Carta del Encuentro Binacional "Las voces de los pueblos impactados por el Plan Colombia"





Quito, 17 de enero de 2002



Doctor Andrés Pastrana Arango
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE COLOMBIA

Palacio de Nariño
Santa Fe de Bogotá


Copias a: Señor Presidente de la República de Ecuador, Señores: Secretario General de las Naciones Unidas y Secretario General de la Organización de los Estados Americanos, Delegaciones Diplomáticas acreditadas en Quito y Bogotá, Autoridades Locales de las Provincias y Departamentos de Frontera de Ecuador y Colombia.



De nuestras consideraciones:

Los firmantes, asistentes al Encuentro Binacional "Las voces impactadas por el Plan Colombia", realizado en el Aula Benjamín Carrión de la Casa de la Cultura Ecuatoriana de la ciudad de Quito, el presente día Jueves 17 de enero de 2002, expresamos:

  1. La situación de Colombia, la suerte de su proceso de paz y negociación, así como los riesgos de una guerra total, nos preocupan a las ciudadanías de nuestros países, pues los altos costos sociales y humanos que el sacrificio que conlleva esa guerra perjudicaría más aún a la población civil indefensa de las zonas campesinas, rurales y fronterizas de Colombia.

  2. Los efectos de ese doloroso conflicto social y armado y los impactos de la aplicación del Plan Colombia en las comunidades colombianas, especialmente de frontera, así como en las provincias ecuatorianas del norte, también nos preocupa por los riesgos de la regionalización, el desbordamiento del conflicto y las penosas consecuencias que traen y traerán a nuestros pueblos.

  3. Lo que hoy ocurre a Colombia le ocurre al Ecuador, a América Latina y a los pueblos del mundo. Para los que fijamos nuestras esperanzas en el diálogo y no en la guerra como solución a los conflictos, para quienes soñamos aún con un mundo de paz y justicia, el único camino a la paz es la paz. Por eso sostenemos que los actores del conflicto en Colombia deben regresar a la mesa de negociación y sostenerla, es decir darle una segunda oportunidad sobre la Tierra a la paz y la justicia que anhelan las comunidades fronterizas de Colombia y Ecuador.

  4. Solo el fortalecimiento del diálogo y la voluntad de las partes por concretar acuerdos a largo plazo para la paz, conducirá a nuestros pueblos al desarrollo, la justicia y el fin del miedo y de la muerte. Por eso es necesario mantener el diálogo en Colombia y comprometerse a firmar acuerdos que hagan irreversible el proceso de negociación, y que en éste se incluya, se incorpore y se consulte al país entero, es decir a Colombia, a su sociedad civil, a su pueblo, especialmente a sus comunidades fronterizas impactadas por la guerra y los efectos ambientales, sociales y humanos derivados de la aplicación del Plan Colombia.

  5. En tal sentido, es importante el papel solidario y participativo de la sociedad civil de Ecuador y otros países hermanos, para fomentar el acompañamiento que requiere Colombia a fin de consolidar su proceso de paz y se construya el futuro que han anhelado nuestros pueblos.

  6. El Plan Colombia contradice la vocación de paz que mantienen los pueblos de Colombia, Ecuador y América Latina. Muchos de esos impactos han desbordado las fronteras y han ocasionado consecuencias desastrosas a nivel ambiental, social, económico, humano, entre otras en Ecuador. De tal suerte que, los pueblos y comunidades fronterizas de Colombia y también de Ecuador, requieren que sus voces sean escuchadas, su clamor atendido, su pesar acompañado y su esperanza tomada en cuenta. Así como debe fortalecerse el proceso de paz en Colombia, para que la paz también se garantice a sus países vecinos, deben eliminarse sus componentes militares y, en general, revisarse su aplicación en aras del respeto a la vida y el futuro de nuestras comunidades de frontera.

Atentamente,

Dr. Hugo Moreno, Diputado de la República, Presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales
Manuel Masaquiza, Secretario de Asuntos Internacionales de la CONAIE
Alexis Ponce, APDH
Lucía Gallardo, Acción Ecológica
Dr. Marcelo Santamaría, Defensor del Pueblo de Carchi
Gabriel Hurtado, Defensoría del Pueblo de Carchi
Mauricio Gallardo, Secretaría Técnica Grupo Civil de Monitoreo de los Impactos del Plan Colombia
Pablo de la Vega, CSMM
Stalin Vargas, Diputado de la República
Nancy Aguirre, Comisión Legislativa de Asuntos Indígenas
Marco Bonito, REDHS-CEOSL
Galo Terán, Pachakútik
Gladis Aguirre, Plataforma Interamericana de DDHH, Democracia y Desarrollo, Cap. Ecuador
Carlos Cerda, Sociedad Patriótica 21 de Enero
Amparo Peñaherrera, CPM
Alberto Cabral, FEMIS
Fabián Sevilla, Convergencia Democrática
Glen David Kwelker, DePAUW UNIVERSITY, EEUU
David Kneas, DEPAWN UNIVERSITY, EEUU
Marie Pierre Smets, ASA-VOLENS
Carolina Barquero, Comisión Especial de Investigación del caso Jaime Hurtado, CEI
Tania Mendoza, Campamento Internacional
Laura Gazzoti, Campamento Internacional
Abraham Castro, MPD
Miguel Narváez, Parlamento de Pichincha
Mauricio Arciniegas, COSDHI
Rocío Peralbo, Comunicadora social
Hugo González, Convergencia Democrática
Guillermo Navarro Jiménez, Académico
Santiago Arguello, Profesor de la PUCE
Jacob Miller, USF
Luis Zúñiga, Consultor
Patricio Gallardo, PRODIN
Marcela Benavides, Frente de Mujeres de la Coordinadora de Movimientos Sociales
Elisabeth Rivera, Grupo de Mujeres
Judith Flores, Comunidades-Universidad Central
Enith Flores, Colectivo Juvenil
Dr. Manuel Salgado, Partido Socialista Ecuatoriano-FADI
Lic. Alicia Pérez Díaz, Club Shalom para América Latina
Lina Cahuasquí, Comité Andino de Servicios
Johanna Velásquez, Universidad Politécnica Salesiana
Maira Murillo, Universidad Central del Ecuador

Siguen 79 firmas más y los nombres de una veintena de dirigentes comunitarios, miembros de iglesias, ONGs y organizaciones sociales de frontera y locales de ambos países, cuyos nombres se omite por razones de seguridad.







 
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