DDHH en el hemisferio.
  8. Que un tema expresamente reclamado a la OEA es el repudio categórico, expreso y sin reservas, de la sociedad civil al retorno de las dictaduras militares y de los golpes de Estado en América Latina, precisamente por hechos ocurridos en el pasado reciente, que desdicen los propios principios de la OEA y su "Carta Democrática", como son los casos de Haití y Venezuela en abril de 2002. Nombramos esta amenaza concreta, aunque los países tengan temor a que el mismo desencadenare un debate en el seno de la OEA acerca del papel que viene adelantando el país innombrable en procesos de desestabilización que vive la región.
  9. Que reclamamos una postura digna y enérgica de los países miembros de la OEA al país innombrable por el concepto de nueva amenaza a la seguridad hemisférica planteado por el Jefe del Comando Sur este último 24 de marzo, cuando en sesión del Comité de las FFAA de la Cámara de Representantes en Washington, informó las "nuevas matrices de Seguridad Hemisférica" y la voluntad del Gobierno americano de "desarticular" lo que llamó la "amenaza emergente del populismo radical", mencionando a Venezuela, Haití y Bolivia como ejemplos de esa "amenaza para la seguridad hemisférica", al igual que el Consenso de Buenos Aires entre los presidentes Lula y Kirchner, firmado en octubre del 2003. "Continuaremos trabajando -dijo ese General- para mejorar las capacidades de los militares de nuestros aliados, para que puedan ayudar a combatir esas amenazas transnacionales comunes. Mantendremos la vigilancia y tendremos que ampliar nuestros contactos de militar a militar, a manera de institucionalizar de forma irrevocable el carácter institucional de estas fuerzas militares con las que hemos trabajado tan de cerca en las últimas décadas".
  10. Que en el tema "Promoción y defensa de la democracia": hay sectores que recomiendan que la OEA resuelva crear "Índices de democracia en base a los cuales llevar a cabo un proceso de certificación de los países miembros". Esa es una recomendación peligrosa y contraria a la democracia. Hoy la tendencia mayoritaria de la sociedad civil latinoamericana es superar la gris etapa y la unilateral política de las "certificaciones" que en "drogas", "derechos humanos" y "terrorismo", han permitido chantajear a los países débiles de la región, o son "certificaciones" que no se autoaplican las naciones grandes (las innombrables). Luego de las fotografías torturantes de Irak, el Departamento de Estado suspendió, por primera vez, el lanzamiento de su informe anual de "certificación" en "derechos humanos". Dudamos que con esa propuesta "de la sociedad civil", la OEA "certifique" el proceso electoral en el Condado de La Florida por ejemplo, no así en cambio los casos de Venezuela, Bolivia, o Argentina, por citar ejemplos de probables "países amenaza".
  11. Que destacamos "el peligro que representa para la paz internacional y regional las políticas unilaterales impulsadas por la principal potencia global". Y en relación a Colombia pensamos que "la crisis y conflictividad que vive, demanda una solución política negociada tendiente a reforzar los mecanismos de solución de conflictos".
  12. Que expresamos nuestra irónica sorpresa debido a que los únicos "diplomáticos" que a título de representantes de un gobierno, asistieron a las dos citas previas de la sociedad civil y que estuvieron en todas las mesas de los foros nacional y hemisférico, fueron del Departamento de Estado, que expusieron públicamente: "leímos en la prensa que había estos Foros y decidimos venir a escuchar". Al parecer, los funcionarios del Departamento de Estado son los únicos "diplomáticos" que saben leer, porque de ninguna otra embajada del continente, como Brasil, Venezuela, México o Bolivia, asistieron a los encuentros previos de la sociedad civil.
  13. Que no queremos que la sociedad civil quede reducida al triste papel de maquilladora de imagen institucional de un sistema interamericano cada vez más alejado de sus ciudadanías. Y que advertimos que se abren brechas de separación, cada vez más hondas, entre lo que resuelven los gobiernos de América y aquello que sienten y piensan nuestros pueblos.

 

Alexis Ponce
Vocero de los Delegados del Foro Hemisférico de la Sociedad Civil ante la XXXIV Asamblea General de la OEA

 

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