Ecuador-Colombia: Testimonios desde la frontera nororiental





Quito, 1 de Febrero de 2002

Comunicación Pro Derechos Humanos (REDH)


"VAMOS A MORIR LENTAMENTE EN NUESTRA TIERRA..."



COMUNEROS KICHWAS EN LA FRONTERA NORORIENTAL

La misión internacional de organismos no gubernamentales de derechos humanos llegó hasta la Comuna San Francisco, asentamiento del pueblo kichwa, ubicado en Sucumbíos, frontera colombo-ecuatoriana. Pese a los anuncios gubernamentales de planes de desarrollo fronterizo a propósito del "Plan Colombia", pese a que la cancillería ecuatoriana sostiene que la frontera norte esta bien, la vida de la comuna está afectada, es como que la muerte se acerca lentamente, dicen sus moradores.


TESTIGOS DE LA FUMIGACION EN COLOMBIA:

Los comuneros desde sus fincas se pueden ver las avionetas y los helicópteros que fumigan en el lado colombiano. El presidente de la comuna dice: "podemos ver la fumigación mientras trabajamos... cuando fumigan es como una ceniza, es como un rocío que cae, (las avionetas) pasan bajito y primero vio un niño que dijo ¡miren la avioneta está lloviendo!... yo vi y era un chorro grueso, y eso trajo el viento y nos llegó el olor feo y empezó el dolor de cabeza...luego dicen que glifosato no hace nada".


IMPACTO EN LA SALUD:

Un comunero, padre de varios niños que revolotean a su alrededor, en pantaloneta y con lesiones en la piel de su pierna, descalzo, con voz clara y la mirada dura, denuncia: "La situación aquí ha estado dura y nosotros habíamos comunicado a las autoridades pero nadie nos para bola, no nos quieren hacer caso... eso es por vagos, dicen las autoridades, no hay enfermedad, dicen... Entonces -pregunta-, ¿por qué las personas mayores tienen sus granos... por qué pasan con fiebre y no es paludismo? Pero dicen las autoridades dicen que no pasa nada, dicen sólo es fiebre... y nada más...". Otro comunero explica: "De aquí a la frontera sí estamos afectados por las fumigaciones... desde el 12 de enero (del 2002) comenzaron otra vez a fumigar, si hubieran venido ayer hubieran visto... desde que comenzaron las fumigaciones han muerto 7 niños... pasan con fiebre y ni los doctores pueden explicar lo que pasa... los niños de la escuela no tienen fuerza para estudiar, vienen a estar durmiendo, no quieren estudiar, no tienen ánimo y sólo se ponen a llorar si se les habla... hasta la Cruz Roja vino aquí pero no ha dado el informe y hasta dice que no hay enfermedad, que no hay nada... ". "Mi hijo sufrió con diarrea y vómito y tiene una bola en el bazo, le llevé a Lago Agrio y un doctor "x" dijo que no tenía nada... pero sigue enfermo y no se sana... luego está mi hija... muchos niños están así, pasan un mes así, luego caen otra vez, en Lago Agrio dicen que no es paludismo... otra señora igual sigue con lo mismo... a otros les sale como sarampión adentro de la boca y no pueden comer...".


IMPACTO EN LA SEGURIDAD ALIMENTARIA:

Otra persona atestigua: "antes de las fumigaciones todo era sano aquí... ahora los cultivos estan dañados, antes no se dañaban los cultivos ni había enfermedad y no había ladrones, ahora sí hay... pero las autoridades dicen que no pasa nada, ahora casi no tenemos ni chicha, no hay ni yuca que antes teníamos aquí pero todito se pudrió, el platano se queda chiquitito y no crece, no hay de donde sacar... crece la pobreza aquí..."


DESATENCIÓN DE LA AUTORIDADES:

El comunero concluye: "les hemos dicho que siendo nosotros de aquí vamos a morirnos como extranjeros en nuestra propia tierra... ninguna autoridad ayuda nada... estamos aquí seguramente destinados a una muerte lenta, tendremos que irnos terminando lentamente y esa es nuestra vida aquí... nadie nos pone oídos a nosotros...".

Las palabras golpean el viento que anuncia lluvia en San Francisco. El presidente de la comuna reparte pedazos de caña de azucar como despedida a las personas de la misión internacional de observación.


Misión Internacional de Observadores en la Frontera Colombo-Ecuatoriana






 
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