Declaración por la Dignidad y la Soberanía

Grupo por la Dignidad y la Soberanía

Quito, 17 de Septiembre de 2004

 

La Ceremonia de Presentación y Firma de la Declaración por la Dignidad y la Soberanía tuvo lugar el Martes 28 de Septiembre de 2004 a las 17h00 en la Sala Capitular de San Agustín, la misma sala donde se firmó el Acta de la Independencia.

 

Por la Dignidad y la Soberanía

Ecuador desciende vertiginosamente por la pendiente a la que le ha llevado la ineptitud y sumisión de varios de sus gobernantes. La dominación de intereses foráneos sobre los nacionales ha ocasionado destrucción, desesperanza, desconcierto y debilitamiento de fe en la capacidad de la Nación para existir como verdadero Estado. Unidos, desde nuestra diversidad, ciudadanas y ciudadanos de distinta procedencia ideológica, política y económica, hacemos un llamado a la conciencia nacional para decir: ¡BASTA! Ha llegado la hora de recuperar la dignidad y la soberanía del país.

Responsabilizamos al actual gobierno por haber arrastrado al Ecuador a niveles inimaginables de indignidad y descrédito debido a su incapacidad e inmoralidad; por haber aislado al país de los comunes intereses latinoamericanos y por haberlo sometido impúdicamente a la hegemonía de los Estados Unidos.

El gobierno ha cedido la conducción de la política económica al Fondo Monetario Internacional, permitiéndole intervenir hasta en las decisiones más elementales de nuestra organización administrativa y fiscal. El endeudamiento externo, a más de atentar contra el bienestar del pueblo ecuatoriano, es un instrumento de control político. El Ecuador aumentó su dependencia al renunciar a su soberanía monetaria.

La riqueza petrolera ha sido abusivamente administrada y entregada al capital extranjero en condiciones desventajosas para el país. Paradójicamente, quienes debieron proteger los intereses nacionales son los principales defensores de las compañías petroleras y del capital transnacional. Para ello, se ha utilizado el Tratado Ecuador-Estados Unidos de Protección de Inversiones, instrumento que desconoce las instancias judiciales y administrativas del Ecuador y somete al país a tribunales internacionales, como en el caso de la Occidental Petroleum Company.

Se lesionó la soberanía nacional al conceder la Base de Manta a un país extranjero, con el pretexto de controlar el narcotráfico. Este convenio ha sido extendido, de facto, durante el actual régimen, al permitir la violación de nuestro espacio territorial, marítimo y aéreo, y admitir la presencia de tropas estadounidenses y de mercenarios extranjeros que nos comprometen en el conflicto colombiano.

A esto se suma el consentimiento para las fumigaciones y la violación de nuestro territorio atentando contra la vida de las poblaciones fronterizas. La militarización del pueblo Sarayacu refuerza la estrategia de asedio constante de las compañías petroleras para imponer la explotación en los territorios ancestrales. La pretensión de establecer una base militar de Estados Unidos en las Islas Galápagos constituye una nueva amenaza para la soberanía nacional. Todo esto con la complicidad de la Cancillería, el silencio del alto mando de las Fuerzas Armadas, y la permanente e ilegítima intervención de la embajada norteamericana.

Los últimos pasos dados por el régimen en materia bancaria, tributaria y de contratación pública son una muestra más de su afán de favorecer a la plutocracia, a los banqueros corruptos y a las transnacionales.

En estas condiciones de sometimiento a los Estados Unidos, el Tratado de Libre Comercio coloca en peligro a la Nación. El TLC amenaza destruir la producción agropecuaria y farmacéutica, la artesanía y la industria, eliminando fuentes de empleo; fomentar el ingreso masivo de productos usados o prohibidos en otros países; restringir el acceso al agua y a medicamentos genéricos; sobreexplotar los recursos naturales, sacrificar nuestra biodiversidad, los conocimientos y valores ancestrales, imponiéndonos una concepción de propiedad intelectual que implica el saqueo de nuestros recursos biológicos y culturales. El TLC supondría la anulación de nuestras leyes nacionales y la pérdida de derechos. El patrimonio natural, la salud, la cultura y la vida de los ecuatorianos no son negociables.

Frente a esta situación, proponemos:

  1. Auditoría del gasto de la deuda externa y de los contratos del Estado.
  2. No al involucramiento del Ecuador en el Plan Colombia.
  3. Denuncia del convenio de cesión de la Base de Manta, cierre de la misma y recuperación de la soberanía aérea y marítima.
  4. Someter a consulta popular la firma del TLC.
  5. Renegociar del Tratado Ecuador-Estados Unidos de Protección de Inversiones y revisar la legislación que atenta contra nuestra soberanía.
  6. Una política petrolera, energética y de recursos naturales que dé prioridad a los intereses nacionales.
  7. El respeto a los derechos humanos y colectivos, y la plena vigencia de las garantías constitucionales.
  8. Orientar una educación basada en valores cívicos y principios éticos que fortalezcan la unidad y la soberanía nacional.
  9. Promover la unidad de pueblos, naciones y Estados de Latinoamérica.
  10. Construir, en fin, un verdadero y sólido proyecto nacional.

Ante lo expuesto, convocamos a las mujeres y los hombres, civiles y militares, de todas las provincias y nacionalidades del Ecuador, a organizarnos y luchar para devolver a la Patria su dignidad y su soberanía.

 

¡Recuperemos el Orgullo de ser Ecuatorianos!

 

Portada |  Organizaciones |  Comunicados |  Noticias